Mediante la recuperación exitosa de datos digitales codificados en fragmentos de secuencias sintéticas de ADN, la Universidad de Washington ha respaldado antiguas enseñanzas de chamanes que hablan de una inteligencia oculta que acecha en todos los seres vivos. Desde que Rusia todavía era la URSS, científicos rusos descubrieron que el 90% del ADN que Occidente ha llamado “código basura” en realidad se trata de respaldos de información que consisten de hologramas y textos. Y esto no significa que los seres humanos seamos un texto, sino que tenemos respaldos de memoria en textos y hologramas, pero los textos y las palabras desaparecen en el ámbito de la conciencia. De hecho la verdadera comunicación, la que usaba Jacobo Grinberg, siempre fue no-verbal. Por esto, no es una casualidad que en el siglo XX el Dr. Garjajev afirmara que “tal código no es basura y que está relacionado con fenómenos paranormales como la clarividencia, la intuición, hechos remotos de curación, la autocuración y la telepatía.” Los chamanes de diversas culturas del mundo, han reclamado el conocimiento de la estructura del ADN y sus capacidades “paranormales” a lo largo de toda la historia, aunque hasta hace unas décadas sólo los antropólogos más excéntricos —como Jeremy Narby o Carlos Castaneda— y los científicos más audaces —como David Bohm o Jecobo Grinberg— habían sido capaces de comprenderlos. La explicación que estos últimos han dado a las capacidades paranormales chamánicas radica en el potenical cuántico-holográfico del corazón y del cerebro humano y su capacidad de transmitir información desde cualquier conciencia individual o grupos de conciencia hacia otras entidades. El elemento que hace posible esta transferencia es la estructura pre-espacial que los antiguos llamaron “éter” o “tejido del universo”, y que científicos como Jacobo Grinberg y David Bohm llamaron “enrejado” (lattice) y “orden implicado”, respectivamente. Según ellos, este “campo unificado” posee un carácter no-local (o sea que está en todos los lugares a la vez), por lo que al activar el potencial transferido, lo que le suceda a un ser viviente le puede afectar a otro(s) si están acondicionados para recibir la transferencia. Jacobo Grinberg pudo comprobar empíricamente esta transferencia entre dos individuos físicamente aislados uno del otro, y cuando trabajaba en la aplicación del experimento a nivel de grandes grupos de gente, desapareció de manera misteriosa y no se volvió a saber más de él. Actualmente, el catedrático Carlos Delfino es continuador de los trabajos del Dr. Jacobo Grinberg a través del mëtodo vida coherenteComo él mismo ha dicho: “Todos podemos seguir los pasos de Grinberg y buscaremos realizar dicho experimento como una manera de contribuir en algo con todos aquellos que literalmente dieron su vida por este tema: David Bohm, Karl Pribram, el propio Jacobo Grinberg, y muchos otros científicos que descubrieron enormes verdades gracias a su trabajo incansable y a su proceso consciencial sostenido. Si a esto le sumamos la confianza y el cariño que tenemos con quienes trabajan responsablemente con nosotros en nuestros principales proyectos, vivimos con la certeza que tendremos éxito en cualquiera de los objetivos que nos propongamos. Todo esto puede sonar como sonaban las afirmaciones de Bohm en su época. Puede no ser entendido. Y así como muy pocos entendían el trabajo de Grinberg en su momento, también puede ser tratado como una hipótesis extravagante como en el caso de Pribram. Pero ninguno de estos inconvenientes nos detendrá en un trabajo cuyo único objetivo es contribuir a mantener y, en lo posible aumentar, la escasa libertad que le queda a la Raza Humana.”
mentealternativa
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