En diciembre de 1979 se produjo una oleada de avistamientos ovnis por toda España. Por entonces ese tipo de sucesos se recogían en la prensa. J.J. Benítez ya estaba en aquella época persiguiendo avistamientos de ovnis y documentándolos con los testimonios de los testigos. Uno de esos testimonios recogía un avistamiento en el centro de Madrid, una familia salía de la Plaza Mayor con un árbol de Navidad cuando vieron algo desde el coche.
“El coche no tenía baca y me contaban que pusieron el árbol encima del 124 y la mujer tenía que sacar la mano del brazo por la ventanilla para sujetarlo y en ese momento cuando estaban camino de su casa al sacar la mano por fuera se dio cuenta que en el cielo había un objeto con unas patas largas terminadas en pinzas. Llamó la atención de su marido y de las hijas y todos lo observaron durante un tiempo”, nos cuenta J.J. Benítez en Plaza Mayor de Madrid. Más de cuarenta años después de ese suceso nos recibe en el centro de Madrid para confirmarnos que el fenómeno ovni está atascado, los medios ya no se hacen eco de los avistamientos que él sigue documentando y que los militares, principalmente americanos, siguen reteniendo información sobre las civilizaciones extraterrestres que nos acechan.
Casi cincuenta años investigando las huellas de los extraterrestres en nuestro planeta los ha compilado en una selección de 250 sucesos y encuentros en "mis primos" (Planeta). Con confianza, ‘primos’. “Entre los investigadores les llamábamos así”, afirma J.J. Benítez. “En el año 2022 cumplo 50 años de investigación del tema ovni y he podido interrogar a mucha gente. Llevé la cuenta hasta los 16.000 testigos. He dado la vuelta al mundo más de cien veces y he interrogado a gente en todos los continentes, de todas las clases sociales, de todas las religiones y coinciden en una cosa muy importante: que el fenómeno es real”. Su libro viene a ser un cuaderno de campo de su documentación del fenómeno en el que se recorren todo tipo de objetos volantes no identificados, naves nodrizas, naves pequeñas o bolas de fuego.
Es el volumen 64 que escribe, pero no se considera escritor sino periodista. Trabajando para revistas y periódicos empezó a escribir de ovnis pese a las advertencias de muchos compañeros. “Cuando estaba en la Gaceta del Norte y tomé la decisión de seguir la investigación del fenómeno ovni -incluso contra la idea del periódico que no quería que lo investigara porque el Opus Dei estaba detrás- se me acercó el reputado Camilo Valdecantos y me dijo: tú sabes si sigues así el gran desprestigio que va a caer sobre ti. Yo no lo sé, pero voy a seguir, le contesté”. Pero encontró apoyo en otros periodistas. “Jiménez del Oso me ayudó muchísimo, él era un hombre que ya estaba muy introducido en el tema y colaboré con él en muchas ocasiones”. En cajones de su casa asegura que guarda más de 20 libros terminados. Una producción con muchos éxitos editoriales que le han permitido hacer vida al margen de los medios donde hoy los ovnis no tienen espacio. “Entiendo que tienen menos repercusión porque los medios de comunicación se hacen eco de las preocupaciones de la sociedad y, en estos momentos, las preocupaciones básicas de la sociedad son otras”, explica el autor de origen navarro. “El fenómeno ovni está ahí y yo creo que es el suceso más importante de la historia del hombre y no estoy exagerando. El suceso más importante de la historia humana, lo que pasa es que las circunstancias son las que son. Hasta que no lleguen varias naves y se pongan encima de la Plaza Mayor y todo el mundo lo vea, seguiremos exactamente igual”, añade.
El autor sabe que navega a contracorriente y que, pese a sus certezas, los avistamientos están fuera de las evidencias científicas e institucionales. “El fenómeno es real pero los estamentos deberían reconocerlo, abrir los archivos y declarar la verdad. Los militares que son los que más información tienen, en todo el mundo, siguen con ella bajo siete llaves. Para ellos el fenómeno ovni, como poco, es discutible. Es decir, mienten. Y mienten porque ellos tienen mucha información y hay más naves estrelladas que las de Roswell, tienen documentos, tienen testimonios, tienen películas, tienen fotografías, tienen información de radares.. En fin, todo lo que podamos imaginar ya está ahí, pero mientras ellos no abran los archivos no se puede hacer nada. Pero el fenómeno ovni sigue estando ahí y se siguen dando muchos casos”, asegura.
Qué sabe de sus “primos”
Tras medio siglo dedicado al fenómeno ovni el autor navarro considera que conserva tantas certezas de sus “primos” como incógnitas. “Son muchas civilizaciones, no una. Muchas civilizaciones avanza disimas desde el punto de vista técnico, por lo menos, nos pueden llevar miles de años o millones de años. Proceden de muchos sitios, tanto de la galaxia, como de otras galaxias y de dimensiones desconocidas, por lo menos para nosotros, que no sabemos todavía cómo acceder a esos mundos paralelos a esas dimensiones”. Estas son las certezas, los interrogantes siguen siendo muchas. “No sabemos por qué están viniendo, no sabemos si son militares, si son científicos, si son ángeles o qué son”, se pregunta.
Pese al desconocimiento de tantas cosas sobre los extraterrestres Benítez no tiene reparo en aventurar teorías que además explicarían porque son nuestros “primos”. “Sospechamos que hace muchísimo tiempo algunas de estas civilizaciones descienden a la tierra. Ahora medio entendemos [lo que hicieron], manipulando la genética de algunos seres que estaban ya en la tierra, tipo primates, se pudo conseguir que apareciera un ser más parecido al ser humano. Es decir, seríamos unos híbridos”. Como a él le gusta hacer, a sus teorías le añade referencias bíblicas. “La frase donde la Biblia dice “hagamos al hombre a imagen de nuestra imagen y semejanza, cobraría nuevo sentido, en la dirección de que no sería dios quien habría trabajado, dicho entre comillas, esa aparición del ser humano, sino algunas civilizaciones o una civilización muy avanzada que habría manipulado genética de los animales que estaban en ese momento la Tierra”.
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