Preguntar hace entretenida la vida. Por eso hoy nos detenemos en dos libros en torno al Universo, que, aunque no nos aporten muchas certezas, sí nos motivarán para, al menos, relativizar los pequeños inconvenientes y retos del día a día: ‘No tenemos ni idea. Una guía para el Universo desconocido’ y ‘Usted está aquí’. Hay un dato para perder la cabeza (o recuperarla): solo conocemos un 5% del Universo, incluyendo estrellas, planetas y todo lo que hay en ellos. Un 27% es materia oscura, ¿pero que es entonces el restante 68%? NI IDEA. Así que, por favor, no pongamos constantemente el grito en el cielo.
Normalmente, los libros que nos hablan del universo tienden a resaltar lo que ya se conoce, aunque siempre dejan entrever lo mucho que desconocemos. Por eso me gusta el atrevimiento y la irreverencia de Jorge Cham y Daniel Whiteson de titular su libro: No tenemos ni idea. Una guía para el universo desconocido, editado por Capitán Swing.
Los autores comienzan diciéndonos que el objetivo de este libro no es para que te deprimas con lo poco que sabemos, sino que te entusiasmes con la increíble cantidad de territorio inexplorado que hay por delante. “Explorar nuestra ignorancia abre un futuro lleno de fantásticas posibilidades. Y que las preguntas que no podemos responder son tan interesantes como las que podemos responder”.
Con sentido del humor, pero con un rigor exquisito, el libro nos adentra en todas las cuestiones que maneja la física actual con sus luces y sus sombras. Para acentuar el sentido del humor, el libro está lleno de las ilustraciones del dibujante Jorge Cham. Sus explicaciones animadas sobre el bosón de Higgs y las ondas gravitacionales se hicieron virales. Licenciado en tecnología por Georgia, trabajó en Caltech como investigador en prótesis neuronales. Por otra parte, Daniel Whiteson es doctor en física por la Universidad de Berkeley y ha colaborado en el experimento ATLAS, el Gran Colisionador de Hadrones donde se descubrió el bosón de Higgs.
Como las preguntas son muchas enumeremos algunas:
¿De qué está hecha la mayor parte del Universo?
¿Qué es la materia oscura?
¿Por qué existe un límite de velocidad en el Universo?
¿Qué es el espacio?
¿Qué es el tiempo?
¿Por qué no estamos todos hechos de antimateria?
¿Hay vida inteligente en el universo?
Empecemos con la primera pregunta: ¿de que está hecho el Universo? Después de miles de años de reflexión, hoy tenemos una teoría aceptable de lo que es la materia; resumiendo, conocemos los casi 100 elementos de la tabla periódica y hemos constatado que con tres partículas como bloques básicos se construye todo. “Pero aquí aparece el misterio. Aunque sabemos mucho de la materia cotidiana, no tenemos ni idea de para qué sirven algunas partículas. Hasta ahora se han descubierto doce, 6 quarks y 6 leptones. Algunas son tan extrañas como los neutrinos, otras son más parecidas a las que conforman la materia pero más pesadas”. Así que nos preguntamos: si con tres se conforma la materia, dos quarks y un electrón, ¿para que están las otras? Esto entronca con otra falta de explicación: solo conocemos un 5% del universo, incluyendo estrellas, planetas y todo lo que hay en ellos. Un 27% es materia oscura, ¿pero que es entonces el restante 68%? Los autores son claros: NI IDEA.
A ese 68% los científicos lo llaman “energía oscura” y creen que es lo que provoca la expansión del Universo. Para las siguientes preguntas formuladas habrá que leer este libro repleto de explicaciones de todos los conceptos y conocimientos de la física.
El universo está lleno de cosas raras que no parecen tener sentido. También de misterios, pero también hay muchas explicaciones, el libro ayuda a desmitificar conceptos complicados como los quarks o los neutrinos, las ondas gravitacionales y los agujeros negros.
Los científicos muchas veces al tratar de solucionar un problema, generan nuevos caminos y otras incógnitas. El descubrimiento de la materia oscura es un ejemplo de ello, ya que en realidad hace 50 años, la ciencia trató de resolver si las galaxias están rotando a la velocidad esperada. Al examinar este detalle se abrió la puerta de un gran misterio cósmico, la materia oscura.
Según los autores, “básicamente no tenemos ni idea acerca de lo que llena el universo -materia oscura- o cómo describir las fuerzas más poderosas que lo controlan, como la energía oscura o la gravedad cuántica”. “Parece que nuestro dominio solo sirve en una esquinita del universo y estamos rodeados por un vasto mar de ignorancia”.
Pese a lo que nos queda por resolver, no hay que preocuparse por algunas cosas. “El asunto es que parece que vivimos en un universo en el que tenemos teorías buenísimas que pueden funcionar, aunque ignoremos por completo lo que ocurre bajo ellas a distancias menores. En otras palabras, puedes predecir con exactitud la acción colectiva de todas las pequeñas piezas que conforman algo, aunque no sepas nada sobre lo que hace cada una de ellas -o si existen siquiera-… Por ejemplo, aunque no hayamos descubierto el componente más básico de la materia, y aún no tengamos idea de cómo funciona la gravedad como teoría cuántica, podemos predecir con gran precisión lo que ocurrirá cuando un mono salte a la piscina desde el tejado”.
“Hay cosas hermosas y asombrosas que en última instancia obedecen las leyes de la física. … y no solo entendemos, también tenemos un control impresionantemente detallado sobre nuestro entorno próximo, conducimos enormes aviones, gestionamos la mecánica cuántica de millones de transistores en un chip informático, abrimos personas y les insertamos partes de otros cuerpos y predecimos los hábitos de apareamiento de babuinos excitados. Sin duda, vivimos en una era de maravillas”.
Pero ¿estamos cerca de una teoría del todo? ¿Existe esa teoría que pondrá fin a todos los misterios del universo?
“Una teoría del todo sería la descripción matemática más simple posible del espacio y el tiempo y toda la materia y las fuerzas del universo”.
Ahora tenemos dos marcos teóricos para entender el universo: la mecánica cuántica y la relatividad general. “Sería genial que alguien combinara de algún modo las teoría, porque entonces tendríamos un marco teórico común desde el cual construir un teoría del todo. Lamentablemente, eso no ha ocurrido, y no por falta de esfuerzo”.
Pero nada de esto debería disuadirnos, ya que cada vez que retiramos una capa de realidad, cada vez que damos un paso, se nos revelan estructuras nuevas y extrañas que nos hacer pensar de forma distinta sobre cómo vivimos nuestras vidas.
¿Algún día seremos capaces de responder a esta clase de preguntas profundas sobre el universo?, se preguntan los autores.
“Ni idea”.
“Pero seguro que el viaje va a ser muy emocionante”…
El número de preguntas sin respuesta se está incrementando. Los seres humanos son criaturas curiosas y cada solución trae consigo más preguntas.
“Preguntar hace entretenida la vida”.
Otra forma de abordar los misterios y la historia del universo es el libro de Christopher Potter Usted está aquí, editado por Crítica. Su lectura resulta muy amena debido a un lenguaje elegante y culto. También es más existencialista, al poner parte del foco en la cultura y en la existencia humana, sin dejar de hablar del universo. “La posibilidad de tener una dirección postal en el universo depende de qué entendamos por el universo y que entendamos por en el universo”. Como seres humanos, nosotros somos yoes separados buscando en un mundo de cosas separadas… Sin embargo, la ciencia es una experiencia colectiva del mundo, y aunque parte de la premisa de que el mundo está compuesto de cosas separadas, “avanza unificando esta separación en un universo de inseparabilidad”.
Poder, belleza y misterio recorren las páginas de este libro, la historia de un universo de 13.700 millones de historia y de las teorías que lo pueblan y las revelaciones que los científicos han hecho sobre el lugar que habitamos.
Este libro tampoco está exento de las preguntas, empezando por el título del libro, ¿dónde estamos en un universo inmenso? “Para explicar el todo del universo, también debemos explicar la nada de la que parece haber surgido. Así pues, se pregunta el autor, qué mejor que los científicos para responder a la pregunta: ¿Dónde, entre el vacío y el todo, nos encontramos?
Potter piensa que no siempre las respuestas son alentadoras, así que “aislados en el absurdo: no es de extrañar que los que no somos científicos prefiramos quedarnos en casa y ver la televisión. Si el universo es tal como la ciencia lo describe, no nos gusta en absoluto. Esa descripción nos sirve para reavivar los nauseabundos temores existenciales que hemos suprimido desde la infancia”.
Como buen historiador y filósofo de la ciencia, Potter analiza el pensamiento de los científicos y también de los filósofos. Y aunque nos despierte los miedos de la infancia, el placer de la lectura está ahí, además de hacernos recordar –en estos tiempos en que los científicos se muestran mitad ejecutivos, mitad magos de la tribu, llenos muchas veces del aburrimiento tecnócrata– que la verdad en ciencia es siempre provisional. “De hecho, la ciencia puede eludir por completo la idea de la verdad. Y centrarse solo en lo que es más cierto. Es posible incluso entender el avance científico como el conocimiento seguro de que siempre hay alguna cualidad, hasta el momento insospechada, que es más fundamental”.
Este libro explora de manera brillante el universo y nuestra relación con él. Con opiniones que nos permiten enfrentarnos a nuestras propias concepciones: “En un medio moderno obsesionado por la certeza y las cosas eternas, podríamos aprender a vivir en la incertidumbre de un proceso científico inacabable… Queremos creer que las cosas duran para siempre, ya sea el amor, la vida, Dios o las leyes de la naturaleza. Pero la muerte, como Freud nos recuerda continuamente, es el aspecto que tiene la certeza. Acaso lo mejor que cabe esperar es vivir en la incertidumbre tanto tiempo como podamos soportarlo”.
Desde perspectivas diferentes, los amantes de las preguntas tienen mucho que leer y disfrutar, y por supuesto seguir preguntándose por el universo y por uno mismo.
El asombrario
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