La Kabbalah o Cabalá nos enseña que el universo no comenzó con un átomo o con una partícula subatómica, si no más bien, con un pensamiento de Dios. Este pensamiento de creación veía un mundo en el cual todo ser humano disfrutaría felicidad absoluta y plenitud, libre de cualquier tipo de caos o dolor. Esta es la intención y el deseo del Creador.
Para que nosotros podamos manifestar plenitud completa necesitamos evolucionar para convertirnos en la mejor versión de nosotros mismos. Necesitamos borrar la negatividad y sustituir la Luz por la oscuridad en nuestros pensamientos, sentimientos y acciones. Es por este propósito que las enseñanzas y herramientas de la Kabbalah les fueron dadas a toda la humanidad:
La Kabbalah enseña que todo ser humano comparte el mismo propósito máximo en la vida que es recibir la felicidad y plenitud total que Dios desea para nosotros. Pero mientras que esto fácil de decir, la realidad es que se necesita un verdadero trabajo espiritual para eliminar tendencias negativas que nos separan de los regalos de la vida.
Una de las enseñanzas más importantes de la Kabbalah es que no estamos solos en esta tarea de la vida. Hay herramientas poderosas que nos pueden ayudar, incluyendo la misma Biblia. La Kabbalah nos dice que la Biblia no es ni un tema para discusión académica ni un libro de mandamientos y prohibiciones que deben de ser tomados literalmente. Más bien, la Biblia es un documento codificado en el cual los verdaderos secretos del universo se encuentran escondidos, incluyendo la increíble tecnología espiritual conocida como los 72 Nombres de Dios.
¿Qué son exactamente los 72 Nombres? De acuerdo a las enseñanzas kabbalistas, las 72 combinaciones únicas de las letras Hebreas del Capitulo 14 del libro del Éxodo crean una vibración espiritual que sirve como antídoto poderoso en contra de la energía negativa del ego humano y actúan como índice a unas frecuencias específicas espirituales. Simplemente mirando las letras, así como cerrando tus ojos y visualizándolas, puedes conectarte con esas frecuencias. Esta revelación es un paso hacia delante crucial en el trabajo de los Eruditos kabbalistas a través de miles de años.
Cada generación nueva de justos ha avanzado en su tarea de decodificar la Biblia, cada uno basándose en el trabajo del que vino antes, cada uno contribuyendo a la sabiduría kabbalística. El propósito y compromiso del Centro de Kabbalah es de continuar este trabajo. El erudito de Kabbalah Yehudá Berg dedicó cinco años a la investigación y descubrimiento de los significados ocultos de las letras de las que constan los 72 Nombres. Su revelación ha sido un gran avance en la larga historia de la Kabbalah.
La clave para conectar con el poder de los Nombres se encuentra en los pasajes bíblicos específicos en los cuales fueron descubiertos. Como describe la Biblia, 600,000 Israelitas se encontraban parados a las orillas del Mar Rojo. El faraón y el ejército Egipcio estaban persiguiéndolos. Con el agua al frente y los enemigos detrás, no parecía haber ningún lugar a donde podían ir los Israelitas. Lo único que podían hacer era pedir desesperadamente salvación a Dios. Y ¿cuál fue la respuesta del Creador a sus lamentos? Este es uno de los pasajes más estudiados y debatidos por los eruditos en la Biblia. La respuesta de Dios fue: "¿Por qué me lo piden a mi?"
¿Pero a quién mas podían llamar los Israelitas si no a Dios? Los kabbalistas explican que este pasaje contiene un mensaje codificado explicando los secretos de la naturaleza humana y la forma de superar los retos que nos encaran a lo largo de nuestra vida.
En su comentario de este pasaje, el Zóhar, la fuente de toda sabiduría kabbalista, explica que en verdad no había necesidad de ayuda del Creador, porque en ese momento Moisés reveló los 72 Nombres, y la conciencia colectiva de la gente se elevó. Pero ni una sola molécula de agua se movió hasta que la gente misma se acercó físicamente hacia el mar con certeza absoluta. Solo cuando el agua les llegó al cuello, todavía manteniendo certeza absoluta que el agua se partiría, fue que se abrió el mar despejándoles el camino a su libertad.
Como el Zóhar aclara, el propósito de los 72 nombres está escondido en la historia donde fueron encontrados. Los nombres son una herramienta para ayudar a la humanidad a tener control sobre el caos al controlar nuestra naturaleza física; el único obstáculo es nuestro ego. Solo al superar nuestro ego desde sus propias fundaciones nos trae control sobre el mundo físico, y ese es el propósito de los INSTRUMENTOS QUE SON LOS 72 NOMBRES.
El Zóhar va más allá y explica que, a pesar de lo que podríamos llegar a pensar, nuestro ego no es en verdad quiénes somos. Más bien, los kabbalistas describen al ego como una vestimenta, una cortina que esconde la Luz de nuestra verdadera naturaleza. Nuestro propósito en este mundo es eliminar esta vestimenta que esconde nuestra verdadera esencia y potencial.
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