lunes, 28 de noviembre de 2011

La Frase:

“Los seres desconocidos de otros planetas deben ser considerados como personas desde el punto de vista filosófico y como criaturas de Dios desde el punto de vista teológico.”
Padre Felipe Dessaurer.

Para Pensar: Se equivoca el fuego



Fray Diego de Landa arroja a las llamas, uno tras otro, los libros de los mayas. El inquisidor maldice a Satanás y el fuego crepita y devora. Alrededor del quemadero, los herejes aúllan cabeza abajo. Colgados de los pies, desollados a latigazos, los indios reciben baños de cera hirviente mientras crecen las llamaradas y crujen los libros, como quejándose.
Esta noche se convierten en cenizas ocho siglos de literatura maya. En estos largos pliegos de papel de corteza hablaban los signos y las imágenes; contaban los trabajos y los días, los sueños y las guerras de un pueblo nacido antes de Cristo. Con pinceles de cerdas de jabalí, los sabedores de cosas habían pintado estos libros alumbrados, alumbradores, para que los nietos de los nietos no fueran ciegos y supiesen verse y ver la historia de los suyos, para que conocieran el movimiento de las estrellas, la frecuencia de los eclipses y las profecías de los dioses, y para que pudieran llamar a la lluvia y a las buenas cosechas de maíz.
Al centro, el inquisidor quema los libros. En torno de la hoguera inmensa castiga a los lectores. Mientras tanto, los autores, artistas-sacerdotes muertos hace años o hace siglos, beben chocolate a la fresca sombra del primer árbol del Mundo. Ellos están en paz, porque han muerto sabiendo que la memoria no se incendia. ¿Acaso no se cantará y se danzará, por los tiempos de los tiempos, lo que ellos habían pintado?
Cuando le queman sus casitas de papel, la memoria encuentra refugio en las bocas que cantan las glorias de los hombres y los dioses, cantares que de gente en gente quedan, y en los cuerpos que danzan al son de los troncos huecos, los caparazones de tortuga y la flauta de caña.
De “Memoria del fuego” de Eduardo Galeano.

Los guerreros de la Luz:

Un guerrero no anda con quien le quiere hacer mal. Ni tampoco es visto en compañía de los que lo quieren “consolar”.
Evita a quienes sólo están a su lado en caso de derrota, estos falsos amigos que quieren probar que la debilidad compensa. Siempre traen malas noticias. Siempre intentan destruir la confianza del guerrero, bajo el manto de la “solidaridad”.
Cuando lo ven herido, se deshacen en lágrimas, pero en el fondo de su corazón están contentos porque el guerrero perdió una batalla. No entienden que esto forma parte del combate.
Los verdaderos compañeros de un guerrero están a su lado en todos los momentos, en las horas difíciles y en las horas fáciles.
Del “Manual del guerrero de la luz” de Paulo Coelho.

Mensajes de los hermanos en Misión: Común-Unidad

Cuando nuestro Padre-Madre nos crea, nos regala dones y virtudes, y espera que pongamos en práctica su mismo principio, darlo todo, porque de esta manera recibiremos mas de lo que damos. Esta facultad de amar nos vuelve “livianos” de modo tal que sentimos como somos “recargados” por ese sentimiento a cada instante. Este es nuestro verdadero tesoro y nuestro primer premio es obtener, por ejemplo, el nombre cósmico como producto de haber aligerado nuestra carga material. ¿Cómo podemos vivir en común-unidad cuando no hemos sido capaces de ceder nuestra “chacrita”? ¿Cómo esperar cosas superiores si no hacemos cosas superiores? La respuesta es simple. Debemos sincerarnos con nosotros mismos primero que nadie, hacer una retrospectiva y ver que cosas hemos de mejorar para que nos haga sentir mejor, y nos relacione o reivindique con el resto del mundo.
Hagamos que la “chacrita” llena de cosas materiales sean instrumentos para culminar esta 3° dimensión sin que pasen a ser esenciales y difíciles de desapegar de nuestras vidas. Cada “tesoro” que intentamos atesorar será improductivo, sólo cuando lo demos, cumple su función de riqueza.
Cuando suene el Anrrom, no quedará piedra sobre piedra que podamos llevar, porque hacia donde vamos no necesitamos ningún equipaje, solo nuestro legado de Amor Universal, que nos promete una vida nueva y mejor. Tan solo depende de nosotros mismos, de haber utilizado el don que el Padre nos ha dado en la forma correcta y entendiendo el objetivo

Cartas de un Ángel: Carta tres



“Y la muerte ya no tiene mas poder sobre ellos, porque ellos son iguales a los ángeles y son hijos de Dios, siendo ellos los que volverán de los muertos.” Lucas 20:36.

Sólo entenderás cuando dejes tu cuerpo humano. No es fácil verlo claramente con tus ojos humanos. Nosotros somos como pequeñas lenguas de energía que flotan en el espacio. Nosotros vemos sin ojos, hablamos sin boca, oímos sin oídos y sentimos sin cuerpo. Todas las sensaciones que aprendimos durante nuestra vida humana todavía están con nosotros pero de una manera completamente diferente. Nuestro campo de energía puede tomar la forma de nuestro cuerpo anterior todas las veces que nosotros queremos. Nuestros rasgos básicos son los originales pero nuestros cuerpos etéreos son hermosos porque somos ángeles de Dios. Todos nosotros nos amamos los unos a los otros porque somos parte de la fuente eterna de energía. No existe el sexo o el color. Nosotros nos poseemos mutuamente cuando nos sentimos atraídos por campos de energía diferentes y así aprendemos todo de los otros. Es una sensación similar a la que los humanos sienten al hacer el amor, pero en el cielo esto es realmente para siempre.
A veces nos reunimos en un planeta o nos involucramos en cosas que amábamos en nuestra vida humana, como jugar golf, nadar, pintar o tocar música. Nuestra energía non-corpórea también crea los ambientes donde nosotros queremos estar en ese momento. Tenemos acceso a todo el conocimiento del Universo y acostumbramos ayudar a los humanos a descubrir nuestras tecnologías o filosofías. Como nosotros estamos conectados entre sí y con todas las criaturas de Dios, nosotros siempre estamos flotando alrededor de ustedes para ayudarlos cuando nos piden ayuda. Cada uno de nosotros tiene una habilidad especial y ayudamos a los humanos transmitiéndoles constante nuestra inspiración. Este es nuestro pasatiempo principal y créanme estamos muy ocupados.
Si los humanos pudieran experimentar un segundo nuestra vida en el cielo, ellos no se preocuparían por la pobreza o la opulencia o incluso sobre el lograr sus metas terrenales. Cada religión les da pistas sobre la vida después de la muerte, pero ellos no pueden darse cuenta sobre lo hermoso que es la vida eterna. Muchos se comportan bien porque tienen miedo. Pero no son sinceros con ellos mismos. Dios no quiere que tú te asustes; Él quiere que tú lo ames, tal como Él te ama a ti. Si nosotros tuviéramos la idea más ligera de lo que nos espera en el más allá, no nos preocuparíamos buscando respuestas en los lugares ocultos.
Es una condición del ser humano justificar cada una de sus acciones: “Yo tenía que engañarla porque ella no me trataba bien”, “Yo me guarde su dinero en mi bolsillo porque él no me pagaba bastante”. Hay personas que también matan en nombre de Dios y sus acciones están justificadas, incluso bendecidas por sacerdotes, porque ellas se hacen en nombre de la justicia y la rectitud.
Dios no creo este caos. El respiro vida en los frágiles cuerpos humanos que Él hizo y permitió que un átomo de Su Espíritu Eterno los habitara. Pero el mal también era parte de su creación y desafió su sabiduría. Nosotros somos espíritus libres, incluso los ángeles son totalmente libres aunque responden siempre a Dios porque ellos son Su ejército de paz.
Extracto de “Cartas de un Ángel” de Oscar Castagna.

sábado, 19 de noviembre de 2011

Mensaje de los Hermanos Mayores:



Comunicación: 15-05-99. Lugar: Valencia, España. Antena: Sixto Paz.
Sí, somos sus hermanos Guías de Misión. Las fuerzas de la oscuridad están sembrando a su alrededor y en medio de sus relaciones desconfianza y resentimientos. Ustedes ya lo saben, no se dejen arrastrar por el desaliento y la desesperanza, porque están procurando debilitarlos en la fe en lo bueno que hay en el ser humano y en la propia vida, y sobre todo en la justicia. Pero es ahora cuando su actitud y su valor, así como su capacidad de amar en el perdón, ayudará a abrir los ojos a los demás, motivando en la esperanza al coraje y al compromiso acelerador de cambios.
Las sombras de la asechanza empezarán a ceder muy pronto dando paso a la luz de la esperanza, ya lo verán. Sean fuertes y no caigan en el juego de la oscuridad. Con amor, Sampiac.

Comunicación: 15-09-02. Lugar: La Molina, Perú. Antena: Sixto Paz.
Sí, somos vuestros hermanos Guías de Misión. La cercanía con la humanidad obedece a la necesidad de estrechar la vigilancia de los procesos humanos y del movimiento de las energías planetarias, las cuales están siendo manipuladas por las fuerzas negativas con la intención de perjudicar los tránsitos dimensionales violentos pero necesarios, que los conducirán a la gran transformación. Habrá una tierra nueva y un cielo nuevo pero debe empezar en vuestros corazones y mentes.
La humanidad se haya envuelta en éste momento en una vorágine espacio temporal que empieza a colapsar. Es un torbellino que los violentará espiritual, mental y materialmente. Pero si han sabido afianzar sus raíces sobre el equilibrio y sobre sus convicciones, viviéndolas, nada los estremecerá.
El contacto físico es un pendiente que esta muy próximo a darse en la gran mayoría de grupos, pero debe ser ahora algo colectivo; algo que conmueva por igual a todos aquellos que estén preparados. Dichos encuentros los llevan a confrontar la existencia de otras realidades accesibles y cercanas a las que debían tan solo abrirse, dejando que fluyeran en vuestra dirección, como saliéndoles al encuentro; y a la vez, encontrándolos preparados. Si se dejan guiar, movilizando adecuadamente las energías que están llegando intensamente a vuestro mundo, pronto mantendremos una estrecha relación física por cuanto vuestra vibración lo facilitará.
Es cierto que aún el Sol del nuevo amanecer no ha salido, aunque la noche oscura del alma humana comienza a percibir una claridad de esperanza en el horizonte; claridad útil para saber donde dar el siguiente paso, aunque el como, dependerá de que se dejen guiar por las fuerzas de la luz que los ubicarán con precisión y exactitud. Ustedes sólo deben aportar disposición, y sabemos que no es poco. Cambien el desánimo, el desaliento y la tristeza por paz interior. Confíen y déjense guiar. Dedíquense ahora a culminar lo empezado, y a afianzar lo logrado. Fortalézcanse frente a la acechanza asumiendo actitudes y errores; aprendiendo a amar con fe, dispuestos a perdonar la ignorancia e inconciencia de aquellos aún inmaduros.
Mantengan la puerta abierta de mentes y corazones, y motiven a los grupos a formar otros grupos, cuya fuerza no este en el número sino en las conciencias despiertas. Recuerden que este es el tiempo sin tiempo, en la cuenta regresiva hacia la posible consolidación de un sueño cósmico, y una esperanza universal que ilumine a muchos más de los que podrían imaginarse jamás.
Cierto es que están marchando directamente hacia la más grande batalla psíquica que jamás nadie a librado, pero ustedes son guerreros de la luz, y revestidos de la armadura de la fe y las armas del amor universal podrán salir airosos.
Ahora aumentarán las pruebas a cada paso, pero también por consiguiente las ayudas. Confíen y ábranse a la poderosa vibración de Rahma que os conduce a través de éste proceso mágico y extraordinario. Con amor Sampiac

La Frase:



“Puesto que yo soy imperfecto y necesito la tolerancia y la bondad de los demás, también he de tolerar los defectos del mundo hasta que pueda encontrar el secreto que me permita ponerles remedio”.
Gandhi.

Para Pensar: Obstáculos



Voy andando por un sendero. Dejo que mis pies me lleven.
Mis ojos se posan en los árboles, en los pájaros, en las piedras. En el horizonte se recorta la silueta de una ciudad. Agudizo la mirada para distinguirla bien. Siento que la ciudad me atrae.
Sin saber cómo, me doy cuenta de que en esta ciudad puedo encontrar todo lo que deseo. Todas mis metas, mis objetivos y mis logros. Mis ambiciones y mis sueños están en esta ciudad. Lo que quiero conseguir, lo que necesito, lo que más me gustaría ser, aquello a lo cual aspiro, o que intento, por lo que trabajo, lo que siempre ambicioné, aquello que sería el mayor de mis éxitos.
Me imagino que todo eso está en esa ciudad. Sin dudar, empiezo a caminar hacia ella. A poco de andar, el sendero se hace cuesta arriba. Me canso un poco, pero no me importa. 
Sigo. Diviso una sombra negra, más adelante, en el camino. Al acercarme, veo que una enorme zanja me impide mi paso. Temo... dudo.
Me enoja que mi meta no pueda conseguirse fácilmente. De todas maneras decido saltar la zanja. Retrocedo, tomo impulso y salto... Consigo pasarla. Me repongo y sigo caminando.
Unos metros más adelante, aparece otra zanja. Vuelvo a tomar carrera y también la salto. Corro hacia la ciudad: el camino parece despejado. Me sorprende un abismo que detiene mi camino. Me detengo. Imposible saltarlo
Veo que a un costado hay maderas, clavos y herramientas. Me doy cuenta de que está allí para construir un puente. Nunca he sido hábil con mis manos... Pienso en renunciar. Miro la meta que deseo... y resisto.
Empiezo a construir el puente. Pasan horas, o días, o meses. El puente está hecho. Emocionado, lo cruzo. Y al llegar al otro lado... descubro el muro. Un gigantesco muro frío y húmedo rodea la ciudad de mis sueños...
Me siento abatido... Busco la manera de esquivarlo. No hay caso. Debo escalarlo. La ciudad está tan cerca... No dejaré que el muro impida mi paso.
Me propongo trepar. Descanso unos minutos y tomo aire... De pronto veo, a un costado del camino un niño que me mira como si me conociera. Me sonríe con complicidad.  
Me recuerda a mí mismo... cuando era niño.  
Quizás por eso, me animo a expresar en voz alta mi queja: “¿Por qué tantos obstáculos entre mi objetivo y yo?”
El niño se encoge de hombros y me contesta: “¿Por qué me lo preguntas a mí? Los obstáculos no estaban antes de que tú llegaras... Los obstáculos los trajiste tú”.