Al menos, y de una forma superficial, el Experimento Filadelfia (conocido oficialmente como Proyecto Arco
iris) representó el experimento militar de máximo secreto con el que se intentó volver invisible un acorazado.
¡Sí, invisible! ¿Ha visto usted la película del mismo título? El experimento tuvo lugar en 1943, en medio de la
Segunda Guerra Mundial.
Hacer invisible un acorazado no resulta, en el fondo, muy difícil de conseguir. Todo lo que usted tiene que
hacer es llevarlo al siguiente supertono dimensional, y se convertirá en invisible para todos los que se
encuentren en este nivel dimensional. La tecnología necesaria para llevar a cabo el Experimento
Filadelfia nos llegó de los Grises. Necesitábamos un sistema de «invisibilidad» para ganar la guerra, pero ellos
tenían muy distintas razones para proporcionarnos esa tecnología, de lo cual hablaré más adelante.
Para hacer invisible algo, o para entrar en un supertono dimensional más alto, es necesario crear campos
energéticos antirrota-torios a velocidades muy concretas. En el experimento, los científicos del Gobierno
consiguieron campos antirrotatorios basándose en una estrella tetraédrica. Cuando se pasa de un mundo
dimensional a otro, los campos antirrotatorios se disparan desde una velocidad que va del 90 por ciento de la
de la luz, a su velocidad actual, lo que incluye series extremadamente complejas de números armónicos que se
van construyendo unos a otros.
El efecto visual de este proceso es que el espacio que nos rodea se convierte en una especie de niebla roja
que toma la forma de un platillo volante. Los colores van adquiriendo muy rápidamente todos los tonos del arco
iris, del rojo al naranja, al amarillo y al verde, del azul al púrpura y al púrpura ultravioleta, y después a una luz
blanca cegadora que va decreciendo lentamente. Cualquier objeto parece como si estuviera hecho de oro;
poco a poco se va haciendo translúcido y luego transparente. En ese momento se puede ver a través de los
objetos. Después, se entra en una gran oscuridad; en ese punto se hace un giro de 90 grados, que se realiza
en dos movimientos de 45 grados. Los distintos mundos dimensionales se encuentran separados por ángulos
de 90 grados. Tras este cambio de 90 grados, se reaparecerá en un mundo completamente nuevo,
perteneciente a otro nivel dimensional.
El Experimento Filadelfia, al margen de lo que en realidad pudiera hacerse, constituye un episodio real
efectuado por la Marina de los Estados Unidos en 1943, que tuvo como objeto el acorazado Eldridge. Los
científicos que trabajaban en el proyecto trataban de que el acorazado se hiciera solamente invisible al radar.
En este experimento los colores iban del rojo al naranja, y de éste al amarillo y al verde. Este proceso no llevó
mucho tiempo, pero nunca se pasó de ahí. Fue algo parecido a como si se cogiese un reactor, se le hiciese
volar a unos cuantos centenares de metros del suelo y, de repente, se le apagasen los motores. Dicho de otro
modo, el experimento estalló entre dos dimensiones. El acorazado, con todos sus ocupantes, desapareció del
campo de observación que la Marina tenía en Filadelfia, durante casi cuatro horas. Cuando reapareció, algunos
de los tripulantes estaban literalmente empotrados en el casco, otros dos fueron encontrados en las mamparas,
algunos estaban ardiendo, otros desaparecieron para siempre, y otros sufrían repetidos procesos de
materialización y desmaterialización. En todo caso, todos los supervivientes se encontraban en un
comprensible estado de desorientación.
Dos de los marineros del acorazado saltaron al agua en pleno experimento, pensando que podrían alejarse
de todo aquello nadando, pero cuando llegaron a tierra se encontraron con que lejos de estar en el puerto de
Filadelfia, se hallaban en Long Island, Nueva York, y en el año 1983. La explicación de lo sucedido es que en
esta última fecha se había llevado a cabo un experimento similar, denominado Proyecto Montauk 1 y que estaba
en conexión con el Experimento Filadelfia de 1943. Los dos marineros eran hermanos, y se llamaban Duncan y
Edward Cameron.(continuará)
jueves, 27 de agosto de 2015
Pensamientos
*”Antes de criticar usa un espejo y no una lupa”
*”Qué amanezca, que salga la aurora, para que los Pueblos tengan paz, para que los Pueblos sean felices” Alejandro Cirilo (Abuelo Maya)
*Un deseo no cambia nada, una decisión lo cambia todo”
*”El tiempo pasado los preparó, el tiempo presente los aguarda para asegurar el tiempo futuro” Oxalc
La física cuántica demuestra que hay vida después de la muerte
Hay vida después de la muerte, y la muerte es una ilusión creada por nuestra conciencia. Un científico estadounidense ha encontrado pruebas de esta teoría en la física cuántica.
"Creemos que la vida es solo la actividad del carbono y una mezcla de moléculas; vivimos un tiempo y después nos pudrimos bajo tierra", escribió el doctor en medicina Robert Lanza, citado por el diario británico 'Daily Mail'.
Este profesor de la Escuela de Medicina de la Universidad Wake Forest de Carolina del Norte argumentó que los humanos creemos en la muerte porque "nos han enseñado a creer que morimos"; es decir, nuestra conciencia asocia la vida con el cuerpo, y sabemos que el cuerpo muere.
Su teoría, denominada 'biocentrismo' o 'universo de la biocéntrica', explica que la muerte no puede ser tan terminal como creemos. Según esta teoría, la biología y la vida originan la realidad y el universo, y no a la inversa.
De eso se desprende que la conciencia determina la forma y el tamaño de los objetos del universo.
Para dar un ejemplo, Lanza se centra en cómo percibimos el mundo que nos rodea. Una persona ve el cielo azul y le dicen que ese color es el 'azul', "pero se pueden cambiar las células de su cerebro para que vea el cielo de color verde o rojo".
Nuestra conciencia da sentido al mundo y puede ser alterada para cambiar nuestra interpretación. Desde el punto de vista de la biocéntrica, el espacio y el tiempo no se comportan de manera tan rígida ni tan rápida como nos presenta nuestra conciencia.
Si aceptamos la teoría de que el espacio y el tiempo simplemente son 'herramientas de nuestra mente', entonces la muerte y la idea de la inmortalidad existen en un mundo sin límites espaciales ni lineales.
Los físicos teóricos creen que hay una cantidad infinita de universos en los que diversas variaciones de personas y situaciones existen y ocurren simultáneamente.
Lanza afirma que todo lo que puede suceder sucede en algún momento en todos estos 'multiversos' (los múltiples universos posibles), lo que significa que la muerte no puede existir "en un sentido real".
Según Lanza, que participó en los primeros experimentos de clonación, cuando morimos nuestra vida se convierte en una "flor perenne que vuelve a florecer en el multiverso".
Para corroborar su teoría, el científico citó un experimento conocido como 'experimento de la doble rendija', que demuestra que la percepción humana participa en el comportamiento de la materia y la energía.
"Creemos que la vida es solo la actividad del carbono y una mezcla de moléculas; vivimos un tiempo y después nos pudrimos bajo tierra", escribió el doctor en medicina Robert Lanza, citado por el diario británico 'Daily Mail'.
Este profesor de la Escuela de Medicina de la Universidad Wake Forest de Carolina del Norte argumentó que los humanos creemos en la muerte porque "nos han enseñado a creer que morimos"; es decir, nuestra conciencia asocia la vida con el cuerpo, y sabemos que el cuerpo muere.
Su teoría, denominada 'biocentrismo' o 'universo de la biocéntrica', explica que la muerte no puede ser tan terminal como creemos. Según esta teoría, la biología y la vida originan la realidad y el universo, y no a la inversa.
De eso se desprende que la conciencia determina la forma y el tamaño de los objetos del universo.
Para dar un ejemplo, Lanza se centra en cómo percibimos el mundo que nos rodea. Una persona ve el cielo azul y le dicen que ese color es el 'azul', "pero se pueden cambiar las células de su cerebro para que vea el cielo de color verde o rojo".
Nuestra conciencia da sentido al mundo y puede ser alterada para cambiar nuestra interpretación. Desde el punto de vista de la biocéntrica, el espacio y el tiempo no se comportan de manera tan rígida ni tan rápida como nos presenta nuestra conciencia.
Si aceptamos la teoría de que el espacio y el tiempo simplemente son 'herramientas de nuestra mente', entonces la muerte y la idea de la inmortalidad existen en un mundo sin límites espaciales ni lineales.
Los físicos teóricos creen que hay una cantidad infinita de universos en los que diversas variaciones de personas y situaciones existen y ocurren simultáneamente.
Lanza afirma que todo lo que puede suceder sucede en algún momento en todos estos 'multiversos' (los múltiples universos posibles), lo que significa que la muerte no puede existir "en un sentido real".
Según Lanza, que participó en los primeros experimentos de clonación, cuando morimos nuestra vida se convierte en una "flor perenne que vuelve a florecer en el multiverso".
Para corroborar su teoría, el científico citó un experimento conocido como 'experimento de la doble rendija', que demuestra que la percepción humana participa en el comportamiento de la materia y la energía.
miércoles, 19 de agosto de 2015
La palabra Amor se escribe con "P"
Porque para amar se debe poseer PACIENCIA
en los momentos en que el mismo
amor te pone a prueba.
El verdadero amor se escribe con "P",
porque para olvidar un mal recuerdo
debe de existir PERDÓN antes que el odio
entre a aquellos que se aman.
Amor se escribe con "P"...
porque para obtener lo que deseas,
debes de PERSEVERAR
hasta alcanzar lo que te has propuesto.
El sincero amor se escribe con "P"... porque
la PACIENCIA el PERDÓN y la PERSEVERANCIA
son ingredientes necesarios para que un amor perdure.
Porque amor es también.... una PALABRA dicha a tiempo...
Es el PERMITIRSE volver a confiar...
Es PERMANECER en silencio escuchando al otro...
Es esa PASIÓN, que nos llena de estrellitas los ojos
al pronunciar el nombre del que amamos...
El amor se escribe con "P"...
Porque son esas PEQUEÑAS cosas
que nos unen al ser amado día tras día.
SABIAS QUE....
*Todos los niveles dimensionales de este mundo se encuentran aquí y ahora, hallándose unidos entre sí. La
única diferencia entre los diferentes mundos dimensionales es su correspondiente longitud de onda. Ésta
constituye la clave de todo el universo. Vivimos en una realidad creada exclusivamente por la longitud de onda.
La correspondiente a nuestro mundo tridimensional es 7,23 centímetros. El promedio de longitud de todos los
objetos en esta dimensión sería de 7,23 centímetros.
*La palabra Mer denota un campo luminoso contra-rotatorio; Ka es el
espíritu, y Ba es el cuerpo o realidad. Así pues, Mer-Ka-Ba, es el campo
luminoso contra-rotatorio, que rodea al cuerpo y al espíritu, y que constituye
un vehículo, un vehículo espacio temporal. Es la imagen a través de la cual
fueron creadas todas las cosas, un conjunto de modelos geométricos que
rodean nuestros cuerpos. Esta imagen empieza en la base de nuestra
columna vertebral, como las ocho células originales que formaron
inicialmente nuestros cuerpos físicos. Desde ahí se extiende hasta alcanzar
una dimensión de 16'75 centímetros de diámetro. Primero forma una
estrella tetraédrica, después un cubo, más tarde una esfera y, por último,
una pirámide entrelazada.
*Durante el reinado de Akenatón, este faraón reunió en su corte a unos pocos miles de personas, cuya edad
no bajaba de cuarenta y cinco años. Todos habían tenido que pasar por una etapa de preparación de doce
años, conocida como el Ojo Izquierdo de Horus, consistente en el entrenamiento adecuado del cerebro
derecho. Tras esta preparación, Akenatón instruía a sus seguidores durante otros doce años en su Escuela de
los misterios, la Ley del Uno, y les proporcionaba el conocimiento que todavía les faltaba: el Ojo Izquierdo de
Horus.
LA NOTICIA: Las pantallas están "matando" nuestro cerebro
Amantes del papel, ¡en enhorabuena!: un estudio realizado por un grupo de investigación noruego les va a dar el argumento definitivo para ganar todas las discusiones con los fans de las nuevas tecnologías.
Porque las personas que leen en tabletas y libros electrónicos recuerdan mucho peor puntos clave en los argumentos de los libros que leen, mientras que los que siguen disfrutando del negro sobre blanco de toda la vida son capaces de explicar mucho mejor de qué trata la historia que han leído.
Simplificando mucho: las pantallas están matando nuestro cerebro. O al menos lo están atontando.
El estudio, presentado en una conferencia en Italia el pasado mes de julio, muestra los resultados de una investigación a 50 sujetos a los que se les hizo leer un relato corto de la autora Elizabeth George. La mitad lo hizo con un libro y la otra mitad, con un Kindle. A continuación, se les hizo un examen en el que se les preguntó por diferentes aspectos de la trama, desde detalles concretos hasta aspectos generales.
Los resultados fueron muy claros. Los que tuvieron en sus manos un libro acertaron más y respondieron mejor que los que estuvieron ante una pantalla. Anne Mangen, investigadora de la universidad noruega de Stavanger y responsable de este estudio, partía de una hipótesis que había descubierto en un trabajo previo realizado con un iPad: ”En ese estudio descubrimos que los lectores de papel puntuaron más alto en los aspectos que tienen que ver con la empatía y la inmersión, y la coherencia narrativa, que los lectores del iPad”, confesó en la rueda de prensa en la que presentó su experimento, unas palabras que recoge The Guardian.
Mangen destaca que cuando tenemos un libro en las manos, podemos sentir con nuestros dedos las hojas, el peso, el olor… También notamos cómo vamos avanzando, como queda a nuestra izquierda lo ya leído y lo que nos falta está a la derecha. Según explica, todas estas pistas sensoriales permiten crear una especie de lazo con lo que leemos y eso nos permite recordar mejor la historia.
Los autores del estudio aseguran que el aparato de Amazon no genera la misma conexión emocional que un libro. Esta unión especial que sí genera el papel nos puede ayudar a recordar mejor lo que leemos. La memoria está muy relacionada con lo emocional: rememoramos mucho mejor todo aquello que nos ha despertado un sentimiento.
jueves, 13 de agosto de 2015
Las entradas del circo
Cuando yo era adolescente, en cierta ocasión, estaba con mi padre haciendo fila para comprar entradas para el circo. Al final, solo quedaba una familia entre la ventanilla y nosotros.
Esta familia me impresionó mucho. Eran ocho chicos, todos probablemente menores de doce años. Se veía que no tenían mucho dinero. La ropa que llevaban no era cara, pero estaban limpios. Los chicos eran bien educados, todos hacían bien la fila, de a dos detrás de los padres, tomados de la mano.
Hablaban con excitación de los payasos, los elefantes y otros números que verían esa noche. Se notaba que nunca antes habían ido al circo.
El padre y la madre estaban al frente del grupo, de pie, orgullosos. La madre, de la mano de su marido, lo miraba como diciendo: "Eres mi caballero de brillante armadura", él sonreía, henchido de orgullo y mirándola como si respondiera: "Tienes razón".
La empleada de la ventanilla preguntó al padre cuántas entradas quería.
El respondió con orgullo: "Por favor, deme ocho entradas para menores y dos de adultos, para poder traer a mi familia al circo".
La empleada le indicó el precio. La mujer soltó la mano de su marido, ladeó su cabeza y el labio del hombre empezó a torcerse. Este se acercó un poco más y preguntó:
¿Cuánto dijo?. La empleada volvió a repetirle el precio. ¿Cómo iba a darse vuelta y decirle a sus ocho hijos que no tenía suficiente dinero para llevarlos al circo?.
Viendo lo que pasaba, papá puso la mano en el bolsillo, sacó un billete de veinte dólares y lo tiró al suelo. (Nosotros no éramos ricos en absoluto).
Mi padre se agachó, recogió el billete, palmeó al hombre en el hombro le dijo: "Disculpe, señor, se le cayó esto del bolsillo".
El hombre se dio cuenta de lo que pasaba. No había pedido limosna, pero sin duda apreciaba la ayuda en una situación desesperada, angustiosa e incomoda.
Miró a mi padre directamente a los ojos, con sus dos manos le tomó la suya, apretó el billete de veinte dólares y con labios trémulos y una lágrima rodándole por la mejilla, replicó: "Gracias, gracias señor".
"Esto significa realmente mucho para mi familia y para mi".
Papá y yo volvimos a nuestro auto y regresamos a casa. Esa noche no fuimos al circo, pero no nos fuimos sin nada...
"No des lo que te sobra"
"Da con alegría y hasta que te duela"
Esta familia me impresionó mucho. Eran ocho chicos, todos probablemente menores de doce años. Se veía que no tenían mucho dinero. La ropa que llevaban no era cara, pero estaban limpios. Los chicos eran bien educados, todos hacían bien la fila, de a dos detrás de los padres, tomados de la mano.
Hablaban con excitación de los payasos, los elefantes y otros números que verían esa noche. Se notaba que nunca antes habían ido al circo.
El padre y la madre estaban al frente del grupo, de pie, orgullosos. La madre, de la mano de su marido, lo miraba como diciendo: "Eres mi caballero de brillante armadura", él sonreía, henchido de orgullo y mirándola como si respondiera: "Tienes razón".
La empleada de la ventanilla preguntó al padre cuántas entradas quería.
El respondió con orgullo: "Por favor, deme ocho entradas para menores y dos de adultos, para poder traer a mi familia al circo".
La empleada le indicó el precio. La mujer soltó la mano de su marido, ladeó su cabeza y el labio del hombre empezó a torcerse. Este se acercó un poco más y preguntó:
¿Cuánto dijo?. La empleada volvió a repetirle el precio. ¿Cómo iba a darse vuelta y decirle a sus ocho hijos que no tenía suficiente dinero para llevarlos al circo?.
Viendo lo que pasaba, papá puso la mano en el bolsillo, sacó un billete de veinte dólares y lo tiró al suelo. (Nosotros no éramos ricos en absoluto).
Mi padre se agachó, recogió el billete, palmeó al hombre en el hombro le dijo: "Disculpe, señor, se le cayó esto del bolsillo".
El hombre se dio cuenta de lo que pasaba. No había pedido limosna, pero sin duda apreciaba la ayuda en una situación desesperada, angustiosa e incomoda.
Miró a mi padre directamente a los ojos, con sus dos manos le tomó la suya, apretó el billete de veinte dólares y con labios trémulos y una lágrima rodándole por la mejilla, replicó: "Gracias, gracias señor".
"Esto significa realmente mucho para mi familia y para mi".
Papá y yo volvimos a nuestro auto y regresamos a casa. Esa noche no fuimos al circo, pero no nos fuimos sin nada...
"No des lo que te sobra"
"Da con alegría y hasta que te duela"
¿Es cierto que los pensamientos se vuelven realidad?
Todos somos conscientes del poder de los pensamientos cuando pensamos en algo negativo pero ¿funciona también en positivo o sólo para mal?
Cómo es posible que un pensamiento pueda hacernos sufrir?
Los pensamientos son ideas, recuerdos, expectativas, valoraciones,… que nuestra mente genera.
Hemos de ser muy conscientes que los pensamientos sobre la realidad no son LA REALIDAD, sino la interpretación que hacemos de ella.
Por tanto si los pensamientos no son la realidad, ¿por qué nos hacen sufrir?. Porque los CREEMOS, y así vivimos nuestra vida, en función de ellos y del malestar o bienestar que nos generan.
Podríamos decir que SOMOS lo que PENSAMOS porque existe una interrelación entre lo que pensamos, sentimos y actuamos, de tal forma, que NUESTRA REALIDAD, la construimos en función de nuestros pensamientos, emociones, actitudes y conductas.
CREAMOS lo que CREEMOS. El poder de los pensamientos es, realmente, muy evidente.
¿A que sí crees que funciona el pesimismo?
Entonces, PENSAR equivale a IMAGINAR O INVENTAR, ya que la REALIDAD es diferente, y yo sólo tengo mi interpretación de la misma, a veces, errónea.
Son nuestros MIEDOS, y EXPERIENCIAS ANTERIORES las que no nos permiten ser optimistas y de forma automática pensamos en lo negativo, en lo peor, en lo que nos perjudica, en lo que nos hace sufrir.
Y lo paradójico de nuestro pensamiento es que probablemente nunca ocurrirá, aunque, en cualquier caso, ya lo estamos sufriendo.
¿Cómo nos condiciona el pensamiento?
De todos es sabido que los seres humanos nos equivocamos, cometemos errores y darnos cuenta nos permite aprender de ellos y seguir adelante.
El paso siguiente para asumir esta premisa es aceptar y asumir que nuestra mente también se equivoca cuando piensa.
Cometemos errores de pensamiento, que si no los descubrimos, nos llevarán a sentirnos mal y a tener actitudes contraproducentes para nuestra salud y bienestar.
Pensar en negativo nos predispone negativamente ante una realidad, que si bien, no iba a ser "perfecta", al menos, podía ser algo mejor de lo que imaginamos. Por el simple hecho de imaginarla en negativo, y sentirnos mal, antes de que ocurra, ya no nos permitirá ver lo bueno que había en ella.
Por el contrario, pensar en positivo nos prepara favorablemente, y la mayor parte de las veces, con éxito ante una situación, que si bien puede ser muy difícil o dura, si pensamos que podemos superarla nuestra actitud ya nos servirá para que así sea, y nos esforzaremos en aprender de ella y buscarle el lado positivo que pueda tener. Es otro ejemplo del poder de los pensamientos.
¿Podemos determinar, entonces, nuestro futuro?
Si pensar es INVENTAR, entonces, podríamos elegir lo que pensar y nos convendría escoger aquel PENSAMIENTO o INTERPRETACIÓN de la realidad que nos haga sentirnos bien.
Puestos a inventar, mejor nos iría si inventamos algo saludable ¿no te parece?. Al menos, no sufriremos tanto y es probable que podamos ver el lado positivo de esa experiencia que no era como esperábamos.
EDITORIAL : Setiembre/Octubre 2014
Se va terminando el año, el tiempo pasa rápido, el estilo de vida de la sociedad nos lleva ligero y no nos da tiempo a pensar; pensar por ejemplo en la raza Humana y en como ayudarla a entender que el Ser Humano es algo muy sagrado, un espíritu que no es de este mundo; una chispa divina que descendió desde lo alto hasta las profundidades de la materia, su opuesto, y acepta la limitación de las formas, asumiendo la titánica tarea de iluminarla.
Ahora vienen las pruebas de la incertidumbre, el abandono de lo superfluo, de los esfuerzos sostenidos, de la constancia, de la fortaleza interna. Tendrás que poner en práctica todo lo aprendido. Ya las “medias tintas”, los “no sé”, “no puedo”, “quizás”, “más adelante”, no son para este tiempo; hoy se nos pide un compromiso espiritual.
¡Qué la Fe, el Amor y la paz nos acompañen siempre! Hnos. Del boletín
¿Existe un Mundo subterráneo? (2ª entrega)
Sudamérica bajo tierra
En la zona sur de América podemos encontrar muchas entradas misteriosas que darían pase a un entramado de galerías subterráneas que cubrirían todo el continente.
La Cueva de los Tayos: Una importante cantidad de cavidades subterráneas que se encuentran en la cordillera del Cóndor, en la amazonia ecuatoriana, frontera con el Perú. Ese sector es jurisdicción de los indios Shuara o Jíbaros, quienes por cientos de años han custodiado la existencia de los “Taltos” hombres de gran altura y tez blanca que saldrían en ciertas ocasiones desde las entrañas de la Tierra para establecer contacto con el ser humano. La principal entrada a estas galerías, sería una caverna llamada “Tayos”, nombre derivado de la gran cantidad de pájaros que habitan ese lugar. La última gran exploración que se desarrolló en ese lugar fue liderada por un equipo de televisión japonés, que logró avanzar cerca de 14 kilómetros, sin poder seguir por falta de oxigeno.
La Sierra del Roncador: Sin duda que dentro de los lugares más míticos de Brasil no se puede dejar de hablar del Matto Grosso y la Sierra del Roncador, el cuál esta inserto en plena selva de ese país. En el año 1925 el explorador Inglés Percy Harrison Fawcett, desapareció en ese lugar junto con su hijo Jack, y su amigo Raleigh Rimel, en una expedición que se convirtió en leyenda, ya que el objetivo máximo de ella, era encontrar las claves de una ciudad atlante que se mantenía intacta, y que su entrada se situaría en una cavidad subterránea. Hasta nuestros días aún hay aventureros que esperan encontrar ese lugar que habría absorbido hace tantos años a esos exploradores ingleses.
El Dorado o Paititi: En las selvas del Perú, se alza una de las leyendas más importantes de la historia, en las que está inserta la gran huída inca en el año 1533, y su refugio en un gran cordón de túneles que comenzaban en el templo del Koricancha (Cuzco) y terminaban en las zonas más inhóspitas de la jungla amazónica. Se cree que en ese lugar se encuentra el símbolo más importante y más poderoso del imperio incaico, llamado el “Disco Solar”.
En la ruta que se ha explorado en busca del Paititi, se ha encontrado un muro de símbolos (Pusharo) que darían las claves para el ingreso a ese mundo subterráneo, ya que los mismos indígenas Machiguengas (guardianes selváticos del lugar) dicen que dentro de él vive gente.
La Puerta de Hayumarka: En la frontera entre Perú y Bolivia se encuentra delineada finamente una cavidad inserta en la montaña, y que muestra la forma de una puerta ciega. Este lugar fue hallado por casualidad por un lugareño de la ciudad de Puno. Se cree que ese portal se abre constantemente en las noches y que de ahí suelen salir hombres de blanco, por ello los habitantes de sectores cercanos la llaman la “puerta del Diablo”. Exploraciones al lugar confirman esa teoría, y la alzan como una de las muestras más claras de una realidad paralela.
Erks y los Terrones: En Argentina se conoce un lugar muy especial que tendría una relación directa con el mundo subterráneo. Está situado en la provincia de Córdoba, a pocos kilómetros de Capilla del Monte. Se cree -según una gran cantidad de personas- que en ese lugar se ubica una de las entradas más importantes al mundo subterráneo. Es conocido como Erks, y fue dado a conocer por un personaje muy particular llamado Angel Cristo Acoglanis, quién supuestamente se contactaba con un ser de ese mundo. Sin embargo, la gran publicidad que se le ha dado, ha generado una gran avalancha de turistas que van en busca de respuestas espirituales, puesto que una de las características más llamativas es la cercanía de sectores muy energéticos, como es el caso de los “Terrones”.
La Ciudad de los Césares: Dentro de las historias más conocidas de la conquista en Chile, está la de la ciudad encantada de “los Césares”, la que se ubicaría en la frontera chileno-argentina. En el siglo XVI, Francisco de César -enviado a América por los reyes de España- habría hablado por primera vez de esa misteriosa ciudadela en las zonas patagónicas de América. Luego el mito recorrió toda la conquista, generando un sin fin de expediciones en busca de aquel lugar que guardaba grandes cantidades de oro y plata. Pero nunca fue encontrada.
Hoy, habiendo pasado cientos de años, se cree que la ciudad de los Césares, es sólo una de las entradas a un gran mundo que se ubicaría en el sur, y que estaría inserto en pleno cordón montañoso Andino.
La ciudad del Arcoiris: En las zonas más frías de la Antártida se encontraría una ciudad subterránea habitada por una civilización altamente tecnificada que en diversas ocasiones ha intentado advertir al mundo del peligro que corre al experimentar con armamento nuclear. Así nace la historia narrada por un Almirante de la Fuerza Aérea Norteamericana de nombre Richard Byrd, quién aseveró en el año 1947 que en una de sus exploraciones aéreas a esas zonas fue ingresado a esa ciudad por una fuerza muy poderosa, y en donde tuvo contacto con estos seres que lo saben todo.
Las condiciones bajo tierra
Hoy, es difícil que la ciencia acepte esta teoría, ya que las condiciones bajo la tierra no son las más óptimas para desarrollar una cultura de seres humanos, a no ser que su forma de existencia fuera muy diferente a lo que hoy conocemos.
¿Pero sería posible la existencia de un mundo subterráneo en nuestro planeta, y la capacidad de este, daría pie para albergar un mundo tan magnifico?...
Hoy se ha calculado que la corteza terrestre tiene un espesor que sería cercano a los 2.000 kilómetros, pero hay geólogos que piensan que éste no pasaría de los 30 a 40 kilómetros. Hasta hoy la excavación más profunda no sobrepasa los 12 kilómetros, lo que no da una visión objetiva del grosor de las capas, y menos de su capacidad de sostenimiento interno.
Se cree que la Tierra sería algo así como un queso, es decir un objeto sólido cubierto de galerías que harían las veces de conductores y comunicadores –algo así como atajos – con otras realidades.
Se supone que bajo la corteza terrestre sólo habría magma; un núcleo gigantesco en estado de fusión, el que llegaría hasta temperaturas que sobrepasarían los dos mil grados centígrados. Obviamente esto es un infierno real en pleno globo, pero hasta nuestros días nadie ha podido comprobar que esto no acepte la posibilidad de un mundo interno, siempre asumiendo que las condiciones fueran altamente tecnificadas para la sobrevivencia.
En la zona sur de América podemos encontrar muchas entradas misteriosas que darían pase a un entramado de galerías subterráneas que cubrirían todo el continente.
La Cueva de los Tayos: Una importante cantidad de cavidades subterráneas que se encuentran en la cordillera del Cóndor, en la amazonia ecuatoriana, frontera con el Perú. Ese sector es jurisdicción de los indios Shuara o Jíbaros, quienes por cientos de años han custodiado la existencia de los “Taltos” hombres de gran altura y tez blanca que saldrían en ciertas ocasiones desde las entrañas de la Tierra para establecer contacto con el ser humano. La principal entrada a estas galerías, sería una caverna llamada “Tayos”, nombre derivado de la gran cantidad de pájaros que habitan ese lugar. La última gran exploración que se desarrolló en ese lugar fue liderada por un equipo de televisión japonés, que logró avanzar cerca de 14 kilómetros, sin poder seguir por falta de oxigeno.
La Sierra del Roncador: Sin duda que dentro de los lugares más míticos de Brasil no se puede dejar de hablar del Matto Grosso y la Sierra del Roncador, el cuál esta inserto en plena selva de ese país. En el año 1925 el explorador Inglés Percy Harrison Fawcett, desapareció en ese lugar junto con su hijo Jack, y su amigo Raleigh Rimel, en una expedición que se convirtió en leyenda, ya que el objetivo máximo de ella, era encontrar las claves de una ciudad atlante que se mantenía intacta, y que su entrada se situaría en una cavidad subterránea. Hasta nuestros días aún hay aventureros que esperan encontrar ese lugar que habría absorbido hace tantos años a esos exploradores ingleses.
El Dorado o Paititi: En las selvas del Perú, se alza una de las leyendas más importantes de la historia, en las que está inserta la gran huída inca en el año 1533, y su refugio en un gran cordón de túneles que comenzaban en el templo del Koricancha (Cuzco) y terminaban en las zonas más inhóspitas de la jungla amazónica. Se cree que en ese lugar se encuentra el símbolo más importante y más poderoso del imperio incaico, llamado el “Disco Solar”.
En la ruta que se ha explorado en busca del Paititi, se ha encontrado un muro de símbolos (Pusharo) que darían las claves para el ingreso a ese mundo subterráneo, ya que los mismos indígenas Machiguengas (guardianes selváticos del lugar) dicen que dentro de él vive gente.
La Puerta de Hayumarka: En la frontera entre Perú y Bolivia se encuentra delineada finamente una cavidad inserta en la montaña, y que muestra la forma de una puerta ciega. Este lugar fue hallado por casualidad por un lugareño de la ciudad de Puno. Se cree que ese portal se abre constantemente en las noches y que de ahí suelen salir hombres de blanco, por ello los habitantes de sectores cercanos la llaman la “puerta del Diablo”. Exploraciones al lugar confirman esa teoría, y la alzan como una de las muestras más claras de una realidad paralela.
Erks y los Terrones: En Argentina se conoce un lugar muy especial que tendría una relación directa con el mundo subterráneo. Está situado en la provincia de Córdoba, a pocos kilómetros de Capilla del Monte. Se cree -según una gran cantidad de personas- que en ese lugar se ubica una de las entradas más importantes al mundo subterráneo. Es conocido como Erks, y fue dado a conocer por un personaje muy particular llamado Angel Cristo Acoglanis, quién supuestamente se contactaba con un ser de ese mundo. Sin embargo, la gran publicidad que se le ha dado, ha generado una gran avalancha de turistas que van en busca de respuestas espirituales, puesto que una de las características más llamativas es la cercanía de sectores muy energéticos, como es el caso de los “Terrones”.
La Ciudad de los Césares: Dentro de las historias más conocidas de la conquista en Chile, está la de la ciudad encantada de “los Césares”, la que se ubicaría en la frontera chileno-argentina. En el siglo XVI, Francisco de César -enviado a América por los reyes de España- habría hablado por primera vez de esa misteriosa ciudadela en las zonas patagónicas de América. Luego el mito recorrió toda la conquista, generando un sin fin de expediciones en busca de aquel lugar que guardaba grandes cantidades de oro y plata. Pero nunca fue encontrada.
Hoy, habiendo pasado cientos de años, se cree que la ciudad de los Césares, es sólo una de las entradas a un gran mundo que se ubicaría en el sur, y que estaría inserto en pleno cordón montañoso Andino.
La ciudad del Arcoiris: En las zonas más frías de la Antártida se encontraría una ciudad subterránea habitada por una civilización altamente tecnificada que en diversas ocasiones ha intentado advertir al mundo del peligro que corre al experimentar con armamento nuclear. Así nace la historia narrada por un Almirante de la Fuerza Aérea Norteamericana de nombre Richard Byrd, quién aseveró en el año 1947 que en una de sus exploraciones aéreas a esas zonas fue ingresado a esa ciudad por una fuerza muy poderosa, y en donde tuvo contacto con estos seres que lo saben todo.
Las condiciones bajo tierra
Hoy, es difícil que la ciencia acepte esta teoría, ya que las condiciones bajo la tierra no son las más óptimas para desarrollar una cultura de seres humanos, a no ser que su forma de existencia fuera muy diferente a lo que hoy conocemos.
¿Pero sería posible la existencia de un mundo subterráneo en nuestro planeta, y la capacidad de este, daría pie para albergar un mundo tan magnifico?...
Hoy se ha calculado que la corteza terrestre tiene un espesor que sería cercano a los 2.000 kilómetros, pero hay geólogos que piensan que éste no pasaría de los 30 a 40 kilómetros. Hasta hoy la excavación más profunda no sobrepasa los 12 kilómetros, lo que no da una visión objetiva del grosor de las capas, y menos de su capacidad de sostenimiento interno.
Se cree que la Tierra sería algo así como un queso, es decir un objeto sólido cubierto de galerías que harían las veces de conductores y comunicadores –algo así como atajos – con otras realidades.
Se supone que bajo la corteza terrestre sólo habría magma; un núcleo gigantesco en estado de fusión, el que llegaría hasta temperaturas que sobrepasarían los dos mil grados centígrados. Obviamente esto es un infierno real en pleno globo, pero hasta nuestros días nadie ha podido comprobar que esto no acepte la posibilidad de un mundo interno, siempre asumiendo que las condiciones fueran altamente tecnificadas para la sobrevivencia.
jueves, 6 de agosto de 2015
¿Existe un mundo subterráneo? ( 1ª parte)
La existencia de un mundo subterráneo ha rondado la mente de un gran número de investigadores a nivel mundial, quienes han encontrado en diversas tradiciones antiguas la creencia de que convivimos con una civilización altamente desarrollada que habita bajo la corteza terrestre.
Aunque no hay pruebas oficiales que hoy demuestren la existencia de una civilización inteligente en galerías subterráneas, sí existen un sin fin de teorías y legados que hablan de la presencia de seres similares a nosotros, pero de una gran ventaja evolutiva habitando bajo la tierra.
A partir de religiones antiguas podemos sumergirnos en algunas de aquellas teorías que presentan a sus deidades como parte de este mundo especial. En las zonas más sagradas del Asia Lamaísta, se encontraría la cuna del mundo subterráneo, puesto que en las tradiciones Hindúes, Budistas, Tibetanas, entre otras, siempre se habló de la existencia de un mundo mágico, habitado por seres altamente poderosos que rigen los destinos de la humanidad.
A este reino de los inmortales se le llamó Shamballa, capital o centro matriz de un gran paraíso llamado Agartha. Se cree que los grandes iniciados de la historia habrían tenido conocimiento de este lugar, y sólo cuando fueran invitados, podían ingresar, para nunca más salir. No hay duda que al occidentalizar estas informaciones, sacándolas del contexto religioso y llevándolas a una visión más práctica, podríamos entender que el gran reino inmortal del Shamballa no es más que la interpretación oriental de la existencia de un mundo subterráneo, en el que, según la leyenda, habitaría gente muy desarrollada y evolucionada espiritualmente. Sólo cada cierto tiempo saldrían para entregar mensajes proféticos a los humanos mortales, los que se deberían cumplir cabalmente, demostrando con ello su supuesta realidad magnificente.
Dentro del conocimiento que existe sobre las civilizaciones que habitan el subsuelo, está aquel que las relaciona con el ingreso de muchas culturas perdidas de la antigüedad. Es el caso de los sobrevivientes de la Atlántida, y que en su migración a distintas partes del mundo, habrían optado por resguardarse, - tanto ellos como su conocimiento -, en estas galerías que conducen al intramundo.
Albergues subterráneos
Ferdinand Ossendovsky, galardonado por la Academia Francesa, constantemente narraba una historia que conoció en sus periplos por tierras asiáticas, específicamente en Mongolia. Esta le fue contada por el príncipe Chultun Beyli y su Gran Lama, y dice así:
“En otros tiempos habían existido dos continentes muy desarrollados, uno se encontraba en el Pacífico, y el otro en el Atlántico. Luego de tiempo desaparecieron bajo las aguas de los océanos, pero parte de sus habitantes emigraron y encontraron refugio en vastos albergues subterráneos. Estas cuevas se hallaban iluminadas por una luz especial de color verde, que permitió el crecimiento de plantas y aseguró la supervivencia a una tribu perdida de la humanidad prehistórica que alcanzó posteriormente el más alto nivel de conocimientos.”
Aunque no hay pruebas oficiales que hoy demuestren la existencia de una civilización inteligente en galerías subterráneas, sí existen un sin fin de teorías y legados que hablan de la presencia de seres similares a nosotros, pero de una gran ventaja evolutiva habitando bajo la tierra.
A partir de religiones antiguas podemos sumergirnos en algunas de aquellas teorías que presentan a sus deidades como parte de este mundo especial. En las zonas más sagradas del Asia Lamaísta, se encontraría la cuna del mundo subterráneo, puesto que en las tradiciones Hindúes, Budistas, Tibetanas, entre otras, siempre se habló de la existencia de un mundo mágico, habitado por seres altamente poderosos que rigen los destinos de la humanidad.
A este reino de los inmortales se le llamó Shamballa, capital o centro matriz de un gran paraíso llamado Agartha. Se cree que los grandes iniciados de la historia habrían tenido conocimiento de este lugar, y sólo cuando fueran invitados, podían ingresar, para nunca más salir. No hay duda que al occidentalizar estas informaciones, sacándolas del contexto religioso y llevándolas a una visión más práctica, podríamos entender que el gran reino inmortal del Shamballa no es más que la interpretación oriental de la existencia de un mundo subterráneo, en el que, según la leyenda, habitaría gente muy desarrollada y evolucionada espiritualmente. Sólo cada cierto tiempo saldrían para entregar mensajes proféticos a los humanos mortales, los que se deberían cumplir cabalmente, demostrando con ello su supuesta realidad magnificente.
Dentro del conocimiento que existe sobre las civilizaciones que habitan el subsuelo, está aquel que las relaciona con el ingreso de muchas culturas perdidas de la antigüedad. Es el caso de los sobrevivientes de la Atlántida, y que en su migración a distintas partes del mundo, habrían optado por resguardarse, - tanto ellos como su conocimiento -, en estas galerías que conducen al intramundo.
Albergues subterráneos
Ferdinand Ossendovsky, galardonado por la Academia Francesa, constantemente narraba una historia que conoció en sus periplos por tierras asiáticas, específicamente en Mongolia. Esta le fue contada por el príncipe Chultun Beyli y su Gran Lama, y dice así:
“En otros tiempos habían existido dos continentes muy desarrollados, uno se encontraba en el Pacífico, y el otro en el Atlántico. Luego de tiempo desaparecieron bajo las aguas de los océanos, pero parte de sus habitantes emigraron y encontraron refugio en vastos albergues subterráneos. Estas cuevas se hallaban iluminadas por una luz especial de color verde, que permitió el crecimiento de plantas y aseguró la supervivencia a una tribu perdida de la humanidad prehistórica que alcanzó posteriormente el más alto nivel de conocimientos.”
Editorial:Octubre 2013
Los Guìas nos han dicho que somos capaces de transformar con nuestros pensamientos y acciones lo que está previsto que pueda suceder, tenemos que ser capaces de “creer”en nuestras capacidades, no tenemos limites y somos nosotros los que nos limitamos.
Hoy las grandes religiones han hechado mano a un viejo conocimiento escondido: el poder de la oración, bienvenido sea ; será que definitivamente nos uniremos los Seres Humanos de Buena voluntad para cambiar lo que está previsto que suceda, sin sacar cuentas de a quien favorece o quien se lleva el crédito.
Por fin nos daremos cuenta que “la unión, hace la fuerza” y que debemos tirar todos juntos para el mismo lado si realmente queremos “una nueva humanidad”, más justa,más solidaria, más tolerante y más feliz.
¡Qué así sea! Hnos. Del Boletìn
Mensaje de los Hermanos Mayores:
Pregunta: Hermanos Guías, como empezó todo?
Al principio de este nuevo principio del universo material, todo era ausencia y oscuridad, y luego, la Voluntad Suprema del Profundo Amor de la Conciencia Cósmica que es la manifestación del Creador en el universo material, permitió que se materializara la presencia y la luz, ocupando una parte del todo, y a partir de ese momento, ha habido una continua sucesión de momentos de oscuridad y de luz, de ausencia y presencia, dentro y fuera de todos y de todo, en una lucha de primacía que mantiene la dinámica de evolución. Ha sido así hasta que llegue el tiempo sin tiempo, en que la luz brote del interior de cada ser como cuando el agua brota de una peña, y sea entonces que no importe la posible oscuridad exterior por cuanto los pasos que se den serán intuitivamente seguros, y a la vez conscientes de ser guiados por la reconexión alcanzada con esa Voluntad Superior.
Esa luz la dará el conocimiento y la certeza del propósito de la vida y del Plan Cósmico para con la humanidad. Conocimiento que será revelado en la medida que vaya brotando en los seres la necesidad de búsqueda de respuestas. Y es que el conocimiento como el agua, es buscada afanosamente solo cuando hay sed, porque cuando hay sed hasta el instinto mismo les ayuda a encontrarla.
La comprensión y el conocimiento permitirán también descubrir la eterna presencia que mora en todo y en todos, a partir de lo cual la soledad no existirá más.
Pregunta: Hubo más de un principio?
Ha habido muchos y muy distintos, porque el Creador que está tras el universo de su creación, se experimenta a si mismo a través de sus criaturas. El actual principio es uno mas... Es como si estuviésemos a la mañana de un nuevo día y el panorama se presenta innovador.
Pregunta: Es el universo finito o infinito?
El universo material tiene principio y tiene fin. Empezó y terminará. Es como una gran esfera, tiene fin pero no posee limites.
Pregunta: Hay solo un universo?
Hay múltiples; pero esencialmente podemos sintetizarlos en tres universos, uno contenido dentro de otro. El universo inicial o primordial que es el interno es el llamado universo espiritual. Este ha generado al universo
mental que es el llamado eterno, y este a su vez ha creado al universo material o externo. Cada uno actúa a través del otro. El universo material posee siete dimensiones, por ello los seres conscientes y pensantes tienen siete cuerpos para actuar en aquellas siete dimensiones. Para despertar la conciencia en cada uno de esos siete cuerpos, se requiere activar los siete centros o vórtices de energía interior que se poseen ubicados a lo largo de la columna vertebral, y ello se logra cuando llegamos a conocer y vivenciar las siete leyes y principios universales que rigen la creación.
domingo, 2 de agosto de 2015
¿Dios existe? La ciencia lo defiende cada vez más
Muchas personas creían que a medida que la ciencia avanzara, habría menos necesidad de recurrir al argumento de que existe Dios para explicar el universo. Sin embargo, "los rumores de la muerte de Dios eran prematuros ", apunta el escritor estadounidense Eric Metaxas.
En 1966, el astrónomo Carl Sagan afirmó que había dos criterios importantes para que un planeta pudiera sustentar vida: la estrella adecuada y un planeta situado a la distancia correcta de la estrella. No obstante, a medida que nuestro conocimiento sobre el universo aumentó, se hizo evidente que eran necesarios muchos más factores para que la vida fuera posible.
"Las probabilidades indican que ni siquiera nosotros deberíamos estar aquí", recalca Metaxas en un artículo publicado en 'The Wall Street Journal'. De hecho, actualmente hay más de 200 parámetros conocidos que son necesarios para que un planeta pueda sustentar vida. Debe estar presente cada uno de ellos, de lo contrario todo se cae a pedazos.
"¿Es posible que cada uno de esos parámetros haya sido perfecto por accidente? ¿No les parece que asumir que una inteligencia creara estas perfectas condiciones requiere mucha menos fe que creer que la vida en la Tierra superó por casualidad probabilidades inconcebibles para llegar a existir? ", cuestiona el escritor, que añade que la idea de que todo "simplemente ocurrió desafía el sentido común".
Según Metaxas, puede que el profesor de Matemáticas de la Universidad de Oxford John Lennox tenga razón al decir que "cuanto más conocemos nuestro universo, más credibilidad gana la hipótesis de que hay un creador".
En 1966, el astrónomo Carl Sagan afirmó que había dos criterios importantes para que un planeta pudiera sustentar vida: la estrella adecuada y un planeta situado a la distancia correcta de la estrella. No obstante, a medida que nuestro conocimiento sobre el universo aumentó, se hizo evidente que eran necesarios muchos más factores para que la vida fuera posible.
"Las probabilidades indican que ni siquiera nosotros deberíamos estar aquí", recalca Metaxas en un artículo publicado en 'The Wall Street Journal'. De hecho, actualmente hay más de 200 parámetros conocidos que son necesarios para que un planeta pueda sustentar vida. Debe estar presente cada uno de ellos, de lo contrario todo se cae a pedazos.
"¿Es posible que cada uno de esos parámetros haya sido perfecto por accidente? ¿No les parece que asumir que una inteligencia creara estas perfectas condiciones requiere mucha menos fe que creer que la vida en la Tierra superó por casualidad probabilidades inconcebibles para llegar a existir? ", cuestiona el escritor, que añade que la idea de que todo "simplemente ocurrió desafía el sentido común".
Según Metaxas, puede que el profesor de Matemáticas de la Universidad de Oxford John Lennox tenga razón al decir que "cuanto más conocemos nuestro universo, más credibilidad gana la hipótesis de que hay un creador".
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