miércoles, 6 de mayo de 2015

El AMOR para los Extraterrestres

Si, somos vuestros hermanos Guías en Misión.
Con ustedes, Sampiac.

Pregunta: ¿Cuál es la ley mayor en el universo?

¡El amor en toda su dimensión!...

Pregunta: ¿Pero qué es el amor?

Sólo después de haber actuado conforme a lo que dicta el corazón pero con sabiduría, dando lo mejor de nosotros mismos, solo entonces, hablaremos del amor.
El amor no se define, simplemente es... Consiste en ser y darse...

Pregunta: ¿Cómo se manifiesta el amor?

El amor se manifiesta en todo lo creado sin distin­ción, porque aun en la dramática lucha por la vida, que en apariencia se aprecia injusta y violenta por el apego a las formas, se puede llegar a ver la búsqueda de lo armónico y perfecto, del equilibrio y del contraste, del crecimiento y el renacimiento, de la superación y la evolución, de la vida y de la muerte. Muerte que real­mente no existe por cuanto todo es en esencia cambio y transformación continúa.
El amor es una fuerza que viene y va hacia el Crea­dor. Allí nos origina y hacia allí nos devuelve pero co­mo dioses: "hijos de la luz", después de haber pasado por la purificación y el perfeccionamiento en la oscuri­dad. Hasta aquí el dolor es aprendizaje y crecimiento.
El amor se manifiesta en la capacidad de entregarse con pureza de intenciones; pero de manera atinada y así, crecer a través del servicio. Es descubrir la esencia divina que hay en ti y en los demás, respetándola y cuidándola para que como una semilla crezca y de frutos.
Amor es descubrirse uno mismo en los demás. Es verse reflejado en los otros para aceptarse, cambiar, mejorar. Amar es valorarse para descubrir la propia potencialidad. Solo así ayudaran al cambio colectivo, por cuanto así descubrirán cuanto tienen para dar.

Pregunta: ¿Ustedes como expresan el amor?
Nuestra guía y apoyo se basan en amor, porque es el, el que genera en nosotros la necesidad del desper­tar de la conciencia que la humanidad necesita para su­perar el momento actual que están atravesando.
Este es un amor que enseñamos con nuestra actitud, pero también del que aprendemos día a día... Porque el amor se renueva, crece y se corrige, se supera y madura; se hace sabio y prudente, pero para llegar a ello más de una vez se ha expuesto y se ha equivocado.
Es un largo proceso de aprendizaje el que nos lle­vara a todos al entendimiento del amor, y es por allí que nuestra misión consiste en hacerles recordar el rol protagónico que pesa sobre ustedes: ¡Ser artífices de trascendentales actos de amor universal! Un rol en el que se descubrirán portadores de la llave de un "umbral secreto" al que -por requerimientos del Plan Cós­mico-, solo ustedes pueden acceder primero, para que los demás, aprendiendo humildemente de su es­fuerzo y proceso, puedan a continuación ubicarlo y atravesarlo también.

Pregunta: ¿Cómo puede ser esto posible?

Todos podemos aprender algo de los demás. No les resulta familiar aquella frase que dice: "Los primeros se­rán postreros, y los postreros, primeros".

Pregunta: ¿Qué esperan realmente de la humanidad?

Que aprendan a amar, y que descubran lo que el amor les pile que den.
Lo que ustedes deben desarrollar es una vivencia di­ferente del amor. Porque para las civilizaciones más avanzadas en esta ultima Creación, el amor ha significado solo el "bien común". Como una medida de con­vivencia y elevación, pero que rápidamente conoció sus limitaciones y produjo un estancamiento relativo en el ascenso evolutivo. Ahora, después de haberlos ob­servado durante mucho de vuestro tiempo, estamos convencidos de que hay en ustedes la clave de todas las respuestas que hemos aguardado; y que si es posi­ble a través de vuestra participación, que podamos to­dos nosotros aprender alternativas nuevas de evolu­ción; facetas diferentes en un replanteamiento general de todo cuanto hemos experimentado y como lo he­mos entendido y enfocado hasta ahora. Y esto es por­que nadie lo sabe todo, ni lo ha experimentado todo, y menos aún en el amor, donde cada día se plantea una experiencia de crecimiento nueva y enriquecedora.
Así como el Sol los ilumina y la Luna aclara vuestras noches, así debe brillar vuestro amor en vuestros cora­zones; pero un amor sin retacear, sin recortes. Amor como entrega al Plan de la Creación, porque todo es amor y el amor es uno en todo.

Pregunta: ¿Cómo se perfecciona el amor?
El amor se perfecciona en el perdón, madura en la comprensión, vive en la tolerancia y se alimenta en la compasión y caridad. No hay amor sin misericordia, y ello nos lo esta confirmando la esencia de esta huma­nidad terrestre. Y de nada sirve saberlo, hay que vi­venciarlo. Só1o la experimentación permitirá el acceso a lo esencial.
Vivan y descubran el verdadero rostro del amor que existe potencialmente en ustedes, y el os llenara y col­mara, haciéndoles sentir como un panal de miel inagotable, del cual todos podrán extraer y siempre habrá mas para dar y compartir.
El amor verdadero no tiene por que agotarse sino que tiende a reproducirse. Cuanto más da, mas tiene para dar... Se retroalimenta.
Si vuestra vida se hace amor, todo cuanto hagan estará marcado y envuelto de dicha fuerza. Y no tengan temor a las consecuencias que trae el amor, porque con el habrán incursionado en el verdadero propósito de la existencia; y aunque se despierte una fuerza violenta contraria de oposición, esto sólo lograra coronar de éxito vuestra experiencia de amar.

Pregunta: ¿Si tienen tan claros los conceptos por qué les resulta difícil ponerlos en práctica?

Es fácil hablar del amor pero otra cosa es actuarlo. La teoría llega a ser algo sencillo, frente a la vivencia, que es donde todo se complica. Muchas cosas son necesarias para materializar el verdadero amor, entre ellas conocer la propia misión de cada uno, la del colectivo de personas del que uno forma parte, y estar en el lu­gar y el momento adecuado para traducirlo en actitu­des y hechos. Todo ello supone una conciencia eleva­da, pero sobre todo un corazón dispuesto a arriesgarse a equivocarse, porque siempre existe ese riesgo.
Por tanto: ¡atención, que hasta para amar hay que aprender!... Habrá ocasiones en que el verdadero amor nos exigirá abstenernos de actuar...
Si, habrá muchas situaciones y muy diversas en que no se deberá actuar aunque se pueda dar todo lo que se nos pide, porque hay veces en que se podrá dar mas no dando nada o absteniéndose de intervenir, porque podría ser que en ese momento el accionar fuese mas una interferencia o perjuicio que una ayuda.
Mas de una vez deberán experimentar el amor a tra­vés del no hacer, de inhibirse de actuar.
Ama con todas tus fuerzas, pero no dejes de pedir inspiración y sabiduría en la actuación de tu amor, pa­ra sólo hacer lo adecuado aunque alguna vez esto sig­nifique un no hacer.

Pregunta: ¿Qué tanto puede el amor cambiar a una per­sona?

El amor los transformará lentamente, como el escul­tor a su escultura, extrayendo la esencia oculta en lo profundo de la roca, y hará de vuestras existencias luz, para ustedes mismos y los demos. Y la luz de vuestro amor os protegerá y los ayudará a incrementar su ca­pacidad de dar.
El verdadero amor los motivará a hallar el valioso diamante que yace escondido en el carbón de vuestro interior.

Pregunta: ¿Qué podemos esperar del amor?

Que transforme vuestras existencias y modifique vuestro entorno. Porque para el amor no hay limites.
El amor significa conocimiento con comprensión, trato con tolerancia y esperanza con paciencia. El amor es el comienzo de una convivencia fraterna, sin egoísmo, sin enojos ni arbitrariedades. El amor se manifies­ta fundamentalmente como justicia y equidad.
Dad al que tiene y al que no tiene, pues todos nece­sitan de este amor en mayor o menor medida. Pero solo den de lo que el otro necesita y no necesariamente lo que el otro les pide, porque allí está la verdadera caridad, en el amar con discernimiento y conciencia despierta.
Pregunta: ¿Por dónde empezamos?

Empiecen por amarse a ustedes mismos, lo cual es el principio correcto para poder llegar al gran amor por la humanidad. Y no dejen de aprender por el amor... Nunca terminarán de hacerlo, convirtiendo vuestras exis­tencias en una aventura eterna de descubrimientos ini­maginables...
Con amor,

Sampiac

Extraído del libro “Una Puerta hacia las Estrellas” de Sixto Paz Wells.

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