París, 21 jun (EFE).- La contaminación atmosférica es la tercera causa de mortalidad en Francia con 48.000 decesos al año, un 9 % del total, sólo por detrás del tabaco (78.000 muertes) y del alcohol (49.000), según un estudio publicado hoy por la Agencia de Salud Pública.
De todas esas muertes estimadas en la Francia continental, 26.000 corresponden a las grandes ciudades, 14.000 a las poblaciones de entre 2.000 y 100.000 habitantes y 8.000 a pueblos de menor tamaño, lo que pone en evidencia que las zonas rurales no están indemnes de este problema.
"Todo el mundo está expuesto a la contaminación del aire y en el día a día, a lo largo del tiempo, es un factor de riesgo", explicó la coordinadora del informe, Sylvia Médina, en declaraciones a la emisora "France Info".
Los autores elaboraron una cartografía del país con el nivel de concentración de partículas finas de un tamaño inferior a 2,5 micrómetros, que se consideran un buen indicador de la contaminación por estar en el origen de muchas enfermedades crónicas.
Sin sorpresas, las áreas de mayor concentración de esas partículas finas son las zonas urbanas, y en particular la región de París, el eje Lyon-Marsella y el noreste de Francia.
Médina hizo hincapié en que esas "partículas finas de un diámetro inferior a 2,5 micrómetros van a penetrar en lo más profundo de nuestros pulmones, en los alvéolos, entrar en la circulación sanguínea y atacar a las células de cualquier órgano".
La consecuencia, añadió, es el desarrollo de "enfermedades crónicas, de asma, de enfermedades coronarias como el infarto de miocardio" e incluso problemas neurológicos y células malignas.
Según los cálculos de la Agencia de Salud Pública, las pérdidas de esperanza de vida derivados de esa polución puede superar los dos años para una persona de 30 años.
Pero también hizo una estimación de en qué medida se corregiría esa situación si el volumen de micro-partículas se redujera al nivel que existe en el 5 % de los municipios menos contaminados: se evitarían 34.000 muertes al año.
Eso significa que se ganarían de media nueve meses de esperanza de vida, y en el caso de las grandes ciudades -donde la mortalidad por la contaminación del aire es más importante- ese incremento de esperanza de vida podría superar un año.
Los autores del estudio hicieron hincapié en que los picos de contaminación pesan menos en la salud que el efecto de la exposición crónica. EFE
domingo, 26 de junio de 2016
martes, 21 de junio de 2016
NUESTRA IMAGEN DEL UNIVERSO (2ª parte)
Un modelo más simple, sin embargo, fue propuesto, en 1514, por un cura polaco,
Nicolás Copérnico. (Al principio, quizás por miedo a ser tildado de hereje por su
propia iglesia, Copérnico hizo circular su modelo de forma anónima.) Su idea era
que el Sol estaba estacionario en el centro y que la Tierra y los planetas se movían
en órbitas circulares a su alrededor. Pasó casi un siglo antes de que su idea fuera
tomada verdaderamente en serio. Entonces dos astrónomos, el alemán Johannes
Kepler y el italiano Galileo Galilei, empezaron a apoyar públicamente la teoría
copernicana, a pesar de que las órbitas que predecía no se ajustaban fielmente a las
observadas. El golpe mortal a la teoría aristotélico/ptolemaica llegó en 1609. En
ese año, Galileo comenzó a observar el cielo nocturno con un telescopio, que
acababa de inventar. Cuando miró al planeta Júpiter, Galileo encontró que éste
estaba acompañado por varios pequeños satélites o lunas que giraban a su
alrededor. Esto implicaba que no todo tenia que girar directamente alrededor de la
Tierra, como Aristóteles y Ptolomeo habían supuesto. (Aún era posible, desde luego,
creer que las lunas de Júpiter se movían en caminos extremadamente complicados
alrededor de la T'ierra, aunque daban la impresión de girar en torno a Júpiter. Sin
embargo, la teoría de Copérnico era mucho más simple.) Al mismo tiempo,
Johannes Kepler había modificado la teoría de Copérnico, sugiriendo que los
planetas no se movían en círculos, sino en elipses (una elipse es un círculo
alargado). Las predicciones se ajustaban ahora finalmente a las observaciones.
Desde el punto de vista de Kepler, las órbitas elípticas constituían meramente una
hipótesis ad hoc, y, de hecho, una hipótesis bastante desagradable, ya que las
elipses eran claramente menos perfectas que los círculos. Kepler, al descubrir casi
por accidente que las órbitas elípticas se ajustaban bien a las observaciones, no
pudo reconciliarlas con su idea de que los planetas estaban concebidos para girar
alrededor del Sol atraídos por fuerzas magnéticas. Una explicación coherente sólo
fue proporcionada mucho más tarde, en 1687, cuando sir Isaac Newton publicó su
Philosophiae Naturalis Principia Mathematica, probablemente la obra más
importante publicada en las ciencias físicas en todos los tiempos. En ella, Newton
no sólo presentó una teoría de cómo se mueven los cuerpos en el espacio y en el
tiempo, sino que también desarrolló las complicadas matemáticas necesarias para
analizar esos movimientos. Además, Newton postuló una ley de la gravitación
universal, de acuerdo con la cual cada cuerpo en el universo era atraído por cualquier
otro cuerpo con una fuerza que era tanto mayor cuanto más masivos fueran los
cuerpos y cuanto más cerca estuvieran el uno del otro. Era esta misma fuerza la que
hacía que los objetos cayeran al suelo. (La historia de que Newton fue inspirado por
una manzana que cayó sobre su cabeza es casi seguro apócrifa. Todo lo que
Newton mismo llegó a decir fue que la idea de la gravedad le vino cuando estaba
sentado «en disposición contemplativa», de la que «únicamente le distrajo la caída
de una manzana».) Newton pasó luego a mostrar que, de acuerdo con su ley, la
gravedad es la causa de que la Luna se mueva en una órbita elíptica alrededor de la
Tierra, y de que la Tierra y los planetas sigan caminos elípticos alrededor del Sol.
El modelo copernicano se despojó de las esferas celestiales de Ptolomeo y, con
ellas, de la idea de que el universo tiene una frontera natural. Ya que las «estrellas
fijas» no parecían cambiar sus posiciones, aparte de una rotación a través del cielo
causada por el giro de la Tierra sobre su eje, llegó a ser natural suponer que las
estrellas fijas eran objetos como nuestro Sol, pero mucho más lejanos.
Newton comprendió que, de acuerdo con su teoría de la gravedad, las estrellas
deberían atraerse unas a otras, de forma que no parecía posible que pudieran
permanecer esencialmente en reposo. ¿No llegaría un determinado momento en el
que todas ellas se aglutinarían? En 1691, en una carta a Richard Bentley, otro
destacado pensador de su época, Newton argumentaba que esto verdaderamente
sucedería si sólo hubiera un número finito de estrellas distribuidas en una región
finita del espacio. Pero razonaba que si, por el contrario, hubiera un número infinito
de estrellas, distribuidas más o menos uniformemente sobre un espacio infinito, ello
no sucedería, porque no habría ningún punto central donde aglutinarse.
Este argumento es un ejemplo del tipo de dificultad que uno puede encontrar cuando
se discute acerca del infinito. En un universo infinito, cada punto puede ser
considerado como el centro, ya que todo punto tiene un número infinito de estrellas a
cada lado. La aproximación correcta, que sólo fue descubierta mucho más tarde, es
considerar primero una situación finita, en la que las estrellas tenderían a aglutinarse,
y preguntarse después cómo cambia la situación cuando uno añade más estrellas
uniformemente distribuidas fuera de la región considerada. De acuerdo con la ley de
Newton, las estrellas extra no producirían, en general, ningún cambio sobre las
estrellas originales, que por lo tanto continuarían aglutinándose con la misma
rapidez. Podemos añadir tantas estrellas como queramos, que a pesar de ello las
estrellas originales seguirán juntándose indefinidamente. Esto nos asegura que es
imposible tener un modelo estático e infinito del universo, en el que la gravedad sea
siempre atractiva.
Un dato interesante sobre la corriente general del pensamiento anterior al siglo xx es
que nadie hubiera sugerido que el universo se estuviera expandiendo o contrayendo.
Era generalmente aceptado que el universo, o bien había existido por siempre en un
estado inmóvil, o bien había sido creado, más o menos como lo observamos hoy, en
un determinado tiempo pasado finito. En parte, esto puede deberse a la tendencia
que tenemos las personas a creer en verdades eternas, tanto como al consuelo que
nos proporciona la creencia de que, aunque podamos envejecer y morir, el universo
permanece eterno e inmóvil.
Nicolás Copérnico. (Al principio, quizás por miedo a ser tildado de hereje por su
propia iglesia, Copérnico hizo circular su modelo de forma anónima.) Su idea era
que el Sol estaba estacionario en el centro y que la Tierra y los planetas se movían
en órbitas circulares a su alrededor. Pasó casi un siglo antes de que su idea fuera
tomada verdaderamente en serio. Entonces dos astrónomos, el alemán Johannes
Kepler y el italiano Galileo Galilei, empezaron a apoyar públicamente la teoría
copernicana, a pesar de que las órbitas que predecía no se ajustaban fielmente a las
observadas. El golpe mortal a la teoría aristotélico/ptolemaica llegó en 1609. En
ese año, Galileo comenzó a observar el cielo nocturno con un telescopio, que
acababa de inventar. Cuando miró al planeta Júpiter, Galileo encontró que éste
estaba acompañado por varios pequeños satélites o lunas que giraban a su
alrededor. Esto implicaba que no todo tenia que girar directamente alrededor de la
Tierra, como Aristóteles y Ptolomeo habían supuesto. (Aún era posible, desde luego,
creer que las lunas de Júpiter se movían en caminos extremadamente complicados
alrededor de la T'ierra, aunque daban la impresión de girar en torno a Júpiter. Sin
embargo, la teoría de Copérnico era mucho más simple.) Al mismo tiempo,
Johannes Kepler había modificado la teoría de Copérnico, sugiriendo que los
planetas no se movían en círculos, sino en elipses (una elipse es un círculo
alargado). Las predicciones se ajustaban ahora finalmente a las observaciones.
Desde el punto de vista de Kepler, las órbitas elípticas constituían meramente una
hipótesis ad hoc, y, de hecho, una hipótesis bastante desagradable, ya que las
elipses eran claramente menos perfectas que los círculos. Kepler, al descubrir casi
por accidente que las órbitas elípticas se ajustaban bien a las observaciones, no
pudo reconciliarlas con su idea de que los planetas estaban concebidos para girar
alrededor del Sol atraídos por fuerzas magnéticas. Una explicación coherente sólo
fue proporcionada mucho más tarde, en 1687, cuando sir Isaac Newton publicó su
Philosophiae Naturalis Principia Mathematica, probablemente la obra más
importante publicada en las ciencias físicas en todos los tiempos. En ella, Newton
no sólo presentó una teoría de cómo se mueven los cuerpos en el espacio y en el
tiempo, sino que también desarrolló las complicadas matemáticas necesarias para
analizar esos movimientos. Además, Newton postuló una ley de la gravitación
universal, de acuerdo con la cual cada cuerpo en el universo era atraído por cualquier
otro cuerpo con una fuerza que era tanto mayor cuanto más masivos fueran los
cuerpos y cuanto más cerca estuvieran el uno del otro. Era esta misma fuerza la que
hacía que los objetos cayeran al suelo. (La historia de que Newton fue inspirado por
una manzana que cayó sobre su cabeza es casi seguro apócrifa. Todo lo que
Newton mismo llegó a decir fue que la idea de la gravedad le vino cuando estaba
sentado «en disposición contemplativa», de la que «únicamente le distrajo la caída
de una manzana».) Newton pasó luego a mostrar que, de acuerdo con su ley, la
gravedad es la causa de que la Luna se mueva en una órbita elíptica alrededor de la
Tierra, y de que la Tierra y los planetas sigan caminos elípticos alrededor del Sol.
El modelo copernicano se despojó de las esferas celestiales de Ptolomeo y, con
ellas, de la idea de que el universo tiene una frontera natural. Ya que las «estrellas
fijas» no parecían cambiar sus posiciones, aparte de una rotación a través del cielo
causada por el giro de la Tierra sobre su eje, llegó a ser natural suponer que las
estrellas fijas eran objetos como nuestro Sol, pero mucho más lejanos.
Newton comprendió que, de acuerdo con su teoría de la gravedad, las estrellas
deberían atraerse unas a otras, de forma que no parecía posible que pudieran
permanecer esencialmente en reposo. ¿No llegaría un determinado momento en el
que todas ellas se aglutinarían? En 1691, en una carta a Richard Bentley, otro
destacado pensador de su época, Newton argumentaba que esto verdaderamente
sucedería si sólo hubiera un número finito de estrellas distribuidas en una región
finita del espacio. Pero razonaba que si, por el contrario, hubiera un número infinito
de estrellas, distribuidas más o menos uniformemente sobre un espacio infinito, ello
no sucedería, porque no habría ningún punto central donde aglutinarse.
Este argumento es un ejemplo del tipo de dificultad que uno puede encontrar cuando
se discute acerca del infinito. En un universo infinito, cada punto puede ser
considerado como el centro, ya que todo punto tiene un número infinito de estrellas a
cada lado. La aproximación correcta, que sólo fue descubierta mucho más tarde, es
considerar primero una situación finita, en la que las estrellas tenderían a aglutinarse,
y preguntarse después cómo cambia la situación cuando uno añade más estrellas
uniformemente distribuidas fuera de la región considerada. De acuerdo con la ley de
Newton, las estrellas extra no producirían, en general, ningún cambio sobre las
estrellas originales, que por lo tanto continuarían aglutinándose con la misma
rapidez. Podemos añadir tantas estrellas como queramos, que a pesar de ello las
estrellas originales seguirán juntándose indefinidamente. Esto nos asegura que es
imposible tener un modelo estático e infinito del universo, en el que la gravedad sea
siempre atractiva.
Un dato interesante sobre la corriente general del pensamiento anterior al siglo xx es
que nadie hubiera sugerido que el universo se estuviera expandiendo o contrayendo.
Era generalmente aceptado que el universo, o bien había existido por siempre en un
estado inmóvil, o bien había sido creado, más o menos como lo observamos hoy, en
un determinado tiempo pasado finito. En parte, esto puede deberse a la tendencia
que tenemos las personas a creer en verdades eternas, tanto como al consuelo que
nos proporciona la creencia de que, aunque podamos envejecer y morir, el universo
permanece eterno e inmóvil.
Si te veo llorar
Si te veo llorar... te haré reír,
Si caes... te ayudaré
Si te duermes... te dejaré soñar,
Si ríes... reiremos,
Si callas... escucharé tus gestos,
Si miras... observaré,
Si te falta un abrazo... te abrazaré,
Si necesitas algo... no me lo pidas lo descubriré,
Si me descubres... me alegraré,
Si no tienes fuerzas... te las daré,
Si no me escuchas... te escucharé,
Si no ves la luz... te acercaré a las estrellas,
Si me necesitas... ahí estaré...
Si caes... te ayudaré
Si te duermes... te dejaré soñar,
Si ríes... reiremos,
Si callas... escucharé tus gestos,
Si miras... observaré,
Si te falta un abrazo... te abrazaré,
Si necesitas algo... no me lo pidas lo descubriré,
Si me descubres... me alegraré,
Si no tienes fuerzas... te las daré,
Si no me escuchas... te escucharé,
Si no ves la luz... te acercaré a las estrellas,
Si me necesitas... ahí estaré...
viernes, 17 de junio de 2016
NUESTRA IMAGEN DEL UNIVERSO ( 1ª parte)
Un conocido científico (algunos dicen que fue Bertrand Russell) daba una vez una
conferencia sobre astronomía. En ella describía cómo la Tierra giraba alrededor del
Sol y cómo éste, a su vez, giraba alrededor del centro de una vasta colección de
estrellas conocida como nuestra galaxia. Al final de la charla, una simpática señora
ya de edad se levantó y le dijo desde el fondo de la sala: «Lo que nos ha contado
usted no son más que tonterías. El mundo es en realidad una plataforma plana
sustentada por el caparazón de una tortuga gigante». El científico sonrió
ampliamente antes de replicarle, «¿y en qué se apoya la tortuga?». «Usted es muy
inteligente, joven, muy inteligente -dijo la señora-. ¡Pero hay infinitas tortugas una
debajo de otra!».
La mayor parte de la gente encontraría bastante ridícula la Imagen de nuestro
universo como una torre infinita de tortugas, pero ¿,en qué nos basamos para creer
que lo conocemos mejor? ¿.Qué sabemos acerca del universo, y cómo hemos
llegado a saberlo. ¿De dónde surgió el universo, y a dónde va? ¿Tuvo el univer so un
principio, y, si así fue, que sucedió con anterioridad a él? ¿Cuál es la naturaleza del
tiempo? ¿Llegará éste alguna vez a un final? Avances recientes de la física, posibles
en parte gracias a fantásticas nuevas tecnologías, sugieren respuestas a algunas de
estas preguntas que desde hace mucho tiempo nos preocupan. Algún día estas
respuestas podrán parecernos tan obvias como el que la Tierra gire alrededor del
Sol, o, quizás, tan ridículas como una torre de tortugas. Sólo el tiempo (cualquiera
que sea su significado) lo dirá.
Ya en el año 340 a.C. el filósofo griego Aristóteles, en su libro De los Cielos, fue
capaz de establecer dos buenos argumentos para creer que la Tierra era una esfera
redonda en vez de una plataforma plana. En primer lugar, se dio cuenta de que los
eclipses lunares eran debidos a que la Tierra se situaba entre el Sol y la Luna. La
sombra de la Tierra sobre la Luna era siempre redonda. Si la Tierra hubiera sido un
disco plano, su sombra habría sido alargada y elíptica a menos que el eclipse
siempre ocurriera en el momento en que el Sol estuviera directamente debajo del
centro del disco. En segundo lugar, los griegos sabían, debido a sus viajes, que la
estrella Polar aparecía más baja en el cielo cuando se observaba desde el sur que
cuando se hacía desde regiones más al norte. (Como la estrella Polar está sobre el
polo norte, parecería estar justo encima de un observador situado en dicho polo,
mientras que para alguien que mirara desde el ecuador parecería estar justo en el
horizonte.) A partir de la diferencia en la posición aparente de la estrella Polar entre
Egipto y Grecia, Aristóteles incluso estimó que la distancia alrededor de la Tierra era
de 400.000 estadios. No se conoce con exactitud cuál era la longitud de un estadio,
pero puede que fuese de unos 200 metros, lo que supondría que la estimación de
Aristóteles era aproximadamente el doble de la longitud hoy en día aceptada. Los
griegos tenían incluso un tercer argumento en favor de que la Tierra debía de ser
redonda, ¿por qué, si no, ve uno primero las velas de un barco que se acerca en el
horizonte, y sólo después se ve el casco?
Aristóteles creía que la Tierra era estacionaria y que el Sol, la luna, los planetas y las
estrellas se movían en órbitas circulares alrededor de ella. Creía eso porque estaba
convencido, por razones místicas, de que la Tierra era el centro del universo y de que
el movimiento circular era el más perfecto. Esta idea fue ampliada por Ptolomeo en
el siglo ii d.C. hasta constituir un modelo cosmológico completo. La Tierra
permaneció en el centro, rodeada por ocho esferas que transportaban a la Luna, el
Sol, las estrellas y los cinco planetas conocidos en aquel tiempo, Mercurio, Venus,
Marte, Júpiter y Saturno (figura 1. l). Los planetas se movían en círculos más
pequeños engarzados en sus respectivas esferas para que así se pudieran explicar
sus relativamente complicadas trayectorias celestes. La esfera más externa
transportaba a las llamadas estrellas fijas, las cuales siempre permanecían en las
mismas posiciones relativas, las unas con respecto de las otras, girando juntas a
través del cielo. Lo que había detrás de la última esfera nunca fue descrito con
claridad, pero ciertamente no era parte del universo observable por el hombre.
El modelo de Ptolomeo proporcionaba un sistema razonablemente preciso para
predecir las posiciones de los cuerpos celestes en el firmamento. Pero, para poder
predecir dichas posiciones correctamente, Ptolomeo tenía que suponer que la Luna
seguía un camino que la situaba en algunos instantes dos veces más cerca de la
Tierra que en otros. ¡Y esto significaba que la Luna debería aparecer a veces con
tamaño doble del que usualmente tiene! Ptolomeo reconocía esta inconsistencia, a
pesar de lo cual su modelo fue amplia, aunque no universalmente, aceptado. Fue
adoptado por la Iglesia cristiana como la imagen del universo que estaba de acuerdo
con las Escrituras, y que, además, presentaba la gran ventaja de dejar, fuera de la
esfera de las estrellas fijas, una enorme cantidad de espacio para el cielo y el
infierno.
conferencia sobre astronomía. En ella describía cómo la Tierra giraba alrededor del
Sol y cómo éste, a su vez, giraba alrededor del centro de una vasta colección de
estrellas conocida como nuestra galaxia. Al final de la charla, una simpática señora
ya de edad se levantó y le dijo desde el fondo de la sala: «Lo que nos ha contado
usted no son más que tonterías. El mundo es en realidad una plataforma plana
sustentada por el caparazón de una tortuga gigante». El científico sonrió
ampliamente antes de replicarle, «¿y en qué se apoya la tortuga?». «Usted es muy
inteligente, joven, muy inteligente -dijo la señora-. ¡Pero hay infinitas tortugas una
debajo de otra!».
La mayor parte de la gente encontraría bastante ridícula la Imagen de nuestro
universo como una torre infinita de tortugas, pero ¿,en qué nos basamos para creer
que lo conocemos mejor? ¿.Qué sabemos acerca del universo, y cómo hemos
llegado a saberlo. ¿De dónde surgió el universo, y a dónde va? ¿Tuvo el univer so un
principio, y, si así fue, que sucedió con anterioridad a él? ¿Cuál es la naturaleza del
tiempo? ¿Llegará éste alguna vez a un final? Avances recientes de la física, posibles
en parte gracias a fantásticas nuevas tecnologías, sugieren respuestas a algunas de
estas preguntas que desde hace mucho tiempo nos preocupan. Algún día estas
respuestas podrán parecernos tan obvias como el que la Tierra gire alrededor del
Sol, o, quizás, tan ridículas como una torre de tortugas. Sólo el tiempo (cualquiera
que sea su significado) lo dirá.
Ya en el año 340 a.C. el filósofo griego Aristóteles, en su libro De los Cielos, fue
capaz de establecer dos buenos argumentos para creer que la Tierra era una esfera
redonda en vez de una plataforma plana. En primer lugar, se dio cuenta de que los
eclipses lunares eran debidos a que la Tierra se situaba entre el Sol y la Luna. La
sombra de la Tierra sobre la Luna era siempre redonda. Si la Tierra hubiera sido un
disco plano, su sombra habría sido alargada y elíptica a menos que el eclipse
siempre ocurriera en el momento en que el Sol estuviera directamente debajo del
centro del disco. En segundo lugar, los griegos sabían, debido a sus viajes, que la
estrella Polar aparecía más baja en el cielo cuando se observaba desde el sur que
cuando se hacía desde regiones más al norte. (Como la estrella Polar está sobre el
polo norte, parecería estar justo encima de un observador situado en dicho polo,
mientras que para alguien que mirara desde el ecuador parecería estar justo en el
horizonte.) A partir de la diferencia en la posición aparente de la estrella Polar entre
Egipto y Grecia, Aristóteles incluso estimó que la distancia alrededor de la Tierra era
de 400.000 estadios. No se conoce con exactitud cuál era la longitud de un estadio,
pero puede que fuese de unos 200 metros, lo que supondría que la estimación de
Aristóteles era aproximadamente el doble de la longitud hoy en día aceptada. Los
griegos tenían incluso un tercer argumento en favor de que la Tierra debía de ser
redonda, ¿por qué, si no, ve uno primero las velas de un barco que se acerca en el
horizonte, y sólo después se ve el casco?
Aristóteles creía que la Tierra era estacionaria y que el Sol, la luna, los planetas y las
estrellas se movían en órbitas circulares alrededor de ella. Creía eso porque estaba
convencido, por razones místicas, de que la Tierra era el centro del universo y de que
el movimiento circular era el más perfecto. Esta idea fue ampliada por Ptolomeo en
el siglo ii d.C. hasta constituir un modelo cosmológico completo. La Tierra
permaneció en el centro, rodeada por ocho esferas que transportaban a la Luna, el
Sol, las estrellas y los cinco planetas conocidos en aquel tiempo, Mercurio, Venus,
Marte, Júpiter y Saturno (figura 1. l). Los planetas se movían en círculos más
pequeños engarzados en sus respectivas esferas para que así se pudieran explicar
sus relativamente complicadas trayectorias celestes. La esfera más externa
transportaba a las llamadas estrellas fijas, las cuales siempre permanecían en las
mismas posiciones relativas, las unas con respecto de las otras, girando juntas a
través del cielo. Lo que había detrás de la última esfera nunca fue descrito con
claridad, pero ciertamente no era parte del universo observable por el hombre.
El modelo de Ptolomeo proporcionaba un sistema razonablemente preciso para
predecir las posiciones de los cuerpos celestes en el firmamento. Pero, para poder
predecir dichas posiciones correctamente, Ptolomeo tenía que suponer que la Luna
seguía un camino que la situaba en algunos instantes dos veces más cerca de la
Tierra que en otros. ¡Y esto significaba que la Luna debería aparecer a veces con
tamaño doble del que usualmente tiene! Ptolomeo reconocía esta inconsistencia, a
pesar de lo cual su modelo fue amplia, aunque no universalmente, aceptado. Fue
adoptado por la Iglesia cristiana como la imagen del universo que estaba de acuerdo
con las Escrituras, y que, además, presentaba la gran ventaja de dejar, fuera de la
esfera de las estrellas fijas, una enorme cantidad de espacio para el cielo y el
infierno.
Mensaje de los Hermanos Mayores:
“No deben buscar convencer a nadie, menos a sus propios parientes. Las experiencias y confirmaciones se darán sólo a aquellos que con la apertura mental y la humildad necesarias, se presenten o lleguen donde ustedes, dispuestos a comprometerse consigo mismo, porque ya creían esto y estaban en la edad evolutiva, edad del entendimiento y tan sólo esperaban el llamado solitario.
Sean conscientes de que no se espera una fe sumisa en la labor a desarrollar, menos aún en nosotros o en nuestra existencia, ya que ello no tiene tanta importancia, pues nuestra presencia es una realidad evidente y demostrable.
Se pretende encontrar gente que sepa hallar el aspecto de fondo, la razón de nuestra presencia sobre el planeta y lo pueda entender sin preconceptos. Se necesita gente joven de espíritu que crea que puede empezar cada día de nuevo, desde cero si fuese necesario; personas que estén dispuestas a desechar todo lo anterior y replantear su vida; las prioridades de la existencia y el verdadero valor de las cosas... Gente que sepa distinguir los espejismos de la realidad y que viviendo en el mundo no pertenezcan a él ni compartan su podredumbre... No buscamos cantidad de personas, sino calidad de personas...
Si nos brindan su amistad, nosotros la sabremos corresponder, compartiendo gustosos nuestra responsabilidad de desarrollar la Misión de orientación de la humanidad, así como les aseguraremos nuestra ayuda y apoyo frente a las dificultades que se puedan presentar. Finalmente sepan que la Misión recaerá totalmente en el Hombre, porque éste es vuestro plano de evolución y deberéis evolucionar con él y responder por él.
Seremos veraces con Uds. hermanos nuestros en todo momento, por lo que a su tiempo y si fuese necesario les proporcionaremos los medios de transporte, porque las condiciones podrían requerir que se les remueva de sobre la faz de la Tierra; pero por lo pronto daremos pautas de preparación.
Con Amor, Oxalc.”
(Comunicación recibida en Perú, Febrero de 1974).
Sean conscientes de que no se espera una fe sumisa en la labor a desarrollar, menos aún en nosotros o en nuestra existencia, ya que ello no tiene tanta importancia, pues nuestra presencia es una realidad evidente y demostrable.
Se pretende encontrar gente que sepa hallar el aspecto de fondo, la razón de nuestra presencia sobre el planeta y lo pueda entender sin preconceptos. Se necesita gente joven de espíritu que crea que puede empezar cada día de nuevo, desde cero si fuese necesario; personas que estén dispuestas a desechar todo lo anterior y replantear su vida; las prioridades de la existencia y el verdadero valor de las cosas... Gente que sepa distinguir los espejismos de la realidad y que viviendo en el mundo no pertenezcan a él ni compartan su podredumbre... No buscamos cantidad de personas, sino calidad de personas...
Si nos brindan su amistad, nosotros la sabremos corresponder, compartiendo gustosos nuestra responsabilidad de desarrollar la Misión de orientación de la humanidad, así como les aseguraremos nuestra ayuda y apoyo frente a las dificultades que se puedan presentar. Finalmente sepan que la Misión recaerá totalmente en el Hombre, porque éste es vuestro plano de evolución y deberéis evolucionar con él y responder por él.
Seremos veraces con Uds. hermanos nuestros en todo momento, por lo que a su tiempo y si fuese necesario les proporcionaremos los medios de transporte, porque las condiciones podrían requerir que se les remueva de sobre la faz de la Tierra; pero por lo pronto daremos pautas de preparación.
Con Amor, Oxalc.”
(Comunicación recibida en Perú, Febrero de 1974).
ESTA ORACION REZABA EL PADRE PIO DIARIAMENTE:
Amado Dios, Padre celestial: toma mi vida y permíteme vivir serenamente este día.
Abre mi mente a pensamientos positivos.
Saca de mí todo mal sentir hacia los otros.
Haz posible que yo pueda sentir gozo, amor,compasión y permíteme sentirme vivo otra vez.
Ayúdame a aceptar las cosas como son, a aguantar la lengua, a cumplir con mis tareas diarias,
a dar libertad con amor.
Llévate mis preocupaciones por el futuro.
Que yo pueda darme cuenta de que en tus manos todo se me provee, que no tengo control sobre nada sino yo mismo sobre mí.
Que el presente es precioso y pasa muy pronto.
Ayúdame a recordar que el odio y el dolor dirigidos a mí,
son el odio y el dolor que siente la otra persona al no poder amar o perdonar.
Gracias por aceptar mi carga y hacerla más liviana. PADRE PIO
lunes, 13 de junio de 2016
REINTERPRETANDO LA BIBLIA (4ª y última parte)
Los reveladores apócrifos:
Los apócrifos son los libros de la Biblia, que aunque atribuidos a autor sagrado, no están declarados como canónicos. "Canon" es el "catálogo de libros sagrados admitidos por la Iglesia Católica".
En realidad, la cuestión queda reducida a un único punto: ¿y que criterio sigue la Iglesia Católica para decidir si un libro tiene carácter de canónico o no?
A continuación reproducimos algunos de estos textos que tienen relación con el nacimiento de Jesús y la constante intervención de los "ángeles del Señor":
- Libro sobre la natividad de María:
"Llevaba ya algún tiempo en aquel lugar, cuando un día que estaba solo, se le presentó un ángel de Dios, rodeado de un inmenso resplandor. Él quedo turbado ante su vista, pero el ángel de la aparición le libró del temor diciendo: Joaquín (abuelo de Jesús), no tengas miedo ni te asustes por mi visión. Has de saber que soy un ángel del Señor".
- Libro sobre la natividad de María:
"Mas la Virgen del Señor (María) iba adelantando en las virtudes al par que aumentaba de edad; y según las palabras del salmista, su padre y su madre la abandonaron, pero Dios la tomo consigo.
Diariamente tenía trato con los ángeles. Asimismo gozaba todos los días de la visión divina, la cual la inmunizaba contra toda clase de males y la inundaba de bienes sin cuento".
- Evangelio apócrifo de Mateo:
"Al día siguiente, mientras se encontraba María junto a la fuente, llenando el cántaro de agua, se le apareció el ángel de Dios y le dijo: Dichosa eres, María, porque has preparado al Señor una habitación en tu seno. He aquí que una luz del cielo vendrá para morar en ti y por tu medio iluminará a todo el mundo".
- Evangelio apócrifo de Mateo:
"Mandó el ángel parar la caballería, porque el tiempo de dar a luz se había echado ya encima. Después mandó a María que bajara de la cabalgadura y se metiera en una cueva subterránea, donde siempre reinó la oscuridad, sin que nunca entrara un rayo de luz, porque el Sol no podía penetrar hasta allí".
- Evangelio apócrifo de Mateo:
"Hacía un rato que José se había marchado en busca de comadronas. Más cuando llegó a la cueva, ya había alumbrado María al infante. Y dijo a ésta: Aquí te traigo a dos parteras: Zelomí y Salomé. Pero se han quedado a la puerta de la cueva, no atreviéndose a entrar por el excesivo resplandor que la inunda".
- Apócrifo Líber de infantia Salvatoris:
"Cuando hube entrado para examinar la doncella, la encontré con la faz vuelta hacia arriba, mirando al cielo y hablando consigo. Yo creo que estaba en oración y bendecía al Altísimo. (...)
En aquel momento se pararon todas las cosas, silenciosas y atemorizadas: los vientos dejaron de soplar; no se movió hoja alguna de los árboles; ni se oyó el ruido de las aguas; los ríos quedaron inmóviles y el mar sin oleaje; callaron los manantiales de las aguas y cesó el eco de las voces humanas. (...)
Yo, por mi parte, quedé llena de estupor y de admiración y el miedo se apoderó de mí, pues tenía fija mi vista en el intenso resplandor que despedía la luz que había nacido.
Y esta luz fuese poco a poco condensando y tomando la forma de un niño, hasta que apareció un infante, como suelen ser los hombres al nacer".
- Evangelio apócrifo de Santiago:
"Al llegar al lugar de la gruta se pararon (se refiere a José y a la partera), y he aquí que ésta estaba sombreada por una nube luminosa. (...)
De repente, la nube empezó a retirarse de la gruta y brilló dentro una luz tan grande, que nuestros ojos no podían resistirla.
Ésta, por un momento, comenzó a disminuir hasta tanto que apareció el Niño".
- Evangelio apócrifo de Santiago:
"Y en aquel momento la estrella aquella, que habían visto en el Oriente, volvió de nuevo a guiarles hasta que llegaron a la cueva, y se posó sobre la boca de ésta. Entonces vieron los magos al Niño con su Madre, María, y sacaron dones de sus cofres: oro, incienso y mirra".
Conclusión:
Reinterpretando la Biblia desde un punto de vista distinto y más moderno, podemos llegar a la conclusión de que, a pesar de ser un libro manipulado por los intereses de la Iglesia, en él se dejan ver muchas evidencias de la presencia de OVNIs y seres extraterrestres (para la gente primitiva de hace más de 2000 años: "nubes luminosas" o "carros de fuego" y "ángeles del Señor").
Referente a los últimos párrafos que relatan hechos sobre la vida de María y el nacimiento de Jesús, queremos que saquen sus propias conclusiones. Creemos que las palabras de los apócrifos no pueden ser más claras, claro está, teniendo en cuenta las primitivas descripciones de la gente de esa época. (Fin)
jueves, 9 de junio de 2016
Las 8 cosas que DIOS no te preguntará
Dios no te preguntará qué modelo de auto usabas; te preguntará a cuánta gente llevaste.
Dios no te preguntará los metros cuadrados de tu casa; te preguntará cuánta gente recibiste en ella.
Dios no te preguntará la marca de la ropa en tu armario; te preguntará a cuántos ayudaste a vestirse.
Dios no te preguntará cuan alto era tu sueldo; te preguntará si vendiste tu conciencia para obtenerlo.
Dios no te preguntará cuál era tu título; te preguntará si hiciste tu trabajo con lo mejor de tu capacidad. .
Dios no te preguntará cuántos amigos tenías; te preguntará cuánta gente te consideraba su amigo.
Dios no te preguntará en qué vecindario vivías; te preguntará cómo tratabas a tus vecinos.
Dios no te preguntará el color de tu piel; te preguntará por la pureza de tu interior.
Dios no te preguntará los metros cuadrados de tu casa; te preguntará cuánta gente recibiste en ella.
Dios no te preguntará la marca de la ropa en tu armario; te preguntará a cuántos ayudaste a vestirse.
Dios no te preguntará cuan alto era tu sueldo; te preguntará si vendiste tu conciencia para obtenerlo.
Dios no te preguntará cuál era tu título; te preguntará si hiciste tu trabajo con lo mejor de tu capacidad. .
Dios no te preguntará cuántos amigos tenías; te preguntará cuánta gente te consideraba su amigo.
Dios no te preguntará en qué vecindario vivías; te preguntará cómo tratabas a tus vecinos.
Dios no te preguntará el color de tu piel; te preguntará por la pureza de tu interior.
Los vigilantes de la humanidad (2ª parte)
GUERRAS ENTRE DIOSES
Enoc dejó escrito aquello que el ángel le transmitía: «Me dijo: ‘Mira Enoc estas tablillas celestiales, lee lo que está escrito allí y señala cada dato’. Miré las tablillas celestiales y leí todo lo que estaba escrito y lo comprendí todo; leí el libro de todas las acciones de la humanidad y de todos los hijos de la carne que están sobre la Tierra, hasta las generaciones remotas» (1-Enoc 81: 1-2). El «elegido de los cielos» confió todos los documentos a su hijo Matusalén: «Preserva hijo mío, Matusalén, el libro de la mano de tu padre y entrégalo a las generaciones del mundo. Te he dado sabiduría a ti y a tus hijos para que ellos la entreguen a sus hijos por generaciones, sabiduría que está por encima de sus pensamientos» (1-Enoc 82: 1).
Los textos sumerios ya describen estas «tablillas mágicas» como unos codiciados objetos de poder, puesto que aquellos ángeles o dioses que se hicieran con ellas, tendrían la capacidad de gobernar el mundo. En un relato llamado El Mito de Zu leemos como uno de los súbditos del poderoso Enlil, un Anunnaki –deidad sumeria y acadia– llamado Pazuzu o Zu, que significa «Aquel que Sabe», consigue robar las Tablillas Celestiales y pone en jaque a todo el Consejo Anunnaki, desatándose una guerra sin tregua. Cuando Zu se hace con las tablillas, se cree con la capacidad de hacer cualquier cosa: «Tomaré la Celestial Tablilla de los Destinos, gobernaré los decretos de los dioses, estableceré mi trono, seré el amo de los decretos celestiales, comandaré a los Igigi –dioses menores de la tradición sumeria– en su espacio».
Mediante las Tablillas Celestiales, Enoc puede experimentar visiones de sucesos que acontecerían cientos y miles de años en el futuro. En sus textos llegó a vaticinar la construcción de la Torre de Babel, el ascenso al cielo del profeta Elías en un carro de fuego, e incluso el Gran Diluvio Universal que se cerniría sobre la Tierra 1.000 años después. Cuando hubieron transcurrido esos treinta días, Enoc se preparó para partir y 2.000 individuos se reunieron para despedirlo: «Cuando Enoc había hablado con las personas, el Señor envió oscuridad sobre la superficie de la Tierra, y había oscuridad, y ésta cubrió a aquellos hombres que estaban de pie junto a Enoc, y ellos tomaron a Enoc y lo llevaron hacia el Cielo, donde se encuentra el Señor; y él lo recibió y lo colocó delante de su rostro, y la oscuridad se disipó de la Tierra, y la luz regresó» (2-Enoc 67: 1).
ÁNGELES REBELDES
Como guinda final, y siempre siguiendo las instrucciones del Señor, en el lugar donde Enoc había sido arrebatado hacia lo alto se rindieron varios sacrificios de animales: «Matusalén y sus hermanos, y todos los hijos de Enoc, se dieron prisa y erigieron un altar en el sitio llamado Achuzan, desde donde Enoc fue tomado hacia el cielo. Y ellos sacrificaron bueyes y convocaron a todas las personas, y compartieron el sacrificio delante del rostro del Señor» (2-Enoc 68: 6-7).
La más reveladora profecía de Enoc, la referida a un diluvio sobre la Tierra, llegaría después de tres generaciones más de su estirpe. Sin embargo, un problema latente dentro de la jerarquía de Yahvé seguía haciendo estragos: sus ángeles descendían a la Tierra para copular con las terrestres, cegados por su belleza y deseos de procrear. Los secretos de la gran deidad peligraban día a día, pues estos Vigilantes revelaban a las esposas que habían tomado unos conocimientos prohibidos que podrían elevar a los hombres a la categoría de dioses. Y eso era algo que Enlil-Yahvé no podía permitir. Sólo a través de una solución drástica solventaría el conflicto. Una solución que acabaría con la vida de la especie humana sobre la Tierra…
En el Libro 1 de Enoc leemos que un total de 200 ángeles se rebelaron. Incluso se citan los nombres de estos Vigilantes que tomaron por esposas a las terrestres: «Vayamos y escojamos mujeres de entre las hijas de los hombres y engendremos hijos». Pero Shemihaza, que era su jefe, les dijo: «Temo que no queráis cumplir con esta acción y sea yo el único responsable de un gran pecado».
Ellos le respondieron: «Hagamos todos un juramento y comprometámonos todos bajo un anatema a no retroceder en este proyecto hasta ejecutarlo realmente». Entonces, los doscientos juraron unidos bajo anatema, y todos ellos descendieron sobre la cima de un monte que llamaron Hermón. «Estos son los nombres de sus jefes: Shemihaza, quien era el principal, y en orden con relación a él, Ar’taqof, Rama’el, Kokab’el, –‘el, Ra’ma’el, Dani’el, Zeq’el, Baraq’el, ‘Asa’el, Harmoni, Matra’el, ‘Anan’el, Sato’el, Shamsi’el, Sahari’el, Tumi’el, Turi’el, Yomi’el, y Yehadi’el. Estos son los jefes de decena» (1-Enoc 6: 1-8).
De la unión entre estos ángeles y las mujeres nacieron gigantes, los llamados Nefilim, que en hebreo significa «caídos» o «derribados». En traducciones griegas se le da el significado de gigantes, al igual que en arameo. Sin embargo, ciertos eruditos defienden que Nefilim procede del término arameo NEPHILA, que significa «Aquellos que son de Orión», ya que en arameo Orión es Nephila. ¿Acaso procedían los Anunnaki de la Constelación de Orión tal y como propone el investigador Robert Bauval, quien defiende la teoría de que las pirámides egipcias están alineadas siguiendo dicha constelación?
CUANDO LOS NEFILIM DOMINARON LA TIERRA
El caso es que en varias excavaciones en Oriente Medio han sido encontrados diversos esqueletos de grandes dimensiones, lo cual significa que estos gigantes realmente existieron, aunque no necesariamente tendrían que ser los restos de los Nefilim, sino más bien de seres humanos con reminiscencias genéticas de estos seres. Los Nefilim y Anunnaki medían entre tres y seis metros, de modo que el hallazgo de un esqueleto de estas características supondría un antes y un después en la forma de concebir la historia humana. Volviendo al relato que nos ocupa, o que más enfureció a Yahvé fue que los ángeles revelaran secretos a sus esposas terrestres: «Shemihaza enseñó encantamientos y a cortar raíces; Hermoni a romper hechizos, brujería, magia y habilidades afines; Baraq’el los signos de los rayos; Kokab’el los presagios de las estrellas; Zeq’el los de los relámpagos; –‘el enseñó los significados; Ar’taqof enseñó las señales de la Tierra; Shamsi’el los presagios del Sol; y Sahari’el los de la Luna, y todos comenzaron a revelar secretos a sus esposas» (1-Enoc 8: 3).
Los conocimientos prohibidos también incluían armas para defenderse, por lo que hemos de suponer que prácticamente todos los secretos de la herrería y la fundición fueron revelados por estos seres, tanto para aprender a utilizarlos en defensa propia como para artesanía y decoración: «Y Asa’el enseñó a los hombres a fabricar espadas de hierro y corazas de cobre y les mostró cómo se extrae y se trabaja el oro hasta dejarlo listo, y en lo que respecta a la plata a repujarla para brazaletes y otros adornos. A las mujeres les enseñó sobre el antimonio, el maquillaje de los ojos, las piedras preciosas y las tinturas. Y entonces creció mucho la impiedad y ellos tomaron los caminos equivocados y llegaron a corromperse en todas las formas». Como el lector puede apreciar, a Enoc le dictaron que cualquier conocimiento dado al ser humano es malicioso, oscuro y pecaminoso. Básicamente, el Señor condena todo avance técnico o moral que la humanidad pueda desarrollar por sí misma.
CASTIGO ETERNO PARA LOS INSURRECTOS
Enoc es claramente víctima de un «lavado de cerebro», puesto que no se le permite dudar lo más mínimo de que la Ley del Señor es incuestionable. Cualquier oposición a la misma significa la muerte. Sólo la sumisión y la ferviente fidelidad constituye el único camino de la salvación. Así expresa Enoc la táctica amenazante de su Dios para con los hombres y los ángeles pecadores: «El Dios eterno andará sobre la Tierra, sobre el monte Sinaí aparecerá con su gran ejército y surgirá en la fuerza de su poder desde lo alto de los cielos. Y todos los Vigilantes temblarán y serán castigados en lugares secretos, y todas las extremidades de la Tierra se resquebrajarán, y el temor y un gran temblor se apoderarán de ellos hasta los confines de la Tierra. Las altas montañas se resquebrajarán y derrumbarán, y las colinas se rebajarán y fundirán como la cera ante la llama. Y la Tierra se dividirá y todo lo que está sobre la Tierra perecerá y habrá un juicio sobre todos». Sin duda, toda una apología de terror y amenaza al servicio de un falso Dios que se proclama único y todopoderoso. Para capturar a esos doscientos ángeles rebeldes, Yahvé disponía de siete lugartenientes, de entre los cuales destacaban cuatro: Miguel, Sariel, Rafael y Gabriel. El Señor les encomendó que castigaran duramente a los ángeles caídos, pero especialmente interesante resulta la orden que transmitió al arcángel Miguel: «Y a Miguel le dijo el Señor: ‘Ve y anuncia a Shemihaza y a todos sus cómplices que se unieron con mujeres y se contaminaron con ellas en su impureza, ¡que sus hijos perecerán y ellos verán la destrucción de sus queridos! Encadénalos durante setenta generaciones en los valles de la Tierra hasta el gran día de su juicio’» (1-Enoc 10: 11-12).
Lo mismo leemos en 2 Pedro: «Dios no sólo no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que arrojándoles al infierno, los entregó a prisiones de oscuridad para ser reservados al juicio». Los ángeles del Señor, tras una escaramuza contra los rebeldes, los apresan encerrándolos en un mundo paralelo, una especie de «zona de destierro» donde permanecen en estado latente –muertos en vida, por así decirlo– mientras esperan su sentencia en el Día del Juicio Final.
La palabra «Infierno», presente en el párrafo de Pedro anteriormente citado, viene del término griego Tartaroo, que se traduce como «El abismo más profundo del Hades». ¿A qué lugar se refiere exactamente el citado texto? ¿Estamos ante una exageración fruto de la desbordante imaginación de los autores? Es curioso que, incluso en la mitología romana, Tártaro es el lugar a donde van a parar los enemigos de los dioses. En su obra La Eneida, el
En tablillas sumerias se relata la llegada al Golfo Pérsico, hace unos 400.000 años, de unos seres de otro mundo conocidos como Anunnaki, que posteriormente los textos bíblicos denominarán de diferentes maneras. Según la historia revelada por dichas tablillas, estos extraterrestres crearon a la raza humana para esclavizarla, pero los encargados de su control –un equipo de alienígenas llamados los Vigilantes– se sublevaron contra sus superiores y acabaron mezclándose entre los terrestres y transmitiéndoles conocimientos prohibidos… En el presente reportaje mostramos las evidencias que apuntan a la hipótesis ET para explicar el origen de nuestra especie.
Tras un riguroso estudio de las inscripciones cuneiformes asirio-babilónicas, en 1876 George Smith publicó El Génesis Caldeo, una obra en la que el asiriólogo inglés sacaba a la luz una incómoda verdad: los textos hebreos que conforman la Sagrada Biblia, y en especial los que hacen referencia al Génesis, son una copia casi idéntica de la epopeya de la creación babilónica Enuma Elish, así como de muchos otros «mitos» presentes en tablillas de arcilla sumerias de más de 6.000 años de antigüedad…
Eso significaba que existía un texto escrito en dialecto babilónico como mínimo 1.000 años anterior a los escritos bíblicos. Pero había más: la versión sumeria sobre los orígenes de la humanidad se diferencia de éstos en su literalidad y concreción, llegando incluso a mostrar la identidad real de algunos personajes bíblicos de la importancia del propio Yahvé, el Dios judeo-cristiano. Su equivalente sumerio era Enlil, Dios del Viento y las Tormentas y máximo mandatario de una raza conocida como los Anunnaki (Aquellos que del cielo a la tierra descendieron), que habrían llegado a nuestro planeta hace más de 400.000 años para establecerse cerca de las aguas del Golfo Pérsico, civilizando con el tiempo toda la Mesopotamia meridional con sus imponentes ciudades y templos.
Las tablillas nos revelan que había un total de 23 deidades veneradas en el panteón sumerio, entre las cuales destacaba el dios Enki, Señor de la Tierra, a quien se adjudicaba la creación del ser humano mediante una hibridación genética con los homínidos. Enki y Enlil eran hermanos en constante rivalidad. Mientras el primero era conocido como «el más sabio de los dioses» y un experto científico y genetista, Enlil era una especie de canciller militar sediento de poder y conquista, cuya principal característica era su odio hacia los seres humanos. Estas deidades se regían por una curiosa escala jerárquica: Anu, dios del Cielo, gobernaba las esferas celestes, Enlil lideraba los dominios de la Tierra Media, Enki era el Señor del Abzu (el Abismo de las Aguas) y Nergal comandaba el Inframundo. Pero los encargados de realizar los trabajos más duros eran los llamados Igigi, cuya traducción sería «Los Observadores» o «Aquellos con Grandes Ojos». En las figuras que los representan, observamos el detalle de unas pronunciadas cuencas oculares que vienen a designar su función de vigilantes, quizás porque estaban enfundados en opulentos visores.
En el Génesis bíblico estos Igigi guardan la misma etimología al ser mencionados como «los Vigilantes» o «los Custodios del Señor»… (revista AÑO CERO). poeta romano Virgilio describe este Infierno como un espacio gigantesco en el punto más profundo del Inframundo, siempre envuelto por un río en llamas al que designa como Phlegethon, y sellado por paredes triples para que sus cautivos no puedan escapar.
DESENMASCARANDO A LOS DIOSES
Teniendo en cuenta que conocemos el aspecto reptiliano de estas «entidades celestiales» gracias a las figuras y representaciones de distintas culturas, nos preguntamos por qué los «ángeles buenos» se muestran con el mismo aspecto de un ser humano. La respuesta es simple. Si usted quisiera manipular a una colonia de hormigas para ganarse su confianza e infiltrarse en su nido, ¿se presentaría ante estos animalillos con forma humana o de hormiga? Todos estos dioses Anunnaki tenían una pinta muy parecida: atributos reptilianos, elevada estatura y piel escamosa. Gracias a su psiquismo pudieron engañar a nuestros ancestros, mostrándose bajo la apariencia que se les antojaba en función de sus intereses. Si querían infundir miedo, su aspecto era grotesco y reptiliano; pero si deseaban seducir y engañar, aparecían como bellos humanos.
Así es como estas entidades, erróneamente elevadas a la categoría de dioses, consiguieron que sólo los vencedores escribieran la historia. Pero ¿qué fue de los vencidos? ¿De aquellos de entre sus filas que quisieron ayudar a salir al ser humano de la Matrix Holográfica en la que vivimos? Como es de suponer, el mal acaba siempre por delatarse a sí mismo, con sus amenazas y ambiciones. Quizás aún estemos a tiempo de reescribir la historia con la ayuda de los vencidos, desenmascarando a los vencedores…
Este reportaje fue publicado en la revista AÑO CERO
Enoc dejó escrito aquello que el ángel le transmitía: «Me dijo: ‘Mira Enoc estas tablillas celestiales, lee lo que está escrito allí y señala cada dato’. Miré las tablillas celestiales y leí todo lo que estaba escrito y lo comprendí todo; leí el libro de todas las acciones de la humanidad y de todos los hijos de la carne que están sobre la Tierra, hasta las generaciones remotas» (1-Enoc 81: 1-2). El «elegido de los cielos» confió todos los documentos a su hijo Matusalén: «Preserva hijo mío, Matusalén, el libro de la mano de tu padre y entrégalo a las generaciones del mundo. Te he dado sabiduría a ti y a tus hijos para que ellos la entreguen a sus hijos por generaciones, sabiduría que está por encima de sus pensamientos» (1-Enoc 82: 1).
Los textos sumerios ya describen estas «tablillas mágicas» como unos codiciados objetos de poder, puesto que aquellos ángeles o dioses que se hicieran con ellas, tendrían la capacidad de gobernar el mundo. En un relato llamado El Mito de Zu leemos como uno de los súbditos del poderoso Enlil, un Anunnaki –deidad sumeria y acadia– llamado Pazuzu o Zu, que significa «Aquel que Sabe», consigue robar las Tablillas Celestiales y pone en jaque a todo el Consejo Anunnaki, desatándose una guerra sin tregua. Cuando Zu se hace con las tablillas, se cree con la capacidad de hacer cualquier cosa: «Tomaré la Celestial Tablilla de los Destinos, gobernaré los decretos de los dioses, estableceré mi trono, seré el amo de los decretos celestiales, comandaré a los Igigi –dioses menores de la tradición sumeria– en su espacio».
Mediante las Tablillas Celestiales, Enoc puede experimentar visiones de sucesos que acontecerían cientos y miles de años en el futuro. En sus textos llegó a vaticinar la construcción de la Torre de Babel, el ascenso al cielo del profeta Elías en un carro de fuego, e incluso el Gran Diluvio Universal que se cerniría sobre la Tierra 1.000 años después. Cuando hubieron transcurrido esos treinta días, Enoc se preparó para partir y 2.000 individuos se reunieron para despedirlo: «Cuando Enoc había hablado con las personas, el Señor envió oscuridad sobre la superficie de la Tierra, y había oscuridad, y ésta cubrió a aquellos hombres que estaban de pie junto a Enoc, y ellos tomaron a Enoc y lo llevaron hacia el Cielo, donde se encuentra el Señor; y él lo recibió y lo colocó delante de su rostro, y la oscuridad se disipó de la Tierra, y la luz regresó» (2-Enoc 67: 1).
ÁNGELES REBELDES
Como guinda final, y siempre siguiendo las instrucciones del Señor, en el lugar donde Enoc había sido arrebatado hacia lo alto se rindieron varios sacrificios de animales: «Matusalén y sus hermanos, y todos los hijos de Enoc, se dieron prisa y erigieron un altar en el sitio llamado Achuzan, desde donde Enoc fue tomado hacia el cielo. Y ellos sacrificaron bueyes y convocaron a todas las personas, y compartieron el sacrificio delante del rostro del Señor» (2-Enoc 68: 6-7).
La más reveladora profecía de Enoc, la referida a un diluvio sobre la Tierra, llegaría después de tres generaciones más de su estirpe. Sin embargo, un problema latente dentro de la jerarquía de Yahvé seguía haciendo estragos: sus ángeles descendían a la Tierra para copular con las terrestres, cegados por su belleza y deseos de procrear. Los secretos de la gran deidad peligraban día a día, pues estos Vigilantes revelaban a las esposas que habían tomado unos conocimientos prohibidos que podrían elevar a los hombres a la categoría de dioses. Y eso era algo que Enlil-Yahvé no podía permitir. Sólo a través de una solución drástica solventaría el conflicto. Una solución que acabaría con la vida de la especie humana sobre la Tierra…
En el Libro 1 de Enoc leemos que un total de 200 ángeles se rebelaron. Incluso se citan los nombres de estos Vigilantes que tomaron por esposas a las terrestres: «Vayamos y escojamos mujeres de entre las hijas de los hombres y engendremos hijos». Pero Shemihaza, que era su jefe, les dijo: «Temo que no queráis cumplir con esta acción y sea yo el único responsable de un gran pecado».
Ellos le respondieron: «Hagamos todos un juramento y comprometámonos todos bajo un anatema a no retroceder en este proyecto hasta ejecutarlo realmente». Entonces, los doscientos juraron unidos bajo anatema, y todos ellos descendieron sobre la cima de un monte que llamaron Hermón. «Estos son los nombres de sus jefes: Shemihaza, quien era el principal, y en orden con relación a él, Ar’taqof, Rama’el, Kokab’el, –‘el, Ra’ma’el, Dani’el, Zeq’el, Baraq’el, ‘Asa’el, Harmoni, Matra’el, ‘Anan’el, Sato’el, Shamsi’el, Sahari’el, Tumi’el, Turi’el, Yomi’el, y Yehadi’el. Estos son los jefes de decena» (1-Enoc 6: 1-8).
De la unión entre estos ángeles y las mujeres nacieron gigantes, los llamados Nefilim, que en hebreo significa «caídos» o «derribados». En traducciones griegas se le da el significado de gigantes, al igual que en arameo. Sin embargo, ciertos eruditos defienden que Nefilim procede del término arameo NEPHILA, que significa «Aquellos que son de Orión», ya que en arameo Orión es Nephila. ¿Acaso procedían los Anunnaki de la Constelación de Orión tal y como propone el investigador Robert Bauval, quien defiende la teoría de que las pirámides egipcias están alineadas siguiendo dicha constelación?
CUANDO LOS NEFILIM DOMINARON LA TIERRA
El caso es que en varias excavaciones en Oriente Medio han sido encontrados diversos esqueletos de grandes dimensiones, lo cual significa que estos gigantes realmente existieron, aunque no necesariamente tendrían que ser los restos de los Nefilim, sino más bien de seres humanos con reminiscencias genéticas de estos seres. Los Nefilim y Anunnaki medían entre tres y seis metros, de modo que el hallazgo de un esqueleto de estas características supondría un antes y un después en la forma de concebir la historia humana. Volviendo al relato que nos ocupa, o que más enfureció a Yahvé fue que los ángeles revelaran secretos a sus esposas terrestres: «Shemihaza enseñó encantamientos y a cortar raíces; Hermoni a romper hechizos, brujería, magia y habilidades afines; Baraq’el los signos de los rayos; Kokab’el los presagios de las estrellas; Zeq’el los de los relámpagos; –‘el enseñó los significados; Ar’taqof enseñó las señales de la Tierra; Shamsi’el los presagios del Sol; y Sahari’el los de la Luna, y todos comenzaron a revelar secretos a sus esposas» (1-Enoc 8: 3).
Los conocimientos prohibidos también incluían armas para defenderse, por lo que hemos de suponer que prácticamente todos los secretos de la herrería y la fundición fueron revelados por estos seres, tanto para aprender a utilizarlos en defensa propia como para artesanía y decoración: «Y Asa’el enseñó a los hombres a fabricar espadas de hierro y corazas de cobre y les mostró cómo se extrae y se trabaja el oro hasta dejarlo listo, y en lo que respecta a la plata a repujarla para brazaletes y otros adornos. A las mujeres les enseñó sobre el antimonio, el maquillaje de los ojos, las piedras preciosas y las tinturas. Y entonces creció mucho la impiedad y ellos tomaron los caminos equivocados y llegaron a corromperse en todas las formas». Como el lector puede apreciar, a Enoc le dictaron que cualquier conocimiento dado al ser humano es malicioso, oscuro y pecaminoso. Básicamente, el Señor condena todo avance técnico o moral que la humanidad pueda desarrollar por sí misma.
CASTIGO ETERNO PARA LOS INSURRECTOS
Enoc es claramente víctima de un «lavado de cerebro», puesto que no se le permite dudar lo más mínimo de que la Ley del Señor es incuestionable. Cualquier oposición a la misma significa la muerte. Sólo la sumisión y la ferviente fidelidad constituye el único camino de la salvación. Así expresa Enoc la táctica amenazante de su Dios para con los hombres y los ángeles pecadores: «El Dios eterno andará sobre la Tierra, sobre el monte Sinaí aparecerá con su gran ejército y surgirá en la fuerza de su poder desde lo alto de los cielos. Y todos los Vigilantes temblarán y serán castigados en lugares secretos, y todas las extremidades de la Tierra se resquebrajarán, y el temor y un gran temblor se apoderarán de ellos hasta los confines de la Tierra. Las altas montañas se resquebrajarán y derrumbarán, y las colinas se rebajarán y fundirán como la cera ante la llama. Y la Tierra se dividirá y todo lo que está sobre la Tierra perecerá y habrá un juicio sobre todos». Sin duda, toda una apología de terror y amenaza al servicio de un falso Dios que se proclama único y todopoderoso. Para capturar a esos doscientos ángeles rebeldes, Yahvé disponía de siete lugartenientes, de entre los cuales destacaban cuatro: Miguel, Sariel, Rafael y Gabriel. El Señor les encomendó que castigaran duramente a los ángeles caídos, pero especialmente interesante resulta la orden que transmitió al arcángel Miguel: «Y a Miguel le dijo el Señor: ‘Ve y anuncia a Shemihaza y a todos sus cómplices que se unieron con mujeres y se contaminaron con ellas en su impureza, ¡que sus hijos perecerán y ellos verán la destrucción de sus queridos! Encadénalos durante setenta generaciones en los valles de la Tierra hasta el gran día de su juicio’» (1-Enoc 10: 11-12).
Lo mismo leemos en 2 Pedro: «Dios no sólo no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que arrojándoles al infierno, los entregó a prisiones de oscuridad para ser reservados al juicio». Los ángeles del Señor, tras una escaramuza contra los rebeldes, los apresan encerrándolos en un mundo paralelo, una especie de «zona de destierro» donde permanecen en estado latente –muertos en vida, por así decirlo– mientras esperan su sentencia en el Día del Juicio Final.
La palabra «Infierno», presente en el párrafo de Pedro anteriormente citado, viene del término griego Tartaroo, que se traduce como «El abismo más profundo del Hades». ¿A qué lugar se refiere exactamente el citado texto? ¿Estamos ante una exageración fruto de la desbordante imaginación de los autores? Es curioso que, incluso en la mitología romana, Tártaro es el lugar a donde van a parar los enemigos de los dioses. En su obra La Eneida, el
En tablillas sumerias se relata la llegada al Golfo Pérsico, hace unos 400.000 años, de unos seres de otro mundo conocidos como Anunnaki, que posteriormente los textos bíblicos denominarán de diferentes maneras. Según la historia revelada por dichas tablillas, estos extraterrestres crearon a la raza humana para esclavizarla, pero los encargados de su control –un equipo de alienígenas llamados los Vigilantes– se sublevaron contra sus superiores y acabaron mezclándose entre los terrestres y transmitiéndoles conocimientos prohibidos… En el presente reportaje mostramos las evidencias que apuntan a la hipótesis ET para explicar el origen de nuestra especie.
Tras un riguroso estudio de las inscripciones cuneiformes asirio-babilónicas, en 1876 George Smith publicó El Génesis Caldeo, una obra en la que el asiriólogo inglés sacaba a la luz una incómoda verdad: los textos hebreos que conforman la Sagrada Biblia, y en especial los que hacen referencia al Génesis, son una copia casi idéntica de la epopeya de la creación babilónica Enuma Elish, así como de muchos otros «mitos» presentes en tablillas de arcilla sumerias de más de 6.000 años de antigüedad…
Eso significaba que existía un texto escrito en dialecto babilónico como mínimo 1.000 años anterior a los escritos bíblicos. Pero había más: la versión sumeria sobre los orígenes de la humanidad se diferencia de éstos en su literalidad y concreción, llegando incluso a mostrar la identidad real de algunos personajes bíblicos de la importancia del propio Yahvé, el Dios judeo-cristiano. Su equivalente sumerio era Enlil, Dios del Viento y las Tormentas y máximo mandatario de una raza conocida como los Anunnaki (Aquellos que del cielo a la tierra descendieron), que habrían llegado a nuestro planeta hace más de 400.000 años para establecerse cerca de las aguas del Golfo Pérsico, civilizando con el tiempo toda la Mesopotamia meridional con sus imponentes ciudades y templos.
Las tablillas nos revelan que había un total de 23 deidades veneradas en el panteón sumerio, entre las cuales destacaba el dios Enki, Señor de la Tierra, a quien se adjudicaba la creación del ser humano mediante una hibridación genética con los homínidos. Enki y Enlil eran hermanos en constante rivalidad. Mientras el primero era conocido como «el más sabio de los dioses» y un experto científico y genetista, Enlil era una especie de canciller militar sediento de poder y conquista, cuya principal característica era su odio hacia los seres humanos. Estas deidades se regían por una curiosa escala jerárquica: Anu, dios del Cielo, gobernaba las esferas celestes, Enlil lideraba los dominios de la Tierra Media, Enki era el Señor del Abzu (el Abismo de las Aguas) y Nergal comandaba el Inframundo. Pero los encargados de realizar los trabajos más duros eran los llamados Igigi, cuya traducción sería «Los Observadores» o «Aquellos con Grandes Ojos». En las figuras que los representan, observamos el detalle de unas pronunciadas cuencas oculares que vienen a designar su función de vigilantes, quizás porque estaban enfundados en opulentos visores.
En el Génesis bíblico estos Igigi guardan la misma etimología al ser mencionados como «los Vigilantes» o «los Custodios del Señor»… (revista AÑO CERO). poeta romano Virgilio describe este Infierno como un espacio gigantesco en el punto más profundo del Inframundo, siempre envuelto por un río en llamas al que designa como Phlegethon, y sellado por paredes triples para que sus cautivos no puedan escapar.
DESENMASCARANDO A LOS DIOSES
Teniendo en cuenta que conocemos el aspecto reptiliano de estas «entidades celestiales» gracias a las figuras y representaciones de distintas culturas, nos preguntamos por qué los «ángeles buenos» se muestran con el mismo aspecto de un ser humano. La respuesta es simple. Si usted quisiera manipular a una colonia de hormigas para ganarse su confianza e infiltrarse en su nido, ¿se presentaría ante estos animalillos con forma humana o de hormiga? Todos estos dioses Anunnaki tenían una pinta muy parecida: atributos reptilianos, elevada estatura y piel escamosa. Gracias a su psiquismo pudieron engañar a nuestros ancestros, mostrándose bajo la apariencia que se les antojaba en función de sus intereses. Si querían infundir miedo, su aspecto era grotesco y reptiliano; pero si deseaban seducir y engañar, aparecían como bellos humanos.
Así es como estas entidades, erróneamente elevadas a la categoría de dioses, consiguieron que sólo los vencedores escribieran la historia. Pero ¿qué fue de los vencidos? ¿De aquellos de entre sus filas que quisieron ayudar a salir al ser humano de la Matrix Holográfica en la que vivimos? Como es de suponer, el mal acaba siempre por delatarse a sí mismo, con sus amenazas y ambiciones. Quizás aún estemos a tiempo de reescribir la historia con la ayuda de los vencidos, desenmascarando a los vencedores…
Este reportaje fue publicado en la revista AÑO CERO
LOS DOCE SÍNTOMAS DE SU DESPERTAR ESPIRITUAL
*1. Dolores y malestares físicos, especialmente en el
cuello, hombros y
espalda. Esto es el resultado de intensos cambios en
tu nivel de ADN, al
despertar tu semilla Crística interior.
*2. **Sentimientos de profunda tristeza sin razón
aparente. Estás liberando
tu pasado (de ésta y otras vidas) y esto causa un
sentimiento de tristeza. Es
similar a la experiencia de cambiarse de una casa en
la que has vivido muchos, muchos años, a una nueva.
Por mucho que desees cambiarte a la nueva casa, se
siente la tristeza de dejar atrás los recuerdos, la
energía y las experiencias de la que dejas.
*3. **Llorar sin** **razón alguna. Similar a la
anterior. Es bueno y es sano
dejar que fluyan las lágrimas. Ayuda a liberar la
vieja energía** **
interior.***
*4. **Cambios repentinos de trabajo o profesión. Un
síntoma muy común. Al
cambiar, las cosas que te rodean cambian también. No
te preocupes por ahora
por encontrar el trabajo o la profesión correctas.
Estás en medio de una
transición y es posible que hagas varios cambios de
trabajo antes de
establecerte en uno que se ajuste a tu pasión***
*5. **Apartarse de las relaciones familiares. Estás
conectado a tu familia
biológica vía el viejo karma. Cuando te sales del
ciclo karmático, los lazos
de antiguas relaciones se liberan. Pudiera parecer
como si estuvieras
separándote de tu familia y amigos. Después de algún
tiempo, tal vez
establezcas una nueva relación con ellos, si así es lo
adecuado. Sin
embargo, la relación estará basada en la nueva
energía, sin las ataduras
karmáticas.*
*6. **Patrones de sueño desacostumbrados. Es probable
que te despiertes
muchas noches entre las 2:00 y las 4:00 de la mañana.
Hay mucho trabajo en
marcha en tu interior y con frecuencia esto hace que
te despiertes a tomar
un respiro. No te preocupes. Si no puedes volver a
dormirte, levántate y haz
algo en vez de quedarte en la cama preocupándote de
las cosas humanas*
*7. **Sueños intensos. Estos pudieran incluir sueños*
relacionados con guerras y batallas, persecuciones y
monstruos.*
*Literalmente estás liberando la vieja energía
interior y estas energías del
pasado a menudo están simbolizadas por guerras, huidas
y "cocos".*
*8. **Desorientació n física. A veces te sentirás
desubicado. Como
espacialmente cuestionado, con la sensación de que no
puedes poner los pies
en la tierra o de que andas caminando entre dos
mundos. Al transitar la
conciencia hacia la nueva energía, a veces tu cuerpo
se queda atrás. Pasa
más tiempo cerca de la naturaleza para que te ayude a
aterrizar la nueva
energía en tu interior.*
*9. **Incremento de la "auto conversación" . Con mayor
frecuencia te vas a
encontrar hablando contigo mismo. De pronto te das
cuenta que llevas media
hora de conversación contigo mismo.***
*Se está dando un nuevo nivel de comunicación dentro
de tu ser y estás
experimentando la punta del iceberg con la auto
conversación. Las charlas se
incrementarán y serán más fluidas, más coherentes y
más intuitivas. No te
estás volviendo loco, simplemente estás trasladándote
a la nueva energía.*
*10. **Sentimientos de soledad, incluso en compañía de
otros. Puedes
sentirte solo y aislado de los demás. Puedes sentir el
deseo de "huir" de
grupos y multitudes. Como trabajador de la luz, estás
recorriendo un camino sagrado y
solitario. Por mucho que los sentimientos de soledad
te causen ansiedad, es
difícil que en este momento puedas relacionarte con
los demás.***
*Los sentimientos de soledad están también asociados
con el hecho de que tus
Guías se han ido. Han estado contigo en todos tus
viajes, en todas tus
vidas. Era tiempo de que se retiraran para que puedas
llenar tu espacio con
tu propia divinidad. El vacío interior se llenará con
el amor y la energía
de tu nueva conciencia Crística.*
*11. **Pérdida del entusiasmo. Puedes sentirte
totalmente desapasionado, con
escaso o ningún deseo de hacer nada. Está bien y es
parte del proceso.
Tómate este tiempo para el "NO-hacer". No luches
contigo mismo por ello,
porque también pasará. Es similar a volver a arrancar
la computadora.
Necesitas apagarla un momento para que pueda cargar
ese nuevo y sofisticado
programa o, en este caso, la energía de la nueva
semilla Crística.*
*12. **Un profundo anhelo de regresar a Casa. Tal vez
sea ésta la más
difícil y desafiante de todas las condiciones. Puedes
experimentar un
profundo y abrumador deseo de abandonar el planeta y
regresar a Casa. No es
éste un sentimiento "suicida". No se basa en la cólera
o la frustración.* **
cuello, hombros y
espalda. Esto es el resultado de intensos cambios en
tu nivel de ADN, al
despertar tu semilla Crística interior.
*2. **Sentimientos de profunda tristeza sin razón
aparente. Estás liberando
tu pasado (de ésta y otras vidas) y esto causa un
sentimiento de tristeza. Es
similar a la experiencia de cambiarse de una casa en
la que has vivido muchos, muchos años, a una nueva.
Por mucho que desees cambiarte a la nueva casa, se
siente la tristeza de dejar atrás los recuerdos, la
energía y las experiencias de la que dejas.
*3. **Llorar sin** **razón alguna. Similar a la
anterior. Es bueno y es sano
dejar que fluyan las lágrimas. Ayuda a liberar la
vieja energía** **
interior.***
*4. **Cambios repentinos de trabajo o profesión. Un
síntoma muy común. Al
cambiar, las cosas que te rodean cambian también. No
te preocupes por ahora
por encontrar el trabajo o la profesión correctas.
Estás en medio de una
transición y es posible que hagas varios cambios de
trabajo antes de
establecerte en uno que se ajuste a tu pasión***
*5. **Apartarse de las relaciones familiares. Estás
conectado a tu familia
biológica vía el viejo karma. Cuando te sales del
ciclo karmático, los lazos
de antiguas relaciones se liberan. Pudiera parecer
como si estuvieras
separándote de tu familia y amigos. Después de algún
tiempo, tal vez
establezcas una nueva relación con ellos, si así es lo
adecuado. Sin
embargo, la relación estará basada en la nueva
energía, sin las ataduras
karmáticas.*
*6. **Patrones de sueño desacostumbrados. Es probable
que te despiertes
muchas noches entre las 2:00 y las 4:00 de la mañana.
Hay mucho trabajo en
marcha en tu interior y con frecuencia esto hace que
te despiertes a tomar
un respiro. No te preocupes. Si no puedes volver a
dormirte, levántate y haz
algo en vez de quedarte en la cama preocupándote de
las cosas humanas*
*7. **Sueños intensos. Estos pudieran incluir sueños*
relacionados con guerras y batallas, persecuciones y
monstruos.*
*Literalmente estás liberando la vieja energía
interior y estas energías del
pasado a menudo están simbolizadas por guerras, huidas
y "cocos".*
*8. **Desorientació n física. A veces te sentirás
desubicado. Como
espacialmente cuestionado, con la sensación de que no
puedes poner los pies
en la tierra o de que andas caminando entre dos
mundos. Al transitar la
conciencia hacia la nueva energía, a veces tu cuerpo
se queda atrás. Pasa
más tiempo cerca de la naturaleza para que te ayude a
aterrizar la nueva
energía en tu interior.*
*9. **Incremento de la "auto conversación" . Con mayor
frecuencia te vas a
encontrar hablando contigo mismo. De pronto te das
cuenta que llevas media
hora de conversación contigo mismo.***
*Se está dando un nuevo nivel de comunicación dentro
de tu ser y estás
experimentando la punta del iceberg con la auto
conversación. Las charlas se
incrementarán y serán más fluidas, más coherentes y
más intuitivas. No te
estás volviendo loco, simplemente estás trasladándote
a la nueva energía.*
*10. **Sentimientos de soledad, incluso en compañía de
otros. Puedes
sentirte solo y aislado de los demás. Puedes sentir el
deseo de "huir" de
grupos y multitudes. Como trabajador de la luz, estás
recorriendo un camino sagrado y
solitario. Por mucho que los sentimientos de soledad
te causen ansiedad, es
difícil que en este momento puedas relacionarte con
los demás.***
*Los sentimientos de soledad están también asociados
con el hecho de que tus
Guías se han ido. Han estado contigo en todos tus
viajes, en todas tus
vidas. Era tiempo de que se retiraran para que puedas
llenar tu espacio con
tu propia divinidad. El vacío interior se llenará con
el amor y la energía
de tu nueva conciencia Crística.*
*11. **Pérdida del entusiasmo. Puedes sentirte
totalmente desapasionado, con
escaso o ningún deseo de hacer nada. Está bien y es
parte del proceso.
Tómate este tiempo para el "NO-hacer". No luches
contigo mismo por ello,
porque también pasará. Es similar a volver a arrancar
la computadora.
Necesitas apagarla un momento para que pueda cargar
ese nuevo y sofisticado
programa o, en este caso, la energía de la nueva
semilla Crística.*
*12. **Un profundo anhelo de regresar a Casa. Tal vez
sea ésta la más
difícil y desafiante de todas las condiciones. Puedes
experimentar un
profundo y abrumador deseo de abandonar el planeta y
regresar a Casa. No es
éste un sentimiento "suicida". No se basa en la cólera
o la frustración.* **
REINTERPRETANDO LA BIBLIA (3º parte)
Arrebatados por Yahvé:
Elías jamás regresó. Aquel "torbellino" le arrebató para siempre ante los ojos de 50 profetas y del propio Eliseo, el mismo que más tarde, pertrechando con las vestiduras y el manto rasgado de Elías caídos desde el cielo, golpeó las aguas del Jordán, que se abrieron en dos. Para los exegetas de la Iglesia Católica, Elías sufrió un "transporte extático"; es decir, el profeta entró en trance místico y se imaginó el arrebato. Lo cierto, sin embargo, es que a Elías "no se le vio más".
Y todo apunta a que este episodio ocurrió realmente – según parece, en el Monte Carmelo, hace aproximadamente 2.850 años – aunque los comentaristas bíblicos lo niegan: "La desaparición misteriosa – dicen – ha de explicarse conforme al género literario de este ciclo de historias sobre el gran profeta". La Iglesia, pues, considera "ciencia-ficción" el episodio, así como otros muchos similares. Pero la realidad puede ser bien otra.
El clan de los "arrebatados":
Otro "arrebatado" y personaje enigmático y misterioso donde los haya es Enoch, cuyo nombre, en hebreo, significa "iniciado". Según cuenta el Génesis, Enoch "no murió, sino que fue arrebatado y llevado a los cielos en un carro de fuego". Poco más se dice de él en la Biblia, pero contamos con un sorprendente apócrifo, El libro de Enoch, en el que se relatan los viajes del enigmático personaje a bordo de esos misteriosos carros de fuego.
En ese texto se narra, por ejemplo, como entró en contacto con misteriosos seres celestiales: "(...) se me aparecieron dos hombres de gran estatura; sus rostros brillaban como el Sol y sus ojos eran como antorchas". Y le dijeron: "Hoy mismo estarás con nosotros en los cielos". El relato de sus viajes celestiales resulta sorprendente: "Condujéronme entonces a los cielos. Entré hasta detenerme frente a un muro, que parecía hecho de sillares de cristal, y estaba rodeado de lenguas de fuego (...) Me vi ante un gran palacio de cristal labrado, con suelo embaldosado de placas de vidrio, y el piso era también de cristal". Y aún añade otras extrañas pistas sobre sus travesías: "Después de aquellos días transcurridos en un lugar donde se me permitió ver lo que está oculto, después de haber sido arrebatado por un remolino y conducido hacia el Poniente (...)"
Tras el último de aquellos viajes, Enoch no volvió. Al igual que Elías, fue "arrebatado" para siempre. Sólo que no fueron los únicos. En otro apócrifo llamado La Ascensión de Isaías se cuenta cómo este profeta también subió a los cielos en un sospechoso "trance", acompañado de varios ángeles que le invitaron a vestirse con sus ropajes y cómo a bordo de aquella "nave" visitó los siete cielos. Y también en el Segundo Libro de Baruc se cuenta algo similar: "Una fuerza – puede leerse – me levantó y me colocó sobre el muro de Jerusalén".
La sospecha de abducción:
En los Hechos de los Apóstoles se narra otro "arrebato": el de Felipe, uno de los Padres de la Iglesia. A partir del versículo 26 del capítulo VIII, podemos leer: "El ángel del Señor habló a Felipe diciendo: ‘Levántate y marcha por el camino que baja de Jerusalén a Gaza’. Se levantó y partió. Y he aquí que un etíope eunuco regresaba sentado en su carro, leyendo al profeta Isaías...".
Más adelante, ambos se pararon a beber agua, momento que Felipe aprovechó para bautizar al eunuco, pero "saliendo del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe y ya no le vio más el eunuco. Felipe se encontró en Azoto y recorría evangelizando todas las ciudades hasta llegar a Cesarea".
¿Qué era aquel "Espíritu del Señor" que arrebató al apóstol y lo transporto 40 kilómetros? ¿Otra fantasía literaria?, ¿una nueva metáfora? ¿No se parecen demasiado estas descripciones a las que actualmente informan los testigos de abducciones OVNI?
Lo cierto es que aquellos "torbellinos", "carros de fuego" o "ruedas voladoras" aparecen muchas veces a lo largo de la Biblia y otros textos apócrifos. Realizan maniobras extrañas, son "habitados" por ángeles de gran estatura, luminosos, de rostros extraños... Para algunos son demasiadas coincidencias. Investigadores como Erich von Däniken o Andreas Faber-Káiser lo tienen claro: se trataba de naves extraterrestres.
Pero aún hay más: esos misteriosos objetos – y su enigmática función "arrebatadora" – ya fueron conocidos por Jesús. Así, en el apócrifo Historia de José, el carpintero (capítulo XVIII), podemos leer, en boca de Jesús, la siguiente expresión: "¿Y que me impide ahora que yo ore para que mi Padre envíe un gran carro luminoso que eleve a José y que le traslade al lugar de reposo, para que viva allí con mis ángeles incorpóreos?".
En cualquier caso, ni siquiera hace falta bucear en los apócrifos, porque en el Evangelio de San Mateo (capítulo 17, 1-13), en donde se narra el extraño episodio de la Transfiguración, se dice que a Jesús le "brillo su rostro como el Sol y sus vestidos se volvieron blancos como la luz". Y allí aparecieron dos seres e, instantes después, les cubrió una "nube resplandeciente". Al abrir los ojos, todo volvió a la más absoluta normalidad. Lo más curioso es que aquellos dos seres luminosos fueron identificados como Elías – arrebatado para siempre – y Moisés, cuyo cadáver, después de haber mantenido contacto abierto con misteriosos seres que viajaban en extrañas "nubes", jamás fue encontrado.
Ezequiel da la clave: eran OVNIs:
Ezequiel tuvo la primera de sus "visiones" allá por el año 600 a. C. Cuatro de ellas aparecen relatadas en el libro que lleva su nombre. Él es otro "arrebatado", aunque con billete de vuelta. De aquel primer encuentro, Ezequiel ofrece detalles excepcionales: "Vi venir un viento huracanado, una nube densa en torno a la cual resplandecía un remolino de fuego, que en medio brillaba como bronce en ignición". Más adelante habla de "criaturas vivientes", de "portentosos cristales tras los cuales se observa el firmamento", de "ruedas que giran" posándose sobre el suelo...
En suma, para muchos estudiosos aquellos seres con caras de "toro", "águila" o "león" no eran más que astronautas con escafandras, tomas de oxígeno o antenas. Luego, la imaginación de aquella gente hizo el resto.(continuarà)
Elías jamás regresó. Aquel "torbellino" le arrebató para siempre ante los ojos de 50 profetas y del propio Eliseo, el mismo que más tarde, pertrechando con las vestiduras y el manto rasgado de Elías caídos desde el cielo, golpeó las aguas del Jordán, que se abrieron en dos. Para los exegetas de la Iglesia Católica, Elías sufrió un "transporte extático"; es decir, el profeta entró en trance místico y se imaginó el arrebato. Lo cierto, sin embargo, es que a Elías "no se le vio más".
Y todo apunta a que este episodio ocurrió realmente – según parece, en el Monte Carmelo, hace aproximadamente 2.850 años – aunque los comentaristas bíblicos lo niegan: "La desaparición misteriosa – dicen – ha de explicarse conforme al género literario de este ciclo de historias sobre el gran profeta". La Iglesia, pues, considera "ciencia-ficción" el episodio, así como otros muchos similares. Pero la realidad puede ser bien otra.
El clan de los "arrebatados":
Otro "arrebatado" y personaje enigmático y misterioso donde los haya es Enoch, cuyo nombre, en hebreo, significa "iniciado". Según cuenta el Génesis, Enoch "no murió, sino que fue arrebatado y llevado a los cielos en un carro de fuego". Poco más se dice de él en la Biblia, pero contamos con un sorprendente apócrifo, El libro de Enoch, en el que se relatan los viajes del enigmático personaje a bordo de esos misteriosos carros de fuego.
En ese texto se narra, por ejemplo, como entró en contacto con misteriosos seres celestiales: "(...) se me aparecieron dos hombres de gran estatura; sus rostros brillaban como el Sol y sus ojos eran como antorchas". Y le dijeron: "Hoy mismo estarás con nosotros en los cielos". El relato de sus viajes celestiales resulta sorprendente: "Condujéronme entonces a los cielos. Entré hasta detenerme frente a un muro, que parecía hecho de sillares de cristal, y estaba rodeado de lenguas de fuego (...) Me vi ante un gran palacio de cristal labrado, con suelo embaldosado de placas de vidrio, y el piso era también de cristal". Y aún añade otras extrañas pistas sobre sus travesías: "Después de aquellos días transcurridos en un lugar donde se me permitió ver lo que está oculto, después de haber sido arrebatado por un remolino y conducido hacia el Poniente (...)"
Tras el último de aquellos viajes, Enoch no volvió. Al igual que Elías, fue "arrebatado" para siempre. Sólo que no fueron los únicos. En otro apócrifo llamado La Ascensión de Isaías se cuenta cómo este profeta también subió a los cielos en un sospechoso "trance", acompañado de varios ángeles que le invitaron a vestirse con sus ropajes y cómo a bordo de aquella "nave" visitó los siete cielos. Y también en el Segundo Libro de Baruc se cuenta algo similar: "Una fuerza – puede leerse – me levantó y me colocó sobre el muro de Jerusalén".
La sospecha de abducción:
En los Hechos de los Apóstoles se narra otro "arrebato": el de Felipe, uno de los Padres de la Iglesia. A partir del versículo 26 del capítulo VIII, podemos leer: "El ángel del Señor habló a Felipe diciendo: ‘Levántate y marcha por el camino que baja de Jerusalén a Gaza’. Se levantó y partió. Y he aquí que un etíope eunuco regresaba sentado en su carro, leyendo al profeta Isaías...".
Más adelante, ambos se pararon a beber agua, momento que Felipe aprovechó para bautizar al eunuco, pero "saliendo del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe y ya no le vio más el eunuco. Felipe se encontró en Azoto y recorría evangelizando todas las ciudades hasta llegar a Cesarea".
¿Qué era aquel "Espíritu del Señor" que arrebató al apóstol y lo transporto 40 kilómetros? ¿Otra fantasía literaria?, ¿una nueva metáfora? ¿No se parecen demasiado estas descripciones a las que actualmente informan los testigos de abducciones OVNI?
Lo cierto es que aquellos "torbellinos", "carros de fuego" o "ruedas voladoras" aparecen muchas veces a lo largo de la Biblia y otros textos apócrifos. Realizan maniobras extrañas, son "habitados" por ángeles de gran estatura, luminosos, de rostros extraños... Para algunos son demasiadas coincidencias. Investigadores como Erich von Däniken o Andreas Faber-Káiser lo tienen claro: se trataba de naves extraterrestres.
Pero aún hay más: esos misteriosos objetos – y su enigmática función "arrebatadora" – ya fueron conocidos por Jesús. Así, en el apócrifo Historia de José, el carpintero (capítulo XVIII), podemos leer, en boca de Jesús, la siguiente expresión: "¿Y que me impide ahora que yo ore para que mi Padre envíe un gran carro luminoso que eleve a José y que le traslade al lugar de reposo, para que viva allí con mis ángeles incorpóreos?".
En cualquier caso, ni siquiera hace falta bucear en los apócrifos, porque en el Evangelio de San Mateo (capítulo 17, 1-13), en donde se narra el extraño episodio de la Transfiguración, se dice que a Jesús le "brillo su rostro como el Sol y sus vestidos se volvieron blancos como la luz". Y allí aparecieron dos seres e, instantes después, les cubrió una "nube resplandeciente". Al abrir los ojos, todo volvió a la más absoluta normalidad. Lo más curioso es que aquellos dos seres luminosos fueron identificados como Elías – arrebatado para siempre – y Moisés, cuyo cadáver, después de haber mantenido contacto abierto con misteriosos seres que viajaban en extrañas "nubes", jamás fue encontrado.
Ezequiel da la clave: eran OVNIs:
Ezequiel tuvo la primera de sus "visiones" allá por el año 600 a. C. Cuatro de ellas aparecen relatadas en el libro que lleva su nombre. Él es otro "arrebatado", aunque con billete de vuelta. De aquel primer encuentro, Ezequiel ofrece detalles excepcionales: "Vi venir un viento huracanado, una nube densa en torno a la cual resplandecía un remolino de fuego, que en medio brillaba como bronce en ignición". Más adelante habla de "criaturas vivientes", de "portentosos cristales tras los cuales se observa el firmamento", de "ruedas que giran" posándose sobre el suelo...
En suma, para muchos estudiosos aquellos seres con caras de "toro", "águila" o "león" no eran más que astronautas con escafandras, tomas de oxígeno o antenas. Luego, la imaginación de aquella gente hizo el resto.(continuarà)
miércoles, 1 de junio de 2016
QUIENES GOBIERNAN REALMENTE ESTE MUNDO ... SON LOS POLITICOS?
Cuenta la historia que Sir William Pitt, primer ministro de Su
Majestad Británica, Jorge III, al hablar ante la Cámara de los Lores
en el Londres de 1770, explicó a sus pares que "existe algo detrás
del trono aún mayor que el propio rey". Más de algún noble - ¡y
seguramente el propio rey! -, habrán levantado las cejas ante frase
tan audaz, que desde entonces integra el léxico de la política para
significar la idea de que existe un "poder aún mayor, detrás del
trono".
Mientras todos nos hallamos demasiado ocupados tratando de
comprender las consecuencias que los procesos electorales de todos
los países acarrean; procurando descifrar qué significa que ganen
los demócratas o republicanos en Estados Unidos; los laboristas o
conservadores en el Reino Unido; los socialdemócratas o
demócratacristianos en Alemania o porqué vivimos de "crisis en
crisis" en lo económico; o porque las bolsas suben y bajan como si
se tratara de una vuelta en la montaña rusa; o que consecuencias nos
traerá una corrida cambiaria en Sao Paulo o Bangkok o Moscú o Kuala
Lumpur; o qué resultará de las últimas megafusiones corporativas –
Daimler benz y Chrysler, Exxon y Mobil, Citibank y Travelers
Insurance, British Petroleum y Amoco, entre tantas otras –; mientras
nos hallamos tratando de develar estos y otros misterios, decimos,
lo verdaderamente importante ocurre en otro ámbito; acontece fuera
de la vista del público. Pues "el mundo según CNN" – o si se quiere,
el New York Times, Washington Post, La Nación , lo mismo da – no es
el mundo real.
Es tan sólo una seguidilla inconexa de datos, noticias e
informaciones desperdigadas que luego sistematizan e interpretan los
así-llamados formadores de opinión, y los analistas están a sueldo
del sistema de la globalización, quienes hacen que veamos, creamos y
pensemos de una manera muy precisa y determinada. El desafío, ahora
más que nunca, consiste en ver y comprender cómo funciona el mundo
realmente.
El presente trata sobre una de las organizaciones creadas por una
elite política mundial , propia del hombre de la posmodernidad de
fines de milenio la que, a nuestro juicio, conforma en la práctica
el verdadero cerebro de una tecnocracia supranacional. O al menos la
parte más vital de la misma: nos referimos al Council on Foreign
Relations, Inc., de Nueva York, Estados Unidos - el "Consejo de
Relaciones Exteriores" -, también conocido por sus siglas, "CFR",
que es la forma en que lo denominaremos a lo largo de estas líneas.
Se trata de una usina intelectual – un "banco de cerebros" o think
tank – que reúne y coordina a las mas preclaras, seleccionadas e
influyentes mentes de los Estados Unidos y que, a su vez, se
relaciona con otras naciones e instituciones del mundo desarrollado
y en vías de desarrollo, con el objetivo de diseñar y planificar
aquellos procesos políticos, económicos, sociales y culturales que
inexorablemente han de conducir al planeta hacia esa naciente
estructura supra-nacional del anhelado nuevo orden mundial . Ese
nuevo orden pretende monopolizar el direccionamiento y alineación de
la totalidad de las fuerzas políticas, económicas, financieras,
sociales y culturales que determinarán las características del mundo
de mañana, con la misma certeza con que desde hace décadas vienen
dando forma al mundo contemporáneo. Uno de los principales
instrumentos de poder utilizado por esta tecnocracia es el control
que ejerce sobre gigantescas estructuras económicas, aliado a un
manejo casi monopólico sobre el sistema financiero mundial.
Mencionamos a tan sólo unos pocos encumbrados y podersosos miembros
del CFR como David Rockefeller, Henry Kissinger, Bill Clinton,
Zbigniew Brzezinski, George H.W. Bush, la secretaria de estado
Madeleine Albright, el especulador internacional George Soros, el
juez de la corte suprema Stephen Breyer; Laurence A. Tisch
(presidente de la cadena Lowes/CBS), Gral. L. Colin Powell, Jack
Welsh (presidente de General Electric Company), W. Thomas Johnson
(presidente de CNN), Katherine Graham (presidenta del grupo
Washington Post / Newsweek / International Herald Tribune); Richard
Cheney (secretario de defensa de Bush, presidente de la petrolera
Halliburton y vicepresidente electo), Samuel "Sandy" Berger (asesor
del presidente Clinton en seguridad nacional), John M. Deutch
(director de la CIA del presidente Clinton), Alan Greenspan
(gobernador del Banco de la Reserva Federal), Stanley Fischer
(director gerente del Fondo Monetario Internacional), James D.
Wolfensohn (presidente del Banco Mundial), Paul Volcker (presidente
del CS First Boston Bank y ex gobernador de la Reserva Federal),
John Reed (director y ex-presidente de CitiGroup); los economistas
Jeffrey Sachs, Lester Thurow, Martin Feldman y Richard N Cooper; el
ex-secretario del Tesoro, ex-presidente de Goldman Sachs y actual co-
Chairman de CitiGroup, Robert E. Rubin, el ex-secretario de estado
del presidente Reagan y "mediador" en el conflicto de Malvinas,
Gral. Alexander Haig, el "mediador" en el conflicto de los Balcanes,
Richard Holbrooke, el presidente de IBM, Louis V. Gerstner, el
senador demócrata por el estado de Maine, George J. Mitchell, el
diputado republicano, Newt Gingrich, y los asesores del presidente
electo Bush, Condoleeza Rice, Robert Zoellick, Elliot Abrams,
William Perry, Mark Falcoff, Paul Wolfowitz, Richard N. Perle, y
Richard Armitage entre muchos otros.
Aquí, entonces, hallamos la clave de la alta efectividad del CFR,
por cuanto aquellas decisiones y planificaciones que se realizan y
acuerdan durante sus reuniones, conferencias, y grupos de trabajo a
puertas cerradas, son luego ejecutadas por sus diversos miembros
desde sus ámbitos formales de poder. ¡Y qué ámbitos de poder que son
éstos! (continuará)
Majestad Británica, Jorge III, al hablar ante la Cámara de los Lores
en el Londres de 1770, explicó a sus pares que "existe algo detrás
del trono aún mayor que el propio rey". Más de algún noble - ¡y
seguramente el propio rey! -, habrán levantado las cejas ante frase
tan audaz, que desde entonces integra el léxico de la política para
significar la idea de que existe un "poder aún mayor, detrás del
trono".
Mientras todos nos hallamos demasiado ocupados tratando de
comprender las consecuencias que los procesos electorales de todos
los países acarrean; procurando descifrar qué significa que ganen
los demócratas o republicanos en Estados Unidos; los laboristas o
conservadores en el Reino Unido; los socialdemócratas o
demócratacristianos en Alemania o porqué vivimos de "crisis en
crisis" en lo económico; o porque las bolsas suben y bajan como si
se tratara de una vuelta en la montaña rusa; o que consecuencias nos
traerá una corrida cambiaria en Sao Paulo o Bangkok o Moscú o Kuala
Lumpur; o qué resultará de las últimas megafusiones corporativas –
Daimler benz y Chrysler, Exxon y Mobil, Citibank y Travelers
Insurance, British Petroleum y Amoco, entre tantas otras –; mientras
nos hallamos tratando de develar estos y otros misterios, decimos,
lo verdaderamente importante ocurre en otro ámbito; acontece fuera
de la vista del público. Pues "el mundo según CNN" – o si se quiere,
el New York Times, Washington Post, La Nación , lo mismo da – no es
el mundo real.
Es tan sólo una seguidilla inconexa de datos, noticias e
informaciones desperdigadas que luego sistematizan e interpretan los
así-llamados formadores de opinión, y los analistas están a sueldo
del sistema de la globalización, quienes hacen que veamos, creamos y
pensemos de una manera muy precisa y determinada. El desafío, ahora
más que nunca, consiste en ver y comprender cómo funciona el mundo
realmente.
El presente trata sobre una de las organizaciones creadas por una
elite política mundial , propia del hombre de la posmodernidad de
fines de milenio la que, a nuestro juicio, conforma en la práctica
el verdadero cerebro de una tecnocracia supranacional. O al menos la
parte más vital de la misma: nos referimos al Council on Foreign
Relations, Inc., de Nueva York, Estados Unidos - el "Consejo de
Relaciones Exteriores" -, también conocido por sus siglas, "CFR",
que es la forma en que lo denominaremos a lo largo de estas líneas.
Se trata de una usina intelectual – un "banco de cerebros" o think
tank – que reúne y coordina a las mas preclaras, seleccionadas e
influyentes mentes de los Estados Unidos y que, a su vez, se
relaciona con otras naciones e instituciones del mundo desarrollado
y en vías de desarrollo, con el objetivo de diseñar y planificar
aquellos procesos políticos, económicos, sociales y culturales que
inexorablemente han de conducir al planeta hacia esa naciente
estructura supra-nacional del anhelado nuevo orden mundial . Ese
nuevo orden pretende monopolizar el direccionamiento y alineación de
la totalidad de las fuerzas políticas, económicas, financieras,
sociales y culturales que determinarán las características del mundo
de mañana, con la misma certeza con que desde hace décadas vienen
dando forma al mundo contemporáneo. Uno de los principales
instrumentos de poder utilizado por esta tecnocracia es el control
que ejerce sobre gigantescas estructuras económicas, aliado a un
manejo casi monopólico sobre el sistema financiero mundial.
Mencionamos a tan sólo unos pocos encumbrados y podersosos miembros
del CFR como David Rockefeller, Henry Kissinger, Bill Clinton,
Zbigniew Brzezinski, George H.W. Bush, la secretaria de estado
Madeleine Albright, el especulador internacional George Soros, el
juez de la corte suprema Stephen Breyer; Laurence A. Tisch
(presidente de la cadena Lowes/CBS), Gral. L. Colin Powell, Jack
Welsh (presidente de General Electric Company), W. Thomas Johnson
(presidente de CNN), Katherine Graham (presidenta del grupo
Washington Post / Newsweek / International Herald Tribune); Richard
Cheney (secretario de defensa de Bush, presidente de la petrolera
Halliburton y vicepresidente electo), Samuel "Sandy" Berger (asesor
del presidente Clinton en seguridad nacional), John M. Deutch
(director de la CIA del presidente Clinton), Alan Greenspan
(gobernador del Banco de la Reserva Federal), Stanley Fischer
(director gerente del Fondo Monetario Internacional), James D.
Wolfensohn (presidente del Banco Mundial), Paul Volcker (presidente
del CS First Boston Bank y ex gobernador de la Reserva Federal),
John Reed (director y ex-presidente de CitiGroup); los economistas
Jeffrey Sachs, Lester Thurow, Martin Feldman y Richard N Cooper; el
ex-secretario del Tesoro, ex-presidente de Goldman Sachs y actual co-
Chairman de CitiGroup, Robert E. Rubin, el ex-secretario de estado
del presidente Reagan y "mediador" en el conflicto de Malvinas,
Gral. Alexander Haig, el "mediador" en el conflicto de los Balcanes,
Richard Holbrooke, el presidente de IBM, Louis V. Gerstner, el
senador demócrata por el estado de Maine, George J. Mitchell, el
diputado republicano, Newt Gingrich, y los asesores del presidente
electo Bush, Condoleeza Rice, Robert Zoellick, Elliot Abrams,
William Perry, Mark Falcoff, Paul Wolfowitz, Richard N. Perle, y
Richard Armitage entre muchos otros.
Aquí, entonces, hallamos la clave de la alta efectividad del CFR,
por cuanto aquellas decisiones y planificaciones que se realizan y
acuerdan durante sus reuniones, conferencias, y grupos de trabajo a
puertas cerradas, son luego ejecutadas por sus diversos miembros
desde sus ámbitos formales de poder. ¡Y qué ámbitos de poder que son
éstos! (continuará)
REINTERPRETANDO LA BIBLIA (2ª parte)
Y las aguas se apartaron...
Moisés (hijo de un matrimonio de la tribu Levi) es adoptado por la hija del faraón durante el período en que los judíos estaban esclavizados por los egipcios. Un día, en el monte Horeb, "le apareció el ángel del Señor" y ordenó que él liberase al pueblo judío y que lo hiciese salir "de ese país a una tierra buena y ancha, a tierra que fluye leche y miel" (Éxodo 3-8). Y Yahvé garantiza la retirada, "de modo que, al salir, no iréis con las manos vacías", sino llenos de plata, oro y vestidos.
A continuación, usando a Moisés como portavoz, el Señor transforma la vida del faraón (y de Egipto) en un horror de plagas y desastres, forzándolo a liberar a los hebreos. El faraón acaba concordando, y 600 mil judíos parten para la Tierra Prometida, a través de un largo desvío en la península del Sinaí.
En esta travesía, Yahvé providencia todo el apoyo logístico. "El Señor los precedía de día en una columna de nube (...), y de noche en una columna de fuego para alumbrarles" (Éxodo 13-21). Cuando el faraón resuelve salir en persecución de los judíos, Moisés los tranquiliza: "El Señor combatirá por vos; podéis quedar tranquilo".
"Dijo Yahvé a Moisés: ‘Por qué sigues clamando a mí? Di a los israelitas que se pongan en marcha. Y tú, alza tu cayado, extiende tu mano sobre el mar y divídelo, para que los israelitas entren en medio del mar a pie enjuto. Que yo voy a endurecer el corazón de los egipcios para que los persigan, y me cubriré de gloria a costa del faraón y de todo su ejército, de sus carros y de los guerreros de sus carros’.
Se puso en marcha el Ángel de Yahvé, que iba al frente del ejército de Israel, y pasó a retaguardia. También la columna de nube de delante se desplazó de allí y se colocó detrás, poniéndose entre el campamento de los egipcios y el campamento de los israelíes. La nube era tenebrosa y transcurrió la noche sin que pudieran trabar contacto unos con otros en toda la noche. Moisés extendió su mano sobre el mar, y Yahvé hizo soplar durante toda la noche un fuerte viento del Este que secó el mar, y se dividieron las aguas. Los israelitas entraron en medio del mar a pie enjuto, mientras que las aguas formaban muralla a derecha e izquierda. Los egipcios se lanzaron en su persecución, entrando tras ellos, en medio del mar, todos los caballos del faraón, y los carros con sus guerreros. Llegada la vigilia matutina, miró Yahvé desde la columna de fuego y humo hacia a los egipcios, y sembró la confusión en su ejército.
Trastornó las ruedas de sus carros, que no podían avanzar sino con gran dificultad. Y exclamaron los egipcios: ‘Huyamos ante Israel, porque Yahvé pelea por ellos contra los egipcios’. Yahvé dijo a Moisés: ‘Extiende tu mano sobre el mar, y las aguas volverán sobre los egipcios, sobre sus carros y sobre los guerreros de los carros’. Extendió Moisés su mano sobre el mar, y al rayar el alba volvió el mar a su lecho; de modo que los egipcios, al querer huir, se vieron frente a las aguas. Así precipitó Yahvé a los egipcios en medio del mar, pues al retroceder las aguas cubrieron los carros y a su gente, a todo el ejército del faraón, que había entrado en el mar para perseguirlos; no escapó ni uno siquiera. Mas los israelitas pasaron a pie enjuto por en medio del mar, mientras las aguas hacían muralla a la derecha y a la izquierda.
Aquel día salvó Yahvé a Israel del poder de los egipcios, e Israel vio a los egipcios muertos a orillas del mar. Y viendo Israel la mano fuerte que Yahvé había desplegado contra Egipto, temió el pueblo a Yahvé, y creyeron en Yahvé y en Moisés, su siervo" (Éxodo 14, 15-31).
Hasta aquí el relato bíblico. Y hay que decir que lo primero que llama la atención es el hecho de que Yahvé no se comporta precisamente como ese Dios justo y misericordioso que con el transcurrir del tiempo se ha adornado su figura, llegando a decir – en una actitud muy humana de soberbia y nada divina – que se va "a cubrir de gloria a costa del faraón y de su ejército" – la frase se pone en su boca – para lo que no duda en masacrar a todo un grupo de seres humanos.
¿Qué Dios es ese que protege a un solo pueblo y masacra al otro con excesos de crueldad? ¿Qué Dios es ese que participa personalmente de una batalla usando un vehículo aéreo? (Las "nubes", la "columna de fuego"...) ¿Qué Dios es ese que se apropia tierras de otros pueblos y las entrega a un único pueblo elegido por él? ¿Qué Dios es ese que exige sacrificios interminables y establece leyes represivas? Y, por fin, ¿qué Dios es ese que amenaza extinguir a su propio pueblo cuando este desobedece sus órdenes?
NOTA: No piense que las narradas en este artículo son las únicas acciones abominables de Yahvé; es solo una pequeña muestra. El número de actos deleznables que uno puede encontrar en el Antiguo Testamento es mucho más amplio, incluyendo una gran cantidad de magnicidios. Sólo resta una pregunta: ¿de verdad sigue usted creyendo que Yahvé era Dios?
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