viernes, 1 de octubre de 2010
Perdonar... la gran tarea: Algunos consejos para realizarla
Perdonar es sanador; es como extender las alas para volar y explorar espacios sin límites con sensaciones extasiantes. Todo eso parece atractivo, pero perdonar es un paso difícil en nuestras vidas, de manera que cuando escuchamos lo bello que resulta la experiencia podemos pensar que todo esta muy bien, pero como llegar a la meta.
Hagamos conciencia de que cuando nos enojamos o albergamos ira, nuestra circulación sanguínea se altera, el sistema respiratorio también y en general el organismo sufre trastornos negativos, por tanto confirmamos que perdonar sana el cuerpo y el espíritu. Así lo marcan las conclusiones del doctor Gerald Jampolsky, en su libro “El Perdón, la Mejor Medicina”, en el cual plantea algunos pasos para perdonar.
En principio, hay que tener en mente que el perdonar a otro implica perdonarse a si mismo y aceptarse. El doctor Jampolsky recomienda para iniciar el tarea, la meditación, la cual significa lograr serenidad espiritual y para ello podemos empezar por una rutina de respiración profunda y remontarnos a imágenes bellas o poner la mente en blanco para establecer una conexión divina. Y continúan las recomendaciones:
Acepte considerar que es un ser espiritual que vive temporalmente en un cuerpo.
Considere la posibilidad de que la vida y el amor son uno mismo y eternos.
Deje a un lado la autocompasión.
Evite repartir culpas.
Prefiera ser feliz, en lugar de siempre tener la razón.
Dispóngase a dejar de ser víctima.
Que la serenidad espiritual sea su única meta.
Recuerde siempre que todas las personas que están a nuestro alrededor pueden ser maestros del perdón.
Aferrarse a agravios y pensamientos rencorosos es una manera de sufrir.
Cualquier dolor emocional que sienta en este momento es causado por sus pensamientos.
En lugar de creer que las personas nos agreden, piense que se sienten temerosas y que necesitan ayuda para manifestar su amor.
Haga un recuento de sus bendiciones en lugar del de sus heridas.
Encuentre el valor de renunciar a toda crítica.
Este convencido de que el amor es la medicina más poderosa que existe.
Convénzase también de que perdonar es la llave de la felicidad.
Es importante también imaginar que cualquier encuentro con alguna persona es en realidad un encuentro con una parte de Dios, de la cual podemos aprender cosas. Y finalmente disfrute de la felicidad que brinda el perdonar.
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