Es evidente que el progreso cultural de la humanidad se ha sostenido en su aspecto esencial y trascendental en diversas regiones del planeta y en distintos períodos gracias a la acción de las tradiciones sagradas. Sin lugar a duda, en alguna región, dimensión y estructura de la naturaleza del ser humano, están operando mecanismos y estructuras que hasta la fecha, desde las perspectivas y ámbitos de la ciencia, el arte y la tecnología, nos revelan fenómenos y actividades que aún son inexplicables.
Esta fenomenología representa una serie de múltiples paradojas, visiones sobre el ser humano, sobre su naturaleza, sobre el cosmos y sobre aquello que lo sostiene, lo generó, lo regenera y que en algún instante terminará con él, al cual le llamamos Dios por llamarle de algún modo. Estos aspectos continúan vigentes hasta la fecha. En cuanto a su naturaleza trascendente, sostienen diversas relaciones y mecanismos que desde los tiempos ancestrales se refieren de algún modo a esa parte del hombre y actividad que lo conectan a otras formas de percepción, de las cuales nuestra cultura contemporánea se nutre constantemente.
Estas tradiciones sagradas, nos unen a un pasado mítico y mágico que nos habla en otro lenguaje, que nos conecta con otras dimensiones, en donde el manejo adecuado de los símbolos y el manejo preciso y experto de algunos mecanismos psíquicos y energéticos, reestructura y remodela al hombre, en su relación consigo mismo, con sus congéneres, con la naturaleza, con el cosmos y con aquello que sentimos y entendemos como Dios o la energía Creadora.
Las tradiciones sagradas en cada época, mediante sus representantes legítimos, sostienen con sus vidas mismas y visiones modelos arquetípicos, referencias teóricas y prácticas, adecuadas a las necesidades y condiciones para un momento y un lugar específico, participando cuando es necesario en el desarrollo de la humanidad. Las tradiciones adaptan y custodian conocimientos y técnicas trascendentes que permiten regular, expandir y transformar la conciencia del ser humano. Una tradición sagrada emerge renovada cíclicamente en cada momento que se transita por una gran crisis y pérdida de la verdadera naturaleza evolutiva de la cultura que esta vigente.
Una serie de enigmas permanecen en todos los campos de la actividad y expresión humana y es inadecuado e irresponsable el aceptar que todo está dicho, comprendido y bajo control. En la época en que vivimos, pareciera como si los rumbos que hemos elegido debido a nuestra cultura consumista, material, violenta y tecnológica, nos ha conducido a ocultarnos y distorsionar el sentido verdadero de nuestra propia evolución. Quizá estas tradiciones sagradas nos tienen reservadas algunos conceptos, prácticas y visiones que hemos dejado de integrar y utilizar en forma adecuada, permitiéndonos de esta forma, al menos, intentar otras alternativas para restablecer el rumbo y el sentido de nuestra propia vida y nuestra verdadera evolución individual y colectiva.
La Verdad Absoluta es una sola y domina a todos los seres y a todos los mundos del vasto universo. Es infantil puerilidad el pretender que cualquiera de las religiones que actúan en éste pequeño planeta sea dueña absoluta de éste conocimiento verdadero y universal.
Desafortunadamente las religiones se ven mutuamente como competidoras de un mercado de fieles, ofreciendo el mejor método para la obtención del cielo y la paz eterna; actuando como enemigas, más que formando parte de una sola humanidad que persiguiera un fin en común: bajar a la tierra el cielo del Amor Fraterno.
Los mitos y leyendas de las culturas pieles rojas o pueblos de las praderas; los indios Hopi y los indios Pueblo; el origen de los Aztecas: la leyenda de Aztlán; El Misterio de los Mayas : sus orígenes y extraña desaparición; ¿Quién era Quetzacoalt?; Los Misterios de la Virgen de Guadalupe; los Chamanes y el uso del peyote; Los orígenes de los pueblos americanos; Amaraka: Tierra de los inmortales; Viracocha; Los mitos y leyendas de los orígenes del Imperio Incaico; Paititi: La Ciudad Perdida de los Incas; Los secretos del Qosqo; La Comunidad de Qéros; El Mito de Inkarri; El Mito de Pachacamac; Los Uros y la tradición Aymara; La leyenda de Tonopa. Además los rastros sobre el origen del hombre, sus primeros asentamientos en todo el mundo, y las primeras manifestaciones culturales en cuevas; los dólmenes y menhires; el misterio de Stonehenge; las primeras civilizaciones como la Sumeria, Egipcia, Acadia, Indú, China ,Griega, Fenicia, Hebrea; los misterios de las Pirámides; los últimos hallazgos en la Esfinge de Gizeh; significado arqueoastronómico de los monumentos antiguos; el mensaje simbólico; El Bagavad-Gita y los Vedas; Los Rollos del Mar Muerto; Los Rollos de Nag Hamadi; Los Apócrifos, etc.
Sixto Paz
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