Vamos a hablar de los misterios de una glándula impar, esférica, situada en el centro del cerebro, sobre el techo del tercer ventrículo cerebral que rompe la simetría corporal de órganos pares. Un cuerpo único situado en la mitad del cerebro, esférico, de unos 10 mm de diámetro y 150 miligramos de peso situado justo en el eje de simetría del cerebro: la glándula pineal.
Es también llamada epífisis, y se encarga de varias tareas como regular los ciclos de día y noche, además de secretar la melatonina, una sustancia relacionada con los ciclos de luz y el metabolismo humano.Por sus características anatómicas llamó muy pronto la atención de los médicos. La primera descripción de la glándula pineal se atribuye a Herón de Alejandría, en el siglo III a.C., quien la vinculó a funciones valvulares reguladoras del “flujo del pensamiento” en el sistema ventricular.
Los misterios de la glándula pineal:
Por sus características anatómicas llamó muy pronto la atención de los médicos. La primera descripción de la glándula pineal se atribuye a Herón de Alejandría, en el siglo III a.C., quien la vinculó a funciones valvulares reguladoras del “flujo del pensamiento” en el sistema ventricular. Galeno (s. II d.C.) describió su anatomía y la llamó konarium (cono de piña), denominación que ha perdurado hasta nuestros días junto con la de pineal, de pinea (piña en latín). Además, observó que la estructura pineal poseía un parecido estructural con las glándulas mayor que con el del sistema nervioso.
El siguiente avance en el conocimiento de esta glándula tuvo lugar en el Renacimiento. De manera singular, Andrés Vesalio aportó una descripción anatómica precisa en su De Humani Corporis Fabrica(1543) y René Descartes la calificó en su obra póstuma De Homine (1633) de tercer ojo, no por su papel en el control de la regulación de los ciclos de admisión de luz del cuerpo, aún desconocidos, sino porque, según su concepción dualista. Para Descartes, aquella glándula constituía la sede del alma.
¿Está el alma en la glándula pineal?
Descartes le asignó, además, una función fisiológica: incluida en el sistema nervioso, la glándula pineal se encargaba de la percepción del entorno, exponiendo que alma y cuerpo existían por separado y que su lugar de conexión se hallaba en este preciso punto del ser humano. Lo que atrajo a Descartes para señalar este lugar fue precisamente su posición en el eje de simetría de nuestro cerebro y su anatomía. Lo llamaba El Asiento del Alma. Con ese planteamiento se llega hasta el siglo XIX, cuando se abordó la investigación de la glándula pineal de los mamíferos desde distintos frentes: anatómico, histológico y embriológico y se mostró su semejanza con la epífisis de vertebrados inferiores. En 1905 Studnicka estableció que la pineal derivaba filogenéticamente de un órgano fotorreceptor con función desconocida, como en los reptiles…
El siglo XX comenzó arrojando alguna luz sobre el papel fisiológico de la glándula pineal. Así, Heubner publicó el caso clínico de tres niñas que presentaban tumores pineales asociados a una pubertad precoz. Supuso que una hormona antigonadotrópica de origen pineal estaba implicada en el control del comienzo de la etapa pubera había una relación entre la glándula pineal y la reproducción. En 1943, Bargman sugirió que la función endocrina de la glándula estaba regulada por la luz a través del sistema nervioso central.
La era actual del conocimiento pineal se inicia en 1954 con la publicación de (The Pineal Gland), de Julian Kitai y Mark Altchule, que atribuían a la glándula tres propiedades:
– Su intervención en el control de la función gonadal.
– Su participación en la respuesta cromática dérmica a los cambios de luz ambiental en vertebrados inferiores
– Vinculación con la conducta.
Doctores como Rick Strassman profesor Clínico de Psiquiatría de la Universidad de Medicina de México y presidente co-fundador de la Fundación de Investigación de Cottonwood (investigación de la conciencia), explicó que el “TERCER OJO”, el Crown de los Chacras, nombre con el cual también se conoce a la Glándula Pineal, aparece en el embrión humano exactamente a los 49 días de gestación y es curioso porque 49 días es el tiempo que los monjes tibetanos creen que tarda un alma en reencarnarse de nuevo.
¿Para qué sirve realmente esta glándula?
En primer lugar cabe aclarar que en el ser humano, en el resto de mamíferos y en ciertas aves el cuerpo pineal es una glándula, esto es, un cuerpo que segrega hormonas, pero en algunos peces, reptiles, anfibios y algunas aves el cuerpo pineal es una formación que integra además de una glándula a órganos fotorreceptores cuyas fibras “desembocan” en la parte superior del cráneo. Es decir, en estas especies no mamíferas, el órgano pineal es, literalmente, un tercer ojo, si entendemos ojo como fotorreceptor. Cuando no hay luz, la glándula pineal produce melatonina a partir de la serotonina. Está relacionada con la regulación de los ciclos de vigilia y sueño (ritmos circadianos), y sirve para contrarrestar los efectos del síndrome de diferencia de zonas horarias (jet lag). Es también un poderoso antioxidante; y se ha comprobado que participa en la apoptosis de células cancerosas en el timo.(continuará)
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