sábado, 4 de octubre de 2025

SABIAS QUE......

 

 

 

 

En 1996 en la localidad de Oliver Castle, un grupo de investigadores que están permanentemente escudriñando el paisaje, lograron videograbar un grupos de extrañas esferas luminosas que hacían movimientos circulares y espirales, revoloteando sobre los campos de trigo, y en fracciones de segundo aparece impresa la figura en forma como de átomo y de gran tamaño. Estas esferas aparecieron de improviso como si procedieran de otra dimensión, mientras en el ambiente se escuchaba un ruido como metálico, probablemente la nave que estaba en el lugar pero invisible al ojo humano.
En el año 2000 entre los diseños que se manifestaron apareció una figura colosal a escasos ciento cincuenta metros del radiotelescopio de Chilbolton. Este gigantesca antena forma parte del Proyecto Ozma-Seti de búsqueda de vida extraterrestre, y se encuentra ubicado en la localidad de Hampshire. Allí, en las narices mismas de los científicos y militares apareció un diseño compuesto de círculos concéntricos y otros laterales que los cortan tangencialmente que estaría simbolizando la teoría de la física cuántica de los “Agujeros de Gusano”, una suerte de canales interdimensionales por los que teóricamente se viajaría a través del tiempo del espacio plegando el universo. No había lugar a duda de que no era un fraude por cuanto su sola confección habría demandado el esfuerzo de muchas personas durante varios días , lo cual no hubiese podido ser ocultado por la cercanía a las instalaciones científicas.
Al año siguiente en los primeros días del mes de Agosto, apareció en la colina de Milk Hill el diseño más grande hasta ahora y que congrega la mayor cantidad de círculos. Una figura de 240 metros diámetro y 409 círculos en una espiral galáctica que nos recuerda la imagen de una nebulosa espiral en la armonía de las esferas.
Posteriormente, el 17 de agosto apareció nuevamente en las inmediaciones del radiotelescopio de Chilbolton dos figuras inéditas. Una de un rostro gigantesco y tridimensional, y la otra de una figura codificada rectangular. El rostro solo era visible desde el cielo y a gran altura, siendo lo más curioso su semejanza con el Rostro de Sidonia, un aparente rostro esculpido en una montaña descubierto por la Sonda Vikingo en 1976 en la zona marciana de Sidonia.

La otra figura era la respuesta a un mensaje enviado desde la Tierra el 16 de noviembre de 1974.

 

El cuerpo etérico

 

 

 

 

 




El cuerpo etérico posee aproximadamente la misma extensión y forma que el cuerpo físico. Por ello también se encuentra la denominación de «doble etérico» o «cuerpo físico interior». Es el portador de las fuerzas modeladoras para el cuerpo físico, así como de la energía vital creadora y de todas las sensaciones físicas.

El cuerpo etérico se forma de nuevo en cada reencarnación del hombre, y vuelve a disolverse en el plazo de tres a cinco días después de su muerte física (el cuerpo astral, el cuerpo mental y el cuerpo causal continúan existiendo después de la muerte, y en cada nueva encarnación se unen otra vez al recién formado).

El cuerpo etérico atrae energías vitales del sol a través del chakra del plexo solar, y energías vitales de la tierra a través del chakra basal. Acumula estas energías y, a través de los chakras y los nadis, las conduce al cuerpo físico en flujos vitales ininterrumpidos. Las dos formas de energía se encargan de mantener un equilibrio vivo en las células corporales. Cuando el «hambre de energía» del organismo está saciado, la energía sobrante del cuerpo etérico se irradia hacia fuera a través de los chakras y de los poros. Sale a través de los poros en filamentos de energía rectos de aproximadamente 5 centímetros de longitud y constituye el aura etérica, que, por lo general, es la primera fracción del aura total percibida por las personas clarividentes. Estos rayos se disponen en torno al cuerpo físico formando como un manto protector. Impiden a los gérmenes patógenos y a los contaminantes penetrar en el cuerpo, y simultáneamente irradian un flujo constante de energía vital hacia el entorno.

Esta protección natural significa que, básicamente, una persona no puede enfermar debido a causas de origen externo. Las razones de una enfermedad radican siempre en ella misma. Los pensamientos y emociones negativos, y una forma de vida que no esté en consonancia con las necesidades naturales de cuerpo (sobreesfuerzo, alimentación insana, abuso de alcohol, nicotina y drogas), pueden consumir la energía vital etérica, por lo que la irradiación energética natural perderá intensidad y vigor. De esta forma surgen zonas débiles en el aura. Los filamentos energéticos mencionados aparecen doblados o se sobrecruzan en formas desordenadas. El clarividente puede reconocer «agujeros» o «grietas» en el aura, a través de los cuales pueden penetrar en el cuerpo las vibraciones negativas y las bacterias causantes de enfermedades. Además, la energía vital puede «escapar» de la zona no material a través de estas heridas.

Debido a esta estrecha relación existente entre el estado de cuerpo físico y la radiación energética del cuerpo etérico, a menudo se habla también de un aura de la salud. Antes de manifestarse en el cuerpo físico, las enfermedades se manifiestan en el aura etérica. Y pueden ser detectadas y tratadas en este plano. La denominada fotografía Kirlian consiguió hacer visible por primera vez esta radiación energética, propia de cada ser vivo*. Basándose en este invento, se han hecho diagnósticos muy precisos y se han detectado enfermedades incluso cuando aún se encontraban en fase latente.

El cuerpo etérico, y con él el cuerpo físico, reaccionan de forma particularmente intensa a los impulsos mentales que proceden del cuerpo mental. Aquí estriba la razón de los éxitos que el pensamiento positivo tiene sobre la salud. Nosotros podemos favorecer la salud de nuestro cuerpo utilizando prudentemente las sugestiones positivas.

Otra función importante del cuerpo etérico consiste en servir de intermediario entre los cuerpos energéticos superiores y el cuerpo físico. Transmite al cuerpo emocional y al cuerpo mental las informaciones que recogemos a través de los sentidos corporales, y simultáneamente transmite energías e informaciones desde los cuerpos superiores al cuerpo físico. Cuando el cuerpo etérico se encuentra debilitado, este flujo de información y energía se halla obstaculizado, y el hombre puede parecer indiferente tanto en el plano emocional como en el mental.

de "El libro de los CHAKRAS"