jueves, 12 de julio de 2018

Caminando hacia la Cuarta Dimensión: ¿Qué misterios nos aguarda el Universo?

La ciencia y la física/mecánica cuántica nos ha dado a conocer desde tiempos no tan remotos, la existencia de múltiples dimensiones y realidades, dando a paso a nuevas teorías y campos abiertos a nuevas investigaciones con estas ciencias, tales como investigaciones y descubrimientos con la gravedad, análisis de partículas, descubrimientos de algunas de éstas, y una amplia gama de hipótesis de carácter cuántico como la teoría de los Multiversos.

Esta vez, de descubrimientos muy recientes, tenemos el camino abierto a uno de los misterios y preguntas “del millón” en el siglo XXI: ¿Qué es la Cuarta Dimensión? ¿Qué podemos encontrar en ella? ¿Qué aspecto tiene? ¿Cómo sería vivir en ella?.
Más importante aún, que nos hace apresurarnos un poco antes de entender nuestra tercera dimensión, es justamente entender nuestras 3 dimensiones (y la cero) conocidas para dar el salto y entender esta cuarta. Para ello, explicaré de manera muy sencilla y resumida cómo se describen las primeras cuatro dimensiones según las ciencias y filosofías. Antes de comenzar, les quiero decir que se tomen el tiempo y las leídas que sean requeridas para comprender un párrafo de este tema, ya que muchas explicaciones pueden parecer complicadas, por lo que me he tomado el tiempo de explicar las cosas de manera sencilla y concreta.

Dimensión Cero:
En esta dimensión puede localizarse un punto, una idea, un vértice en medio en un vacío adimensional(Que no posee dimensiones absolutas). Esta idea de la “Dimensión Cero” es frecuentemente catalogada como un pensamiento meramente filosófico, pero con un sentido congruente a las ciencias cuánticas.

Primera Dimensión:
Esta dimensión es totalmente elemental y explícita en el concepto de “recta”. Estas rectas unidimensionales solamente poseen longitud, aún no se constituyen de un ancho, ni mucho menos de una altura o profundidad. Puede considerarse como una linea en el espacio.

Segunda Dimensión:
Esta dimensión es un poco más compleja de lo que puede parecer puesto que interactuamos con ella todos los días en la nuestra. Esta dimensión contiene figuras planas de todo tipo; regulares, irregulares y dibujos tridimensionales aún poseen características bi-dimensionales. Estas figuras tienen largo y ancho, direcciones atrás-adelante, ejes “X” y “Y” como en un plano cartesiano.

Tercera Dimensión:
Esta dimensión, aunque nosotros la experimentemos día a día y vivamos en ella, constituye de más explicación que la que regularmente tenemos bajo nuestra percepción intuitiva. Según la física y mecánica cuántica, la tercera dimensión son planos como en la segunda y no es del todo “tridimensional”, inclusive no podemos verla. Esto se debe a que vivimos en un entrelazamiento con las demás dimensiones, haciendo una pequeña entrada a la cuarta. Los físicos han llamado “Planck” a las unidades más minúsculas que se pueden medir según la situación y el objeto a investigar, siendo en este caso el tiempo y el espacio. Los planos que podemos ver en nuestra dimensión son medidos en Cronones y cada uno dura 5.3910×1044 segundos. O sea, 0,000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 053 910 segundos.
Se podría decir que vivimos y vemos el universo en pequeñas “pausas” que duran el valor antes mencionado, habiendo una separación minúscula entre la vida en moción. Como si se tratase de una cámara a alta velocidad, vemos el universo cuadro por cuadro, aunque nosotros seamos incapaces de percibirlo. En nuestra dimensión, por otra parte, físicamente ahora poseemos las direcciones derecha-izquierda, enfrente-atrás, arriba-abajo (Ejes X, Y, Z).

Cuarta Dimensión:
Ahora, que hemos comprendido las primeras tres (y la cero) dimensiones, podemos dar el salto a la cuarta. A través de documentales, vídeos, películas y artículos de ciencia, hemos visto y nos han contado que una cuarta dimensión consta principalmente no de dirección, sino de duración; en otras palabras, trata del Tiempo. Pero analicemos bien qué quieren decirnos con esto. Entre los años de 1915 y 1916, Albert Einstein publicó lo que sería su famosísima “Teoría de la Relatividad”, donde nos habla de que el tiempo es relativo.
Cuando entendemos que el tiempo es relativo, entendemos que el tiempo no existe del todo, sino que depende de factores como la velocidad de un objeto y la gravedad (fuerza de atracción) de los objetos de masa de proporciones inmensas como el Sol o la Luna con respecto a otro cuerpo. En el factor de la velocidad se puede dar cabida a la velocidad de la Luz como referencia. La velocidad luz es de aproximadamente 300,000 kilómetros por segundo, lo que significa que le toma a la luz que vemos, ese tiempo en viajar del objeto a nuestros ojos para que podamos percibirlo.
De esta manera podemos concluir que cada que vemos el cielo a las estrellas, estamos presenciando un pequeño “viaje en el tiempo”, ya que inclusive algunas estrellas se localizan a años luz de distancia, lo cual significa que esa estrella posiblemente haya cambiado su color (ejemplo) en el momento que la observamos y aun así le tomaría a la luz un año en mostrarnos que la estrella ha cambiado su color un año atrás. (CONTINUARA)

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