Hemos madurado, Rama en nosotros deja de ser el evento, el acontecimiento que solo nos había creado la expectativa de esperar, de recibir. Atrás dejamos la dirección desfasada, atrás quedan los significados literales, externos , que cumplieron su tiempo.
Las Claves no están fuera; están dentro de nosotros, Interiorizando la Misión, escuchamos el llamado eterno; el Auron Interior. Interiorizando la Misión vivimos nuestras propias y reales experiencias de vida; proyectamos nuestro propio Xendra, Interiorizando la Misión, nos hacemos receptivos a ese Conocimiento o luz que fluye de nuestro Sol Interno, alumbrando todo nuestro Ser, nuestra propia tierra; es la fase Lunar. Ingresamos al propósito mayor de Misión Rahma; Rahma es Amar, se ama en el servicio, entonces el hombre debe culminar su Creación.
Es la “Salvación del Hombre por el Hombre”. Interiorizando la Misión, brotará el recuerdo, la rama dará sus frutos. Es tiempo de cosecha, cosechar para repartir e irradiar lo mejor que tenemos, lo autentico, lo ganado por merito propio. Es la fase Xolar. La Misión se cumple en el Hombre por que la Misión somos cada uno de nosotros en su propia creación por AMOR AL SERVICIO.
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