jueves, 13 de septiembre de 2012

EcoMensaje: El calentamiento global



El calentamiento global puede parecer un concepto muy remoto o demasiado incierto: información obtenida de las proyecciones con las mismas técnicas de computación que no pueden acertar en el pronóstico del estado del tiempo de la próxima semana. Las advertencias sobre el cambio climático pueden sonar incluso a una táctica ambientalista para asustarnos y obligarnos a dejar nuestros autos y fastidiar nuestro estilo de vida, cierto.
La Tierra tiene algunas noticias perturbadoras. Desde Alaska hasta las cumbres nevadas de Los Andes, el mundo se está calentando ahora mismo; y rápido. En todo el mundo, la temperatura es 0.6°C más elevada que en el siglo pasado, pero los lugares más apartados y fríos se han calentado mucho más. Los resultados no son nada alentadores: el hielo se está derritiendo; los ríos se están secando, y las costas se están erosionando, lo cual amenaza a las comunidades. También la flora y la fauna están sintiendo el calor.
Los cambios están ocurriendo muy lejos de nuestra vista, pero deberíamos tenerlos en mente pues son presagios de lo que le espera al resto del planeta.
Durante siglos hemos estado acabando con los bosques y quemando carbón, petróleo y gas, arrojando a la atmósfera dióxido de carbono y otros gases que atrapan el calor más rápido de lo que las plantas y los océanos pueden absorberlos. El nivel actual de dióxido de carbono es el más elevado en cientos de milenios.
En 2001, un informe histórico del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), de la ONU, declaró que casi con certeza la actividad humana impulsó la mayor parte del calentamiento del siglo pasado. Las temperaturas globales se están disparando con mayor rapidez que en ningún otro momento de los últimos mil años. Los modelos del clima muestran que fuerzas climáticas naturales, como las erupciones volcánicas y los lentos destellos solares, no pueden explicar todo ese calentamiento.
Ya hemos emitido suficientes gases de efecto invernadero como para calentar el planeta por varias de las décadas venideras.

No será fácil limitar las emisiones para un mundo adicto a los combustibles fósiles. Hace cuatro años Estados Unidos desdeñó el Protocolo de Kioto, argumentando un problema de costos. Pero incluso lo acordado en Kioto retrasaría apenas el aumento de los gases de efecto invernadero. Controlar el incremento “tomaría 40 Kiotos -dice Jerry Mahlman, del Centro Nacional para la Investigación Atmosférica de Estados Unidos-, pero debemos hacerlo”.
Extractado de Revista “National Geographic”.

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